Ya sin voluntad

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Quiero dejar de escribir y mis manos

se resisten a mi voluntad.

Rebeldes siguen sin que pueda detenerlas.

Amor, dolor, desesperación, ¿qué las inspira?

No distingo entre noche y día.

Sombras horrorosas, aprisionan mi alma en agonía,

me atormentan, me llenan de zozobra.

He perdido el control de mi cuerpo.

Mi mente poseída, no calla. Dentro

resuenan gritos y lamentos de gente muriendo.

Veo cadáveres sobre una muralla.

Vivir, morir, soñar,

estar despiertos,

-qué importa, si dentro de cuerpos andantes

sólo restan corazones muertos,

saturados se pudren-

El vaivén de los sonidos en mis oídos,

la dinámica de mis pulmones, todo es un poema,

todo es poético en el mundo del olvido,

una canción al delirio,

cantada sin razón.

Así que cerraré mis ojos con premura.

Estoy cansada, estoy abatida.

Apagaré esa luz titilante,

apagaré esa luz atrapada en mi ser.

Tal vez, a oscuras,

vea las estrellas que me fueron arrebatadas.

MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora