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O4

Capítulo IV: Tarde Juntos

MinHo se encontraba muy feliz y no es que fuese raro que estuviera feliz, pero sí era raro que se encontrase emocionado un sábado, normalmente lo que hacía era acostarse a ver alguna serie o película de su agrado pero ésta vez era muy diferente, había invitado a comer a TaeMin en su casa después de tratar de pedirle su número telefónico, al parecer éste no contaba con un celular y era extraño para MinHo pues en esos tiempos hasta los bebés contaban con sus propios teléfonos.

—¿Celular? Yo no tengo uno

—¿No?

—No, ¿qué es un celular?— MinHo se sorprendió, quería gritar ¿acaso se encontraba enfrente de su alma gemela? No es que estuviese en contra de la tecnología pero prefería todo a la antigua, muy a la antigua

—Es un aparato que sirve para comunicarte con las demás personas, también para investigar, escuchar música etc.

—Ohh, yo puedo hacer eso— dijo el pequeño rubio, MinHo lo quedó viendo raro pero pensó que tal vez había contado un chiste, un muy mal chiste así que se dedicó a reír

—Ya que no tienes un móvil, ¿te parece si quedamos mañana a comer en mi casa? Tengo un tocadiscos original tal vez pueda gustarte

—¿Tocadiscos?

MinHo asintió. —Tu ven mañana a mi casa, te espero a las 4pm, no tardes

Fue entonces como por suerte MinHo invitó al pequeño TaeMin a su casa, donde estaba a punto de llegar.

El mayor acomodó su ropa casual que constaba de sus converse blancos, un pantalón gris de vestir, una playera manga larga blanca y otra playera amarilla con un estampado de una película vieja, acomodó su cabello y revisó que la comida no estuviese fría, alzó su muñeca viendo su reloj, habían dado las 4 en punto de la tarde, decidió ir a encender su t.v de mientras pues tal vez TaeMin se encontraba apenas saliendo de su casa. A punto de que su trasero chocase en el sillón dió un brinco inesperado, el timbre fue la razón, abrió la puerta encontrándose con TaeMin.

Volvió a ver la hora. —Eres puntual— mencionó sonriente

Dejó a TaeMin pasar y éste comenzó a inspeccionar toda la casa de MinHo, era minimalista y con algunos lujos.

—¿Quieres comer ahora?— preguntó el mayor

—No tengo hambre— respondió el rubio. Eso fue para MinHo pues ya le rugía el estómago pero prefirió aguantarse, sería de mala educación comer enfrente de él así que simplemente asintió

—¿Quieres ver mi tocadiscos?— TaeMin asintió curioso —No tengo muchos vinilos pero tengo los suficientes para disfrutar de la música— dijo emocionado

—¿Cómo funciona ésta cosa?— preguntó el menor al llegar al tocadiscos

—Pues colocas el vinilo en el centro y bajas la aguja, luego presionas el botón— más que concentrado en explicar, estaba concentrado en buscar alguna canción que considerase que le pueda gustar a TaeMin —. Éste es— tomó en sus manos el vinilo, lo puso en el tocadiscos y bajó la aguja, el pequeño TaeMin estaba concentrado en los movimientos de MinHo, éste le dió play y comenzó a sonar como un pequeño rugido seguido de la canción. La canción comenzaba con una voz melodiosa seguida de un piano, luego chasquidos, detrás se podía escuchar una guitarra eléctrica la cual hacía un muy buen trabajo en la canción

“Love is so Nice, Love is so oh oh oh nice...”

MinHo volteó a ver a TaeMin, volviendo a admirarlo por tal vez décima vez en el rato que llevaba ahí, subió la mirada a sus llamativos ojos en los cuales podía notar corrientes eléctricas más azules de lo que ya eran, ¿acaso estaba volviéndose loco?

—Nunca había escuchado ésta canción, es muy linda, ¿de qué artista es?— preguntó el ojiazul

—Su nombre era Kim JongHyun, y hace mucho tiempo fue uno de los mejores cantantes de la antigua Corea y probablemente de el mundo entero, pero no llevaba una vida muy linda

—¿Por qué?

—Era gay

—A nadie le importa la orientación sexual de alguien, eso es privado

—En esos tiempos estaba muy mal visto y todo iba bien hasta que se metieron con su pareja, con eso decidió dejar la industria musical pero al menos para mí, dejó arte.