-Algo nuevo para mi-

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América jamás cambiará, según se este hombre es casado y además tiene hijos, pensé en todas las veces que mi profesor de literatura me ha tratado de perjudicar en su materia seguramente por mi querida hermanita.
Ella soltaba gemidos mientras el hombre la tenía encima de sus piernas contra la pared, mientras el introducía su pene en la vagina de América.
Ella soltaba grititos de placer y pedía que lo hiciera más fuerte. Cerré la puerta y me quedé pensando en la escena que acababa de presenciar, en lo mucho que decía amar a Edwar y lo que el pensaría si se enterara, si Arturo se enterara.
Despeje mi mente y cuando terminó la clase de este profesor. Entre para la siguiente.
Toda la mañana estuve algo aturdida por la escena. Hasta que vi nuevamente a mi hermana en la salida besando a su novio como si del amor de su vida se tratase.
Cuando salí del Instituto con mi amiga me soprendio ver nuevamente a Christopher que venía en dirección hacia mi.
-Se que acordamos que mañana saldríamos pero quisiera ofrecerme para llevarte a tu casa Debbie.
-Gracias Christopher pero tengo auto.
-Nada de eso Debbie me llevaré tu auto ya que el chofer no vendrá por mi. Dijo mi amiga a la que obviamente le agradaba los intentos de Christopher por ligar conmigo.
-De acuerdo.-dije sin más.
-Nos vemos.-dijo Swan guiñandole el ojo a mi amiga por haberlo ayudado conmigo.
Le dirigí una mirada a mi amiga mientras Christopher arrancaba con el auto.
Todo el trayecto ambos permanecimos en silencio y al llegar a la entrada de mi casa Christopher poso su mano en mi pierna, mientras le dirigí una mirada de confusión.
-Quisiera entrar un momento a tu baño ¿podría?-dijo Christopher.
-Oh claro.
Bajamos del coche y entramos a la gran casa, mientras el indique que el baño se encontraba en la planta de arriba.
Mis padres nunca se encontraban a estas horas ya que los dos eran personas de negocios.
A veces Arturo se tomaba un descanso y entraba al despacho en sus ratos libres a leer un libro. Entre el despacho para sólo comprobar que no estaba.
Bajo Christopher las escaleras mientras miraba cada rincón de mi casa.
-Me gusta tu casa Debbie.
-Claro seguramente te agradara más mi habitación Christopher.-quise sonar seductora, para ver cuáles eran realmente las intenciónes de el.
Sólo me miro perplejo, mientras lo acerque el sillón y me tumbe encima de el mientras besaba su cuello, por alguna razón no sentía que el pusiera un sólo dedo encima de mi.
Cuando me aparte mire su rostro totalmente confundido para después sentirme avergonzada.
-Yo... Lo siento mucho sólo quería ver cuáles eran tus intenciones, tu... tu sólo...
-Debbie me sorprendió mucho tu actitud ya que jamás te creí de esa manera.
Su respuesta me hizo sentir aún más avergonzada.
- Y no soy así, yo sólo...
-Lo entiendo.-dijo Christopher.
-Creías que sólo te quería llevar a la cama para follar y burlarme de ti.
Me sorprendio aún más lo directo que fue conmigo.
-Yo me siento como una boba.-dije en un suspiró.
-No lo eres, eres una chica realmente especial, tu eres única.
Me sonroje mucho ante su respuesta.
-Bien, debo irme te veré mañana y se despidió cordialmente para luego alejarse en su coche.
Pasé toda la tarde en mi habitación como de costumbre hasta que baje y note lo sola que estaba la casa y estaba oscureciendo. Me pregunté si América estaría con su novio o tal vez con ese profesor...
Mis padres seguramente estarían en el trabajo y rápidamente como si los hubiera invocado mi madre me llamó para confirmar que no llegarían, que si América y yo teníamos hambre pidiéramos pizza.
Pensé en que claro ellos no saben de que América nunca está en casa.
Pedi una pizza y me dispuse a relajarme a ver una película en Netflix.
Desperté y me di cuenta que era terriblemente tarde y aún América no llegaba. Así que decidí llamar a su teléfono no obteniendo señal alguna de ella.
Decidí restarle importancia ya que no era la primera vez que ella llegaba tarde.
A la mañana baje muy temprano ya contando con la presencia de mis padres, muy felices, demostrando su amor con un tierno beso. Cuando llegue se apartaron y me dieron los buenos días.
-¿Y América no bajará para desayunar madre?
-Tarde nos aviso que no llegaría a casa porque estaría ocupada con sus amigas realizando un proyecto.
Asenti restandole importancia.
-Hija y cuando será que nos presentes a algún enamorado tuyo, tu padre no es celoso.-soltó en risitas mi madre.
-Lo soy Debbie.-dijo gruñón Arturo.
-No perdería a mi hija con quien comparto los mismos gustos de la pasión por la lectura y escribir.
-La verdad no estoy interesada en nadie- dije sin más.
-Deberíamos ir de compras, siempre asisto con Debbie pero esta vez visitariamos tu y yo todas las tiendas que podamos para digamos hacerte un cambió de look y comprar ropa nueva. Tal vez así podrías ya presentarnos por lo menos a un pretendiente.-dijo mi madre.
-No, estoy cómoda, no quiero lucir superficial, ni como una puta extravagante.-solté irritada.
El rostro de mi madre cambió radicalmente.
-No te quería incomodar pero tal vez si te vistieras más femenina atraerias la atención de los chicos.
- Me estas diciendo que no soy bonita que tengo que lucir perfecta como tu hija América para que puedan fijarse en mi.
-Claro que no, Debbie...yo sólo...
-Basta, Debbie es perfecta como es, con lo que a ella le gusta, no tiene que ser como todas esas chicas que lo único que piensan es en ropa y accesorios que yo mismo no entiendo.-dijo Arturo.
Estoy muy feliz de este hombre ya que somos bastante parecidos, los dos compartimos gustos y lo quería como a un verdadero padre.
Me retiré de la mesa sin quitarme de la cabeza lo que mi madre había dicho y me metí a la regadera para darme un buen baño.
Todo el trayecto a la escuela lo pensé, que tenia de especial arreglarse tanto como si todos los días salieran por televisión, competir unas con otras para demostrar quien era la más bonita. Yo no le encontraba sentido, sentía que tenía cosas más importantes que hacer como para perder mi tiempo en esa basura.
Entre al aula y encontré reunidos a mis amigos como hace tiempo no estaban.
-Hola Deb.-te esperbamos se dirigió a mi Franck
-Hola chicos. ¿A que se debe esta reunión?
-Queríamos organizar una tarde para convivir ya sabes, por muchos asuntos de cada quien hace mucho no nos reunimos, y queríamos organizar una salida en la tarde.
-A unos kilómetros fuera de la ciudad hay unas cabañas para excursiones y quisiéramos ir para relajarnos un poco y convivir.-dijo Alex una de mis amigas.
-Claro, también hay un lago a pocos minutos de las cabañas al que podemos ir a nadar y no se hasta acampar.-dijo nuevamente Franck.
-Si rentaremos cabañas como para que acampar-respondí a Franck.
Lo cierto es que Franck era amante de la naturaleza.
-Podemos encender una fogata y contar historias ya saben, sería mucho más divertido.dijo Franck.
Estaba segura que este regordete nos contaría sus historias de hombres lobo y demás para lograr asustarnos después de un rato.
-Oh claro iré.- dije sin más.
-Que emoción amiga, iremos después de la escuela, cada quien pasará a su casa por sus cosas.
A la salida vi a Christopher en la entrada, había olvidado que había quedado en salir con el está tarde.
-Lo siento creo que no podré hoy, mis amigos planearon una reunión e iremos a unas cabañas fuera de la ciudad.
Mire su rostro con cierta decepción.
-No te preocupes hermosa, será para la próxima.
Mi amiga escuchó mi conversación con Swan y sin mi consentimiento lo invito a ir.
-Claro si a los demás les parece iré, -dijo emocionado.
A los demás no parecía molestarlos aunque si sorprenderles que uno de los chicos más cotizados del instituto nos acompañará, en especial para mis amigas.
Sin embargo dejaron de echarle el ojo cuando se dieron cuenta que estaba conmigo.
Todos pasaron a sus casas por cosas y antes de marchamos decidimos pasar por comida al super mercado.
También decidimos llevar sólo un auto que era el de el padre de Franck ya que era una camioneta cómoda y grande todos íbamos perfectamente ahí.
En el camino todos íban hablando sobre lo aburrido que había estado sus vidas alrededor de los últimos meses, me sorprendió ver que Christopher se llevaba perfectamente con mis amigos como si fueran amigos de toda la vida.
Resultaba extraño ya que Swan estaba acostumbrando a otro tipo de personas, no a nosotros. Sin embargo a todos pareció agradarles el chico.
Cantamos en la camioneta mientras todos nos reíamos de las anectodas de Franck.
Llegamos al final del recorrido, cuando llegamos había una mujer malhumorada que nos entregó las llaves de las cabañas, le pagamos y ella haciendo una mala cara se retiró.
-Seguramente no ha estado follando muy seguido.-dijo en voz alta mi amiga Liz.
Era una chica muy directa, le gustaba mucho tocar el piano y su vida se resumía en eso. No tenía novio y a pesar de su alegre personalidad sabíamos que Liz tenía problemas con la comida ya que según ella toda la comida le hacía mal, muchas veces intentamos hablar con ella y ayudarla sin embargo es cierto lo que dicen no se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado.
Me enojaba mucho que lo hiciera ya que decía estar gorda cuando parecía peor que un niño desnutrido literalmente. Tenía una bonita figura antes de esa enfermedad hasta que comenzó a obsesionarse por perder peso. Ya que quería ser como las chicas de su instagram sin un gramo de grasa.
Ante el comentario de Liz la mujer pareció más molesta y azotó la puerta de portazo.
Todos reímos ante lo que acababa de suceder.
-Bien todos vayan a cambiarse que iremos un rato a buscar ese mágico lago.-dijo Franck.
-Espera...dijo Christopher.
-¿Sí?
-Te ves realmente hermosa hoy Deb.
-Gracias-dije bajando un poco la cabeza para evitar que el viera el rubor que había recorrido mis mejillas.
Cada quien tenía su propia habitación, salimos con algo más cómodo para la excursión, Liz y Alex prepararon algunos refrigerios y salimos de la cabaña.
Durante unos minutos de caminar no había señales de dicho lago así que decidimos seguir caminando.
-Chicos llevamos casi 40 minutos caminando cuando supuestamente ese lago estaba a pocos minutos de las cabañas si seguimos avanzando más podríamos perdernos ya que nadie de aquí conoce la zona y estamos totalmente incomunicados.-dijo Christopher.
-Muy cierto-dijo Alex.
Todos parecieron hacer caso omiso de la advertencia de Christopher y seguimos el recorrido. Me tomo de la mano y dijo;
-Escucha esto ya no es seguro, llevamos más de una hora caminando, y no sabemos a ciencia cierta si ese lago existe sería mejor volver...dijo Swan.
-Creo que tienes razón.
-Muchachos nosotros volveremos ya que no creemos que haya un lago cerca de aquí.-dije.
No quería sonar grosera pero tampoco quería perderme aún más.
-Escucha sabemos que quieres pasar tiempo con tu novio, cuando terminen vuelven okey preciosa.-dijo Franck.
Me sentí realmente ofendida con su comentario sin embargo Christopher y yo decidimos volver.
Los demás iban bastante cómodos jugando unos con los otros, supuse que se la estaban pasando muy bien así que decidí volver sin ellos aunque con cierta preocupación.
-Vamos, aún falta caminar mucho hasta llegar a la cabaña preciosa.-dijo Swan sin embargo sonó irónico su comentario como si su intención sólo fuera molestarme.
-Veo que te llevaste bastante bien con mis amigos y la verdad no lo entiendo.-dije
-No veo porque no, ellos son bastante agradables.
-Es que tu estas acostumbrado a otro tipo de gente Swan.
-Sólo son falsos.
-Pero son tus amigos ¿no? Si fueran tan falsos no tendrías motivos para convivir con ellos.
-Es que algunos no somos tan valientes.
-No lo entiendo.
-Es decir tu vas por ahí sin ninguna preocupación, sin que te importe que dirán los demás, sólo siendo tu misma.
Sus palabras no hacían más que confundirme más.
-Swan es decir tu no eres Swan-dije soltando risitas.
-Es que...no lo entiendes.
-Se claro.
-Eres una chica realmente única, no te importan las críticas ni la manera en como te miran los demás, si les agrada tu forma de ser feliz o no, simplemente lo eres, por eso tu hermana te envidia tanto.
-¿Qué?
-Siempre habla de ti, como si fueras el mayor problema de su vida, siempre busca opacarte pero para los ojos de los demás no lo consigue, aunque tu no lo veas eres como una flor en la mejor época de primavera entre tantas flores marchitas.
-Debbie la diferencia entre tu y ellas es que las demás esperan ser regadas en cambio tu te riegas sola, tienes un brillo propio. Si es que lo entiendes.
Escuchar a una persona hablar así de mi es algo completamente nuevo ya que no recibo más que críticas de mi forma de ser.
-Gracias...es lindo saber que existe una persona que creé en mi.
-Siempre te he mirado.-dice Swan.
-¿Qué?
-Desde niños veía a esa niña seria que siempre estaba atrás de su madre esperando a ser reconocida, mientras tu hermana siempre quería intentar brillar en todo momento.
Tu madre decía que ella era la más bonita, la niña más perfecta yo lo veía, veía como te sentías porque querías un poco de la atención que tu madre le daba a América.
Los dos nos quedamos en silencio y sin pedirme permiso una lágrima calló sobre mi mejilla. Me sorprendió ver que este chico fue quien la contuvo dando paso a un tierno beso en la frente.
Seguimos el recorrido, todo estaba obscurenciendo me pregunto si los chicos pudieron encontrar el lago y se estarían divirtiéndose sin mi, o tal vez algo malo habría pasado.
El bosque oscurecido por completo, apenas podíamos seguir caminando sin tropezar así que mi acompañante decidió encender una fogata.
La temperatura bajaba y yo sólo podía observar como brillaba el rostro de Swan con la luz de la fogata.
-Gracias por tus palabras.-dije
-No es nada sólo es lo que yo pienso, eres una chica especial nunca lo dudes.
Durante unos segundos nos miramos fijamente para después dar paso a un beso que ambos deseábamos tanto, beso que se convirtió en algo mucho más apasionado con el paso de los segundos.
Con el paso de los segundos los dos nos detuvimos para respirar
-Nunca nada me había besado de esta manera.-le dije
-¿Te gustó?
-Yo no soy muy inteligente, no soy muy bonita en realidad no entiendo porque a mi.
-Gracias por evadir mi pregunta, creí que ya habías comprendido, creí que entendias la chica tan increíble que eres para el mundo la única que no lo ve eres tu misma.
-Es que eres tan guapo, siento que tu vida y la mía van en caminos opuestos y temo que aún no me conoces.
- Lo haré, además puedo decirte que estar contigo me hace mejor persona yo quiero que lo nuestro sean especial, sea inolvidable Debbie.
Me separé y sin previo aviso, sin que la razón me lo pidiera volví a correr a sus brazos, me hacía sentir segura, me hacía sentir que todo estaría bien.
Sus manos rodearon mi cintura y las mías tomaron su rostro entre ellas, era tan suave, acto seguido rozó sus labios con mi cuello lo que me hacía desear más, sin embargo sentí que no estaba lista para esto.
-detente,Swan yo...no estoy lista.
-Esta bien princesa.
Se separó y volvimos a la fogata para calentarnos, no esperaba esta reacción de su parte para ser sincera.
-Gracias-dije suavamente.
-¿De que hablas?
Porque tendrías que agradecerme.
-Te detuviste, yo esperaba otra reacción de tu parte.
De pronto abrió mucho los ojos mirándome fijamente y volvió su mirada al fuego.
-Debbie...-trago saliva- es que tu no lo entiendes.
Mis sentimientos hacia ti ¿no es así?.
-Nunca me has tratado y para serte sincera me sorprendió mucho que me hayas invitado a salir.
-Debbie me importas, te había mirado desde hace mucho como ya te dije...desde el primer momento que yo te vi supe que eras especial.
-Yo...
-Mira no tienes que sentirte agradecida conmigo por haberme fijado en ti, eres una niña muy especial, me sorprende que no lo sepas.Tampoco tienes que agradecerme que haya parado a algo que tu aún no querías hacer, es decir cuando alguien te quiere no tiene problemas en esperar lo que sea, porque hacerlo si sabe que tendrá mucho tiempo para estar con la mujer de sus sueños, esa chica que vale la pena, un hombre que te quiera respetará tus deseos y no correrá porque sabe que puede tropezar, nunca aceptes menos de lo que sabes que mereces, y si en algún momento no soy yo o decides que no soy yo es importante que lo sepas. Enamórate de un hombre que te merezca que te respete y valore no aceptes menos Debbie.
Enamórate de un valiente, de una persona que no tenga miedo a arriesgarlo todo, de una persona que nunca te haga dudar, que te de seguridad que toque tu cuerpo como el más preciado tesoro, enamorate de un hombre que a pesar de no tener nada sea capaz de dartelo todo, acuérdate de estas palabras.
Sólo lo mire unos segundos y puse la vista en el piso, tratando de asimilar lo que estaba pasando y lo que ese chico que jamás pensé que pudiera fijarse en mi me había dicho.
-Escucha tenemos que irnos de aquí-dijo Swan.
-¿Qué? No podemos ver nada todo está completamente obscuro y no quiero perderme sabes.
-No he lo había querido decir pero en realidad si conozco esta zona.
-¿Qué?
-Hace mucho tiempo venía con mi padre, era tan sólo un niño, el ama cazar...
-Es decir...
-Si, hay animales peligrosos en este sitio, el bosque es como un laberinto es por eso que no sé con exactitud donde estamos.
-Mis amigos...
-Tranquila, estarán bien calmate.
-¿Cómo quieres que me calme?-dije exaltada.
-Es decir tenemos que irnos de aquí lo más pronto posible ya que o tenemos con que defendernos. Y ellos aparecen cuando la temperatura haya bajado completamente por alguna razón.
-yo no me iré de aquí sin ellos, escucha en esta parte la temperatura está descendiendo sin embargo en la dirección que ellos fueron no, los que estamos en peligro somos nosotros si no nos movemos ya.
Apagamos la fogata y empezamos a caminar al compas de la noche, tenía mucho miedo y la verdad es que si salía de esta no volvería a visitar un maldito bosque en mi vida.
-¿a donde vamos?
-Creo que cerca hay una carretera tenemos que salir del bosque.
-Oh genial.
Caminamos durante varias horas hasta que el frío era totalmente desolador

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2019 ⏰

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