capítulo 7

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capítulo 7
“descansá”

No pude pegar un ojo en toda la noche, ella estaba siempre. Cierro los ojos y la veo, rogándome que no la deje.
Llego al River Camp, todavía era temprano y casi no había nadie. Cierro los ojos, estoy agotado, tengo ojeras horribles y no me siento nada preparado para entrenar.
Me sobresalto al escuchar unos golpes en el vidrio y abro los ojos encontrándome con Gonzalo Montiel del otro lado con una sonrisa.

—Pelotudo, me cagué todo. —digo bajando el vidrio y el suelta una carcajada.

—¿Y esas ojeras pa?

Dice mirándome y ruedo los ojos.

—No pude dormir nada. —le cuento y ahora su expresión cambia.

—¿Todo bien? —asiento y abro la puerta para bajarme. Empezamos a caminar hasta la cancha y el entrenamiento empieza minutos después.

No pego una, y me doy cuenta cuando Gonzalo me caga a pedos. Me disculpo e intento volver a hacer el ejercicio pero no me sale.
Finalmente el entrenamiento termina y Gallardo se me acerca, me llevo las manos a la cara y me agacho, el toca mi espalda para llamar mi atención.
—¿Qué pasa Cristian? —pregunta mirándome. —Estuviste muy desconcentrado hoy. —asiento y me paro.

—Perdón Marce, no me siento bien. —le cuento y el asiente.

—Anda, Cris, mañana no vengas, descansá, lo que importa acá es tu salud.
—dice y se despide, alejándose.

respiro | cristian ferreiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora