Capitulo Veintiuno

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—¿de qué te ríes? — Pregunto Louis
—de nada, olvídalo
—vamos Rony te ríes de algo te conozco demasiado—acuso
— ¡ay Louis!—reí aun mas fuerte
— ¡ella te llamo zorra!
— si, lo sé, lo escuche
— siento eso, ella es un poco
— amargada, incontrolable, perra, compradora compulsiva—complete
—bueno, no lo diría con esos términos, pero bueno...
— pero yo sí, soy sincera Louis
— ok, olvidémonos de esto, no quiero pensar en ella, la mujer está loca
— está bien- dijo tomando un trago de su bebida
—¿ tiene alcohol?—pregunto Louis y entrecerró sus ojos
—si ¿ por?—contesto
—como se te ocurre Rony eso le hará daño a los bebes, que tienes en la cabeza— me arrebato la bebida de las manos y la tiro al piso
— Louis obvio no tiene alcohol. Solo quería jugarte una broma, además la gente te mira—reí, el parecía un loco, se notaba presionado
—lo siento, yo, estoy muy tenso... es eso
—que no se note, estaba deliciosa y tu lo arruinaste—me queje y el solo soltó una pequeña risita. Una canción lenta empezó a sonar. Louis me miro y siseo:
— me concedes esta pieza
— claro porque no

El extendió su mano y yo la tome, caminamos hasta el centro de la pista. Poso sus manos en mi espalda baja mientras que yo guinde mis brazos de su cuello, su mirada buscaba a la mía. Esa mirada penetrante y acusadora que él tenía. Era única.

— La luna brilla hoy— murmure.
— si, tal como el día que... — el hizo una pausa y aparto su mirada
— nos conocimos— complete y el sonrió ampliamente
— si, ese día nunca lo olvidare, sin importar lo que pase
— yo tampoco

Seguimos bailando, ninguno de los dos decía nada, era un silencio agradable mientras que la canción iba avanzando. Lentamente se acerco hasta mí y rosamos nuestros labios un poco hasta que se convirtió en un beso suave acompañado de las caricias de Louis en mi abdomen.

— ¿por qué lo haces? —Pregunte
— ¿no me darás una cachetada?
—esta no es nuestra primera cita—reí
— solo quise hacerlo, necesitaba hacerlo
—me gusto—farfulle
— ¿que?—pregunto él con una gran sonrisa en su rostro
—nada, nada
— dijiste que te gusto—acuso
—no, yo no he dicho nada
— si lo dijiste, lo dijiste—hizo un puchero
— está bien, me atrapaste
—lo sabia
— Louis, a veces considero la oportunidad de que volvamos—murmure y se me escapo una pequeña sonrisa.
— Yo creo que podemos volver, siempre estará esa posibilidad
— podemos intentarlo...

Durante toda la fiesta no pare de bailar con Louis y re reinos con sus chistes, sarcasmo e imitaciones, hasta discutió con un mesero, porque según el en su comida había una mosca, la cual resulto siendo una uva pasa... Raro. Pero como Louis ninguno.

La fiesta se acabo, Louis un poco pasado de tragos insistía en que me quedara, según él la fiesta estaba estaba en pleno apogeo, y más cuando la gente se reía de sus chistes. Su poder de convencimiento no actuó sobre mí así que me fui directo a mi apartamento.

Amaneció, pero al parecer eran casi la una de la tarde, había dormido más de lo normal y algo me hacía falta, la ecografías la cita era a las dos, entre a la ducha tome un buen baño, luego salí y me coloque una braga jean acompañada de unos converse y una blusa morada.

Tome las llaves de mi auto, conduje lo más rápido que podía y en el camino llame a Louis, el cual aun estaba dormido.

Llegue hasta su apartamento, toque la puerta un par de veces y después de unos minutos la puerta dejando ver a un Louis en bóxers y con una bolsa de hielo en la cabeza.

— ¡Louis!—espete y este arrugo la cara
— ¿que? tengo resaca
—vamos báñate, las ecografías
— ya lo hice, y no me acordaba
— entonces vamos
— está bien pero tu conduces, no tengo animo de nada
—si si, apúrate

Después de que Louis entrara y me hiciera entrar a su departamento de "soltero" lo espere unos minutos hasta que salió con una bermuda jean y una camisilla negra. Subimos a su auto y empecé a conducir.

— ¿Tienes algo para el dolor de cabeza? — Pregunto
—no, la resaca es para principiantes
— Rony me duele la cabeza—se quejo
—eso te pasa por emborracharte— reí y este solo resoplo
—oh todo es brillante y fastidioso, demasiado. No quiero hacer nada quiero dormir
—ay Louis por dios, tienes veinti tantos—reí
—no te burles Rony, mi estado es delicado
—es que tienes que ver tu cara
— me siento horrible
—te siente y te vez horrible—corrobore
—ya por favor no estoy de humor

Después de unos minutos y quejidos de Louis llegamos a la clínica, entramos y afortunadamente cuando pise la recepción me llamaron. Entre junto con Louis.

Me recosté en la camilla, desabroche la braga y alce mi blusa dejando ver mi abdomen, el cual ahora estaba adornado por unas cuantas estrías, pero no le daría mente, para eso existen tratamientos.

Esparcieron el gel liquido y posaron el ultrasonógrafo en mi abdomen, la doctora hizo presión, acomodo un poco los bebes y siguió, después de varios minutos una sonrisa se dibujo en su rostro

—Felicidades son dos niñas—dijo con entusiasmo

Over Again [L.T.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora