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Chapter eighteen |Negro como mi alma.
Sentía punzadas de dolor en mi cabeza, la sentía palpitar, seguramente tenía una cortada en ella. Abrí mis ojos con mucho esfuerzo, podía oír voces, no con claridad, no podía distinguir ninguna.
Cuando los abrí me encontraba colgando bocabajo, las sogas apretaban mis piernas que la circulación era de preocuparse, mi tobillo dolía con el simple hecho de rozar con mi otra pierna y me habían puesto una cinta gris en la boca.
Mi padre y los demás los tenían amarrados de rodillas, posiblemente golpeados de pies a cabeza. En la otra esquina estaba Luthor y Rylie, estaba siendo ella sostenida por su padre y por otra parte estaba todo el ejercito de Ra's rodeándonos mientras que él se encontraba en medio de todo.
—Me satisface ver a todos reunidos acá. —dijo dándole vuelta con la mirada a la habitación oscura. Todos estaban demasiado quietos, demasiado para mi gusto. —Me sorprende cuán fácil me has hecho las cosas, Detective. Pensé que serías capaz de terminar con esto e irte a casa, pero veo que lo paternal te frena un poco, no solo con Damian, sino también con tus acompañantes.
Nadie habló, todos se mantuvieron en silencio y observando. La gente de Ra's tenían los ojos clavados sobre todos, pero sin mover ni un musculo.
—Todo iba tan bien... —habló nuevamente —Ustedes dicen sí al mal y dicen no al bien. ¿No se supone que ustedes son los buenos?
—Dependiendo cuál sea tu definición del bien —habló Richard, lanzó un escupitajo al suelo, uno con sangre. Era evidente que les habían dado a todos una buena paliza, en Timothy se notaba aún más lo fuerte que los trataron. —Secuestrar a tu propio nieto, intentar borrarle la memoria para corromperlo y obligarlo a realizar tu capricho de ser el Amo del Mundo, como rehaciendo la era Nazi. No lo sé, pero me parece algo contradictorio.
—Hitler tenía buenas intenciones: quería exterminar a las pestes que arruinan este hermoso planeta. Ustedes y muchas personas más son la razón de los problemas de este mundo. —dijo, se volteó y caminó hacía mi. —Tengo un mejor ejercito que del que tuvo Hitler, están esperando a mi orden para exterminar a los que no se merecen la vida, incluido tú, Detective y tus aliados.
Me observaba inexpresivo, en sus ojos se podía ver la oscuridad y los años de sabiduría que tenía, durante los siglos que ha estado vivo ha adquirido muchos conocimientos que, con el poder que tiene y su gran influencia, muy fácilmente podía acabar con una nación entera y eso es solamente subestimarlo. Le creí totalmente cuando dijo que crearía una segunda Era Nazi y exterminar todo ser que le parezca una basura.
Tampoco no me sorprendería que haya mutado o mejorado a su ejercito con el Pozo de Lázaro, es capaz de todo por la victoria.
—Y ¿No te importan los inocentes que también pagarán con su vida por tu plan sin propósito alguno? —exclamó mi padre después de mucho tiempo en silencio.
