Palabras del verbo amar (Miki Y Tu)

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Tantos recuerdos, momentos juntos que no puedo dejarlo de pensar. Alba y Damion me dicen que tengo que superarlo pero yo no puedo, no después de que el haya sido una de las mejores personas que he conocido, me dio más amor del que yo necesitaba y estaré siempre en deuda con el.

–Oye ¿estas bien? - pregunta alguien.
Me levanto y veo que es Miki.
–Si, tranquilo - digo secandome las lágrimas.
–Bueno, adiós - se despide tímidamente.
Yo me despido de el con la mano y preparó todo para la clase que viene.

Las clases transcurren y es hora de volver a casa. Regreso junto a Damion ya que Alba vive hacia otra dirección, llegamos a mi casa y nos despedimos.

Al entrar a casa oigo tres voces y no dos como siempre, al pasar al Salón me encuentro con mi hermana y mis padres. Dejó todas mis cosas y corro a abrazarla, ha vuelto de gira, o por Dios tengo tanto que contarle...

Subo a mi habitación con mi hermana, como solíamos hacer de pequeñas y contarnos todo.

–Bueno ¿que tal la gira? - pregunto emocionada.
–A sido un sueño, he sentido como si todo el mundo se parase - cuenta mi hermana.
– ¿Las ciudades que más te han gustado? - sigo hablando.
–... Valladolid, Málaga, Vigo y Barcelona - responde.
–¿Me llevarás alguna vez? - lo intento por enésima vez.
– Como vas a acabar la carrera y cantas muy bien, que te parece si no sólo te llevó a un concierto si no la gira entera - suelta de golpe.
–ESTARÍA GENIAL!! - la abrazo.
–Justo empiezo la nueva el 19 de septiembre - dice.
– No... - digo sin creermelo.
– ¿Que pasa? es tu cumpleaños - dice confusa.
–Ya pero... - lágrimas caen por mi rostro.
–¿Pero? - sigue confusa.
–Ese día me gusta ir a verle - agachó la cabeza.
– ¿A quien? - continúa.
–A Alfred... - acabo asumiendo.
–Pero es tu novio puedes verle cuando vuelvas - comprende mi hermana.
Rompo a llorar, Míriam no entiende nada, intento calmarme, pero nada. Cuando ya estoy más tranquila le cuento lo que pasó con él.
– Ay, si quieres podemos ir por la mañana y por la tarde salir - se preocupa mi hermana.
– Esta bien... - intento reanimarme.

Me alegro de que haya vuelto, hace más de dos años y ya con 21 tacos necesito una hermana.