Capítulo único

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A Hoseok le hacía falta un bailarín, y la única persona disponible era uno de los mejores productores de la empresa, Min Yoongi. Afortunadamente, hoy sería su ultimo día de trabajo pues saldría de licencia.

Sin tiempo para buscar a alguien más, y sabiendo que pronto comenzarían sus vacaciones, se lo rogó, rebajándose a sí mismo en el acto. Su nueva coreografía de verdad necesitaba otro bailarín.

Yoongi accedió a regañadientes, no permitiría que alguien se arrodillara ante una persona tan insignificante como lo era él. O al menos eso pensaba.

Al día siguiente los ensayos comenzaron, y a pesar de que no era bueno, su coreógrafo era el mejor enseñando. Gota a gota, el sudor bajaba por su sien, recorría sus pálidas mejillas y se desprendía de su mentón directo a la nada.

Su esfuerzo estaba dando frutos, las horas extra que Hoseok se pasaba enseñándole valían la pena, y eso le aliviaba. Odiaba más que nada en el mundo el ser una carga, pero el temor que le invadió al aceptar ser bailarín, se estaba disolviendo con cada movimiento de cadera, cada paso al frente, cada halago recibido. 

Y la confianza crecía, los pasos eran cada vez firmes y tan seguros que en solo dos semanas un "perfecto" había salido de los sonrientes labios de su coreógrafo y reciente amigo.
Un sonrojo leve se expandió en su rostro, y se alegró de que sea camuflado por el calor de su esfuerzo.

- Hasta aquí por hoy! Vas excelente, cualquiera que te viera pensaría que eres profesional...

Correspondió con alegría la sonrisa del contrario, sintiéndose orgulloso de si mismo ante aquellas palabras.

¿Se las habían dicho antes? Claro que sí, era el mejor productor de la empresa y los halagos jamas faltaban, pero nunca antes habían tenido tal efecto en él. Que provengan de tan exitoso coreógrafo lo hacían sentir importante, lo hacían sentir útil.

Como productor era excelente, pero siempre lo había sido, ganándose su puesto en la empresa a una edad muy temprana, era un prodigio en su ámbito. Pero a su vez le salía tan natural que no entendía como a los demás les costaba tanto, lo consideraba algo simple y no creía merecer tantos elogios.

Sin embargo, bailar no era su fuerte, jamás le atrajo en lo absoluto, y prefería mil veces dormir que intentar algo en lo que, según él, su habilidad era nula.

Pero aquí estaba, a minutos de subir al escenario, los nervios lo invadieron completamente tras comentarios como "ese es el nuevo bailarín?" o "espero que ese flaco paliducho no arruine todo nuestro esfuerzo". Tenía los ánimos por los suelos, necesitaba apoyo, no quería estar ahí... Si fuera por él se iría a su casa a dormir.

Pero su incomodidad no pasó desapercibida, y un simple "tú puedes" de Hoseok, acompañado con una de sus sonrisas iluminadoras, lo motivaron lo suficiente para que sus tres coreografías hayan sido terminadas con éxito. Toda la función había sido un éxito total.

Su coreógrafo estaba tan satisfecho con su desempeño, que ante la mirada de todos aquellos que hablaron de más, lo invitó a cenar. Yoongi infló su pecho orgulloso y aceptó.

 Yoongi infló su pecho orgulloso y aceptó

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Salió de su ducha individual con la toalla rodeando su cadera y caminó hacia el banco donde se encontraba su mochila y ropa. Comenzó a vestirse.

Tomatitos [Sope OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora