Lᴜɴᴀ ᴅᴇ Sᴀɴɢʀᴇ 🐺💫(ᶠⁱˡˡⁱᵉ) 3a Parte

3

"Una propuesta"

(Flashback)

Narra Millie:

El amor es extraño. Nadie sabe a ciencia cierta si las historias de amor acaban bien o mal. Yo solo sé que el amor es impredecible, y que nada dura para siempre. Yo soy inmortal, y Finn no lo es. Es un licántropo. Los licántropos viven mucho más que los seres humanos, sí, pero yo necesito más tiempo del que dispongo para amarle. Y eso...es algo que me lleva angustiando desde el momento en que él volvió a estar a mi lado.

Lo recuerdo bien. El viento de la noche era tan gélido, que podría cortar la circulación de cualquiera, pero por suerte para mí, era una vampira, lo que significaba que aquellas temperaturas extremas no me afectarían lo más mínimo.
En lo más profundo del bosque, una mansión muy acogedora y de grandes dimensiones.

-....te deseamos, Millie, cumpleaños feliz!....- todos aplaudían y sonreían, felices, realmente  felices.

Estaba sentada en una gran mesa rectangular, decorada elegantemente para la ocasión.

Delante mía, había un enorme y delicioso pastel glaseado con lo que parecía sirope rojo de sangre animal, con dos velas prendidas con los números: 2 y 4.

Contemplé a mi alrededor: Sadie me sonreía, Jack al otro extremo, vi Ray y a Jordan mirando la tarta fijamente, hambrientos. La madre y el padre de Finn me miraban y aplaudían también, Jack miraba cautivado a Sadie, y al fondo había tres sillas vacías: la de Nancy, la de Noah y la de Lilia. Por un momento, mi felicidad se desvaneció y me sentí vacía, y no daba crédito a lo que estaba pasando. De repente, mis oídos sólo escuchaban un eco sordo, y mis ojos sólo contemplaban el fuego que consumía lentamente las velas.

Aún en trance, miré a mi derecha. Y lo vi a él. Unos ojos castaños, dulces como el caramelo, me observaban  y sus labios, suaves como el mismísimo cielo, se curvaban hacia arriba. Finn. Me sentía completa cuando él estaba cerca...me sentía mucho más confi- dente y segura. Me sentía como en casa.

Y de pronto, en mi interior, volvió mi estado de paz y felicidad y le sonreí.

- Felicidades amor...- me besó brevemente en la mejilla. - Pide un deseo y sopla las velas.

Cerré los ojos y observé la oscuridad que mis párpados producían en mi retina. Me concentré.

Dos segundos después abrí los ojos y soplé, apagando el fuego que encendía mi tarta.
De nuevo, los asistentes aplaudieron y sonreí.

Finn se acercó a mi oído y me susurró:

-¿Qué has pedido?