Domingo 21 de Septiembre del 2014
Me encuentro una vez mas analizando cada parámetro de mi vida, incluyendo las cosas buenas hasta encontrarle un lado malo, recibo una llamada, contesto y escucho su voz, esa voz que amo, esa voz varonil; nuestra conversación esta llena de silencios incómodos, hasta que decido decirle lo que siento, me dice que yo sola me hago daño, que yo sola me deprimo, me pregunto si esta lloviendo y luego caigo en cuenta de que son mis lagrimas que caen al ritmo de cada una de sus palabras que ahora hieren cuando antes eran palabras de apoyo y amor, y ahora son palabras cortantes, pero se que ahora es una herida abierta pero esta se cocerá con las agujas del reloj, se que todo lo que vino se irá, las personas cambian y los recuerdos se perderán en el fondo oscuro del mar, aunque no importa por que nado sin rumbo alguno; la vida me golpea pero yo solo me aturdo, no reacciono, y me odio por eso.
Siento que vuelo, y balazos uno a uno perforan, trate de volar alto aunque no tenga alas, pero el golpe al caer fue mas doloroso de lo que fue volar y olvidarme de todo por un momento, de tanto mirar atrás me estrelle con el presente; la vida no para por nadie, y a nadie le importas en realidad.
Y yo ya no quiero ser princesa, mi sangre es real pero la corona me pesa, me pesan tantas cargas que me doy por vencida y tu solo escucharas los llantos de esta niña suicida.
Pero me doy cuenta que ahora soy hija de puta y fría pero es por que soy lo que e vivido y vivo por lo que soy, no me gusta ser lo que soy pero soy así por que conmigo fueron así.
Y no lloro por llorar, mire mi cara blanca en el espejo, se va oscureciendo, y mi reflejo llora, levanto mis palmas para rendirme, las manos me las llevo hasta detrás de la cabeza y quiero gritar y llorar a todo pulmón, pero nunca lograre hacerlo, muerdo mi labio inferior con gran fuerza para detener el gran sollozo de dolor, no físico pero por dentro estoy destruida; maldigo al mismo chico que me hace sentir tantas cosas que nunca imagine llegar a pensar, me duele pero es un dolor inevitable, lloro aun con mas ganas, y lo vuelvo a maldecir, lo maldigo por que por su culpa lloro hasta quedarme dormida, y duermo hasta despertar para seguir lamentándome y llorando.
Me prometo ya no llorar hasta quedarme dormida como una total estúpida, pero como siempre mis intentos son en vano, es tan solo una promesa rota mas, pero esta vez es una promesa que rompí hacia mi misma, extrañamente esa no es la promesa que mas me duele romper, la promesa que jamas me perdonare por romper es el haberle prometido dejar la cuchilla a un lado, olvidarme de ella pero no logro hacerlo y que de una segundo al otro el lavabo este cubierto de sangre que chorrea por mi brazo izquierdo mientras en mi mano derecha sostengo el arma, me quiero matar pero no tengo el valor y así concluyo mi ritual casi diario, con un brazo sangrante, lagrimas en los ojos y un corazón roto...
