Capitulo 2

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Al día siguiente era Lunes, y Sara se despertó sin ninguna gana de nada, y lo que menos le gustaba era que tenia que ir al Instituto, pero por suerte era mes de Junio y el Miércoles ya terminaban las clases.

Cuando se despertó bajo a desayunar y en la cocina estaba su madre

- Buenos días - le dijo su madre.

- Buenos días - dijo ella desganada - ¿Has sabido algo de Marcos?

- No hija, es demasiado temprano para llamar al hospital.

- Esta bien... - dijo ella y termino de desayunar - me voy - dijo cogiendo la mochila y saliendo de casa.

- Vale, adiós! - dijo su madre - Y anímate un poco.

- Si... - dijo ella.

Salio de casa y se fue rumbo al instituto, cuando llegó vio que el autobús en el que iba Marta ya había llegado, miró y la vio en el mismo sitio que siempre y se acerco a ella.

- Hola! - la saludo Marta animadamente.

- Hola... - le respondió.

- Ehh, ¿que te pasa? Anímate que ya se terminan las clases! - dijo Marta.

- Si, menos mal... - susurro Sara.

- Vamos, dime que te pasa - dijo Marta abrazándola, y Sara no pudo contener las lagrimas.

- Es... es Marcos... - dijo entre sollozos.

- ¿Que le pasa? - le pregunto preocupada.

- Tie... tiene u...un tu...tu...mor - dijo volviendo a llorar mas fuerte.

- Joder... - dijo ella y la volvió a abrazar - tranquila, es fuerte, seguro que lo supera.

- Eso espero... - suspiro, y justo en ese momento sonó el timbre indicando que las clases empezaban, asi que Sara se seco las lagrimas, intento poner la mejor cara posible y entraron en clase.

- Buenos días - dijo su tutor en el mismo tono de siempre - como ya sabéis el miércoles terminamos, así que estos días no vamos ha hacer gran cosa, al menos en mi clase.

El profesor siguió hablando, pero Sara no podía quitarse a su sobrino de la cabeza.

Al fin paso la mañana, Sara y Marta se despidieron ya que Marta tenia que coger el autobús para irse a su casa, de camino a casa Sara iba sola perdida en sus pensamientos, cuando llegó saludo a su abuela como cada día, fue a dejar la mochila y fue a la cocina donde estaba su madre.

- Hola cariño - dijo su madre - ¿Que tal la mañana?

- Hola, bien - dijo ella desganada - ¿Que has sabido de Marcos?

- Pues he hablado con tu prima y me ha dicho que hoy ya le empiezan la quimio, que han dicho los médicos que cuando antes mejor.

- Pff... - resoplo Sara.

- Tranquila, se pondrá bien - dijo su madre - venga, siéntate a comer.

- Esta bien...

Acabo de comer y se fue a su cuarto y se puso a pensar en el pequeño, le daba mucha rabia que el que estuviese enfermo fuese él, el mas pequeño de todos y al que le quedaba mas vida por delante para disfrutar, cansada de tanto pensar se puso a ver vídeos de sus ídolos y a mirar las redes sociales para desconectar un poco y mirando vio que sus ídolos tenían una firma ese mismo fin de semana en Barcelona, que le pillaba a hora y media de su pueblo y encima podría ir a ver a su sobrino.
Bajó corriendo a enseñárselo a su madre.

- Mamá, mamá! - dijo gritando.

- Que pasa? - le preguntó su madre asustada, y ella le enseño la pantalla de su móvil.

- Esos son esos chicos que tanto te gustan?

- Si, me dejas ir por favor? Así podre ir a ver a Marcos también - dijo ella.

- No lo se, eso lo tienes que hablar con tu padre a ver si te puede llevar, ya sabes que yo me tengo que quedar aquí con tu abuela.

- Esta bien - y se volvió a su habitación.

Paso la tarde y cuando su padre llegó de trabajar bajo a hablar con él.

- Hola papá - dijo ella.

- Hola Sara, ¿qué tal?

- Bueno, bien - contesto ella - oye, te quería decir una cosa.

- Claro, dime - le dijo él.

- He visto en Twitter que el sábado va Auryn a firmar a Blarcelona, he pensado que si puedes llevarme podríamos ir y así vamos a ver a Marcos - le explicó ella.

- A mi me parece bien, el sábado no trabajo, si puedo te llevo, pero ya sabes que no podemos hacer muchos planes porque depende de tu abuela, si tiene mal día no podremos ir.

- Esta bien, gracias papá - dijo ella y fue a la cocina pero antes de entrar - oye, ¿si vamos le puedo decir a Marta que venga? - le preguntó a su padre.

- Si, perfecto, pero por la mañana vamos a ir al hospital.

- Si si, gracias papá. - dijo, y entro en la cocina donde estaba su madre. - Hola mamá, ¿necesitas que te ayude en algo?

- No cariño, gracias, en un rato te llamo para poner la mesa. - contesto ella - por cierto, ¿has hablado ya con tu padre? - preguntó.

- Si, me ha dicho que si puede nos va a llevar, me ha dicho que puedo decírselo a Marta.

- Eso es genial cariño!

Cenaron y cuando terminaron Sara se fue a la cama.

Ellos... Mi salvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora