Un amor destinado.

Cazadores y vampiros p2

A lo largo de su historia, o al menos desde que la alianza se había formado. La lideres tanto de cazadores como vampiros solo se habían reunido en tres ocaciones para mediar palabras.

La primera vez fue la creación del pacto.

Las otras dos veces cuando las dos guerras mundiales amenazaban con sus estilos de vida. ¿intervenir o no? En las guerras humanas, y en ambas actuaron en secreto.

Era conocido que había vampiros que se aprovecharían de tanto derramamiento de sangre humana en esas guerras. Debían ser detenidos.

Y por supuesto en la Segunda Guerra Mundial estaba la situación de Hydra la cual no vampiros ni cazadores querían mencionar.

Esos fueron tiempos de dolores de cabeza.

Y ahora una cuarta vez se reunirían de nuevo y ahora el tema ya no era humano o vampiro, ahora el tema era más...

Extraño.

Corea del Norte fue elegido como el punto de reunión y no, que no se mencione el estado político de Corea del Norte, como única ironía era el único país completamente imparcial que podía atender a ambas especies.

La dictadura de Corea no permitía intervención de algún país humano que pensara podía meterse en sus asuntos, por lo tanto; el mejor lugar para reunir a cazadores y vampiros.

Zero llegó al país e hizo una mueca de desagrado, detestaba este lugar, el temor y la sumisión impregnaban el aire para que cualquiera con un buen olfato pudiera sentirlo.

Todo el país era un carsel, pero era una carsel imparcial para ambas especies, por lo tanto se tenía que aguantar.

Los cazadores no eran héroes ni libertadores, no se meterían en los asuntos humanos, tal vez, si el precedente de Corea tuviera aunque sea una gota de vampiro en su sangre, Zero podría haber venido a acabar con él junto con todos sus perros.

Pero no era así, así que Zero solo debía entrar al país, soportar la reunión y luego largarse lo más rápido posible de este lugar.

El edificio que los albergaría era un hotel con el suficiente lujo para apaciguar los egos arrogantes de los vampiros, Zero no se molesto en aprender el nombre. Si todo salía como él quería, saldría de aquí de forma inmediata.

—¿Ustedes compartían habitación?— no pudo evitar preguntar a sus compañeros de viaje.

Kaito y Sayori compartieron una mirada y luego la apartaron con gemelos sonrojos en su mejillas, Zero se divertía, después de todos esos años. Esos dos seguían siendo tímidos unos contra otros.

Sin embargo la respuesta de la pareja no se escuchó cuando otra voz tomó la palabra.

—Hasta que al fin decidiste aparecer mocoso...—Toga Yagari apareció, su rostro seguía  siendo el mismo a pesar de que la edad ya se podía reflejar en su mirada.

—Sensei...— hacía años que lo veía, sus viajes lo mantenían alejado.

—Tenemos que ser casi invadidos por jodidos aliens para que pueda verte, malagradecido discípulo...

—Te dije la última vez que vinieras conmigo en mi viaje, te negaste...

—A diferencia del otros, yo tengo soldados que entrenar...

—Podrías pedir vacaciones...— Zero murmuro.

—¿Qué dijiste?—

—Lo oíste muy bien...

Yagari observó a su impertinente alumno, luego dejó su único ojo se suavizara—Te vez bien...— no era mentira, Zero incluso parecía mejor que la última vez que lo vio.