La batalla del Laberinto [Annabeth]

La respuesta al problema del nino cabra.

Hola! realmente espero sus comentarios y sus votos 

El taxi salió por la carretera 25a. Cruzamos los bosques que bordean North Shore hasta que una cadena de colinas baja apareció a nuestra izquierda. Le indique al taxista que se detuviera en el número 3141 de la avenida Farm, al pie de la Colina Mestiza.

-Aquí no hay nada señorita, segura que quiere bajar?- pregunto el taxista.

-Sí, por favor- busque unos cuantos billetes de mi bolsa y se los tendí al taxista que después de comprobar si eran verdaderos no discutió.

Percy y yo subimos hasta la cima de la colina, donde dormitaba nuestro "perro guardián “en términos mortales, aunque para ser sinceros era un dragón de unos 4 metros con el grosor del pino de Thalía, pero aun así era tan cariñoso como un cachorrito.

-Hey Peleo- dije rascándole la quijada- todo bajo control?- soltó un silbante chorro de humo por las narices y bizqueo de placer, en idioma dragón significaba un sí, o eso espero.

Desde la cima de la colina, observe el campamento, se vei tan guay como siempre y toda la cosa con sus campos verdes y bosques repletos de monstruosos y aventuras, la Casa grande se erguía imponente en medio del campo de fresas mientras que los sátiros tocaban sus flautas mágicas, pero sin duda lo mejor era la antigua arquitectura griega, era tan impresionante y fuente de sabiduría para mí, una futura arquitecta, sin embargo había algo raro, se sentía como si la misma colina estuviese sosteniendo el aliento esperando que algo malo pasara, como atacar al campamento, pero no era posible, las fronteras mágicas lo protegerían.

Descendimos y por un momento pensé que todo eso era paranoia mía, todo se veía normal, mis hermanos competían en una carrera contra los hijos de Démeter, unos chavales peleaban en el lago en trirremes, bueno, normal en el nimel semidios.

-Tengo que ir a hablar con Clarisse- le dije a Percy.

El volteo a verme como si hubiese dicho que iba a ir a venderle galletitas a Hades en el inframundo.

-Para qué?-

-Hemos estado trabajando en una cosa nos vemos luego-

-Trabajando en qué?

Vaya, hoy si que Percy tenía ganas de complicarme la existencia con tantas preguntas, mire hacia el bosque, Percy era un buen amigo y sabía que podía confiar en el, pero en este instante no podía hablar de ello, literalmente no podía, no tenía suficiente información y se suponía que era una misión secreta. Claro no olvidemos el hecho de que seguía enfadada con el, <<ve y pregúntale a tu amiguita mortal, a ver si ella lo sabe>> pensé.

-Voy a comunicarle a Quirón que has llegado- dije, lo que no era realmente una respuesta-Querrá hablar contigo antes de la audiencia-

Me eche a correr hacia mi cabaña sin mirar atrás.

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Se podría decir que cuando leo, el tiempo se pasa volando, recuerdo que llegue a la cabaña de Atenea para dejar mis cosas e ir a hablar con Clarisse del Laberinto, limpie un poco porque hoy eran las inspecciones de las cabañas cuando lo vi, ahi, encima de mi cama, fue amor a primera vista, era hermoso, mi boca se abrió ligeramente y senti mi sangre hormiguear, debía de ser mio, era justo lo que necesitaba en este momento. Cuando me acerque pude ver que había una nota:

"Lo encontré limpiando la Casa grande, espero que te sirva quérida, ~Quirón"

De dónde lo consiguió? bueno supongo que siendo Quirón tener libros antiquísimos escritos por los mismos héroes era algo normal, como un regalo de ellos para entrenarlos, libros que nunca fueron publicados y que nadie sabía de su existencia, ya saben recompensas por vivir miles de años, este no era como los libros de ahora, era un rollo muy grueso de papiro escrito en griego antiguo, pude leer: "Memorias de Teseo" al principio pensé que el mismo Tesos lo había escrito, pero estaba en tercera persona y el narrador se presenta a si mismo como descendiente de Teseo, no es muy claro pero es mucho más de lo que podría encontrar en cualquier lado. Hablaba del Laberinto y las cosas que había ahí abajo, del Minotauro y como te confunde el Laberinto, de las trampas mortales y toda esa clase de cosas, no sabía si asustarme o emocionarme. mire el reloj, solo leería 15, bueno 20 minutos e iría a lo de Clarisse...