Secuestré A Mi Idol (Kim Taehyung)

Episodio 11

Perspectiva de Taehyung

Escucharla hablar de tonterías acerca de mí me daba miedo, no sólo porque todo lo que estaba diciendo era cierto, sino que, ¿cómo y de dónde consiguió toda esa información? No recuerdo haberlo dicho en alguna entrevista o algo por el estilo.

Tenía mucho miedo, tenía mucho enojo, ¿hasta cuando esta chica me dejaría ir?

Tengo que escapar, tengo una mano libre, pero no hay nada que yo pueda alcanzar para liberar la otra, además, el candado está muy apretado y me está lastimando demasiado la mano, esta chica sí que está loca.

Mis lágrimas hicieron que mis ojos pesen, y me quedé dormido por la acción.

Poco más tarde, la puerta de la habitación se abrió, era ella con algo de comida para mí, quería rechazarsela, pero enserio, muero de hambre.

-Traje un poco de Ramen- dijo nerviosa

¿otra vez Ramen?

-No sólo sé comer Ramen- dije enojado

-Lo siento, no sabía qué más te gustaría comer-

Oh, averigua casi toda mi vida, pero no sabe qué me gusta comer, bien.

-Pues comida, no sólo esto- dije furioso e indiferente, me he negado a mirarla a los ojos, me he negado a verla, y lo seguiré haciendo, la detesto.

-Por ahora sólo hay esto, lo siento- dijo con un tono de voz algo triste

Se acercó a mí y se sentó a un lado de la cama,pero dejó la comida en la mesita de a lado y volvió a atar mi mano al candado.

-¿Qué crees que haces?- dije jalando un poco de ella con fuerza

-Te solté un momento, no es para toda la vida- dijo seca y me ató

-Toda la vida estaré aquí- dije seco

-Tanto como puedas- aseguró ella

Empezó a darme de comer y la verdad estaba muy rico todo, tal véz porque tengo hambre, pero enserio estaba muy delicioso todo. Hasta el vaso con agua me parecía un delirio.

¿y si le estaba poniendo algo a mi comida?

Ay no.

Acabé de comer en un rato y ella llamó mi atención con sus chillidos de voz agudos.

-Tienes que bañarte- me dijo posando algo de ropa ante mis ojos

-¿Qué?

Ajá, es buena idea, saldré corriendo si me suelta.

-Bueno, sí, tienes razón- dije firme después de mis pensamientos.

¿qué diablos?

Quitó un poco de las varillas de los candados y rápidamente los pasó a los de una tina, después en ella me arrastró hasta el baño, esta chica está loca y yo loco por irme de aquí y no podré hacerlo pues parece que todo lo tiene planeado.

-Te soltaré una mano para que puedas bañarte, aquí tienes shampoo y jabón, vendré en 15 minutos, ¿de acuerdo?- dijo mostrandome todo lo que usaría.

-De acuerdo- seguí sin mirarla aún

Ella cerró la puerta, y yo trataba de buscar algo para poder liberarme, pero enserio no había nada, todo estaba bien planeado, y en menos de pocos minutos, me rendí.

Consideré bañarme, pues enserio quería hacerlo, ya olía muy mal. Cuando acabé, me puse la pijama que ella me había ofrecido, fue fácil la parte baja, pero para colocarme la camisa sí tuve ciertas complicaciones, muchas de hecho.

Y de pronto, la puerta se abrió.

-Oh- rió ella ante la escena vergonzosa que estaba viendo, pues era yo con una mano fuera de la camisa y otra en la cabeza, ni yo sabía que diablos hacía.

-No te acerques, yo puedo- dije luchando contra esta camisa

-No podrás, por los candados- rió

-Pues suéltame

-Ja, muy gracioso- afirmó sarcásticamente- deja te ayudo- intentó acercarse, pero no la dejé

-Yo puedo- dije luchando con la camisa.

Mierda, no puedo.

-No puedes- seguía riendo ante la escena

-No te estés riendo, enserio no es gracioso- dije enojado por la humillación

-Sí lo es- dijo en carcajadas y paró- ya, déjame te ayudo

-No, no, no

Ella se acercó a mí y me ayudó con la camisa, la colocó lentamente en mí abrochando los botones y por primera vez la miré a ver. En realidad, si no estuviera loca, la querría como una fan más.

Ella me desató y pasó las cadenas rápidamente a la de la cama, primero una mano y luego la otra. De nuevo estaba en esta maldita cama.

-Listo- sonrió- te peinaré

-Déjame en paz, te pedí que te vayas

-No, porque te tengo aquí para estar contigo, no para que esté lejos de tí- dijo acercandose a mí con el peine

-Pero yo no te quiero cerca- me quejé

-Pues lástima- sonrió

Y sin más, empezó a peinar mis cabellos con mucha delicadesa, parecía disfrutar esto, pero yo estaba sofocado por su presencia, Hyungs, ayuda, enserio esta chica está loca, me quiero ir, me quiero ir, me quiero ir.