Aquel perro, sus ladridos se escuchaban de manera ensordecedora en la puerta de mi casa, sonidos tan 'fétidos', sonidos que alteraron todo mi ser; el ser consumido por la ira, me desprendí completamente de mi paz interior y tome un estilete de mi estante para prevenir cualquier incidente en aquel barrio; al salir de la primera puerta de mi casa hacia el patio, algo sucedió; el perro se calló un mero instante por primera vez en 45 min; y el poste de luz cercano se apagó por completo, mi patio antecesor a la salida completamente oscuro, y de pronto el perro continuo con sus sonidos ensordecedores y retome la iniciativa que me ubicaba en ese plano, entonces prendiendo una luz de adentro de mi casa para que ilumine lo mínimo de la calle, me decidí por abrir la puerta que me separaba de aquel ser, al abrirlo, claramente vi al perro ladrando sumido bajo un árbol cercano a mi puerta, árbol al que no llegaba la luz interna de mi casa, apenas lo vi me dispuse a callarlo, cuando solo escuche a otro perro acercarse violentamente y embestirlo de manera tal que el ruido desapareció por completo, ahora sustituido por un ruido mucho menos fuerte pero más aterrador, vi como aquel perro abría la yugular del otro mientras este comenzaba a hacer ruidos extraño por el rompimiento de cuerdas vocales, sonidos que podrían hacerme irradiar en la locura, entonces note que el otro perro se percató de mi presencia y vi sus ojos brillantes, lo que logro paralizar mi ser tan primitivo y al acercarse a la puerta la luz lo ilumino de mejor manera y presencie un pánico extremo, vi su cara toda desfigurada, su figura anatómica más alta y delgada, sus huesos sobresalientes de su carne con una apariencia de menos comprensibilidad física, era como una especie trascendental, estaba tan tieso del pánico, se apagó la luz interna que había prendido y toda mi vista se sumió en la oscuridad...ese es mi último recuerdo de ese día; bueno eso quisiera admitir Ja, seria glorioso que aquello hubiera pasado, porque recuerdo haber despertado desmayado cuando amanecía en aquella puerta con una patrulla fuera de mi casa, viéndome tendido en la acera con un estilete en la mano y cerca mío un perro degollado, con marcas de una agresión inhumana y brutalmente inconsciente, al llevarme a la comisaria me recusaron por derechos animales hasta realizarme un juicio de ser menor de edad, el primer día en la comisaria me requisaron y notaron un tatuaje en mi pecho; era aquello un símbolo bastante extraño como un culto, me pareció relacionarlo a algún relato relacionado con el Necronomicon escrito por Abdal Alhazred, fue cuando de pronto el recuerdo de aquella especie me hizo irradian en una locura extrema que me hizo entrar en pánico y alterar a los oficiales; luego me metieron a una celda con otros presos, cuando de pronto lo sentí, en la esquina donde no llegaba la luz sentí su presencia y nuevamente me altere comenzando a golpear la celda, a lo que otro preso trato de retenerme tome al recluso por los brazos y lo agite tan violentamente que me golpeo, a lo que proseguí a atacarlo, tumbarlo al suelo y matarlo a golpes, no me detuve cuando vi su nariz rota y su cara ensangrentada, no sabía porque lo hacía, pero estaba cubierto de una especie de locura y pánico, luego de aquello volví a desmayarme antes de que me detuvieran; desde ese día eh vivido en prisión, un prisión más que física mental; porque hay noches en las que me despierto a medio de la madrugada y siento su presencia observándome en las esquinas oscuras de mi celda, esperando para degollarme igual que aquel perro, pero no lo hace porque mi ansiedad alimenta su espíritu, esta será mi última carta, no pienso seguir así mucho más, logre contrabandear una Gillete, este será el día, son la 3 am, me cortare las venas del antebrazo de manera vertical y ese sería mi fin, me siento y voy a comenzarlo a hacer, haciendo completo silencio para que no traten de salvarme, pero apenas siento introducir la Gillete en mi muñeca, lo sentí, una presencia atrás mío, sentí el mismo pánico que aquella vez, estoy gritando, esa presencia tiene una mirada diabólica y frenética, era un perro de tindalos.El día siguiente fue hallada la celda vacía del prisionero, con y en el suelo se encontró un Gillette con sangre en el centro de una especie de símbolo pentagonal y en su centro una nota escrita con una letra ilegible que al descifrarla concebía "aquellos otros existe..."
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La memoria de un antisocial
Misteri / ThrillerComenzare este relato advirtiendo que esta narración puede estar fuera de tus escrúpulos de ser consiente en este plano. La memoria de un antisocial Mi primer recuerdo consiente de mi pasado, quizá uno de los pocos, curiosamente mi pasado es tan ten...