Bailey es una adolescente a la cual le encantan las fiestas, los deportes y la moda. Una noche asiste a una fiesta con su mejor amiga Angelic a la cual pierde de vista nada más llegan. Se emborracha hasta perder el conocimiento despertando en la mad...
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Promesa Moroi Bailey 🌸🌸🌸
Sentada en el capo del auto de Alec veía como este me curaba la mano pasando algo de crema y vendando mis nudillos. Esperaba la llegada del director porque sé que Ashley le habrá ido a llorar por su nariz rota y estoy segura que también le dirá que golpe a su novio. Nicolás no reporto que la que le propinó un golpe en el instituto fui yo, no porque me tuviera miedo sino porque soy una chica y le deje sangrando la nariz. Alec besa mi mano cuando la termina de vendar y como si estuviéramos en la enfermería me regala una paleta de limón.
– Por ser una buena niña – sonrió tomando el dulce, nunca fui muy fan de los caramelos, ni siquiera cuando era niña y para mi madre eso fue un alivio. Así le era más fácil el negarme comer dulces antes de la cena.
– Gracias por ayudarme – bajando del capo de un salto quedo parada frente a Alec que me mira con esos ojos que comienzo a apreciar. El agacha su cabeza y mi cuerpo reacciona llevando mis manos a su nuca y poniéndome de puntillas. Cierro los ojos esperando saborear sus labios una vez más, pero eso no pasa porque alguien grita mi nombre.
– Señorita Bailey Clark a mi oficina de inmediato – el director es un hombre viejo, amigo de mi padre de muchos años y con una mentalidad conservadora. Mordiendo mi labio me alejo de Alec abriendo mis ojos para verlo igual de decepcionado que yo, no era la única que deseaba este beso.
Solté el agarre de mis manos alrededor de su cuello, me era tan difícil alejar mis manos de su persona. Girando hacia donde se fue el director acomodo mi gorra y camino con las manos en los bolsillos de mi abrigo. Pisando la nieve de las escaleras entro al instituto saludando a algunas personas. Se que tengo un carácter algo fuerte y que voy dando golpes por la vida a las personas que me hacen enojar, pero soy una persona bastante social.
Cuando llegamos a la oficina del director su secretaria está ocupada atendiendo llamados y enviando correos a padres citándolos por el mal comportamiento de sus hijos. Pasamos de largo a la mujer y entramos directamente a la oficina. Me siento frente al escritorio en la incómoda silla, el director se deja caer en su silla de cuero y junta sus manos viéndome.
– Bailey tu compañera Ashley Coleman vino con la nariz rota y te acuso a ti de haberla golpeado – el director a lo largo de los años aprendió que no debe alterarse por lo que hacemos los adolescentes, pero logro inculcar respeto con solo alzar una ceja. – ¿Algo que tengas que decir? – apoyando su espalda en el respaldo de la silla de cuero me miro con los dedos entrelazados sobre su pecho. Era como si estas cosas le pasaran tan seguido que ya tenía un manual en su mente con frases de él o ella empezó.
– Ashley empujo a Angelic Black en el pasillo, ella tiene el tobillo lesionado y está usando muletas. Se merecía mucho más que una nariz rota mi compañera – cruzándome de brazos me deje hacia atrás en el respaldo de la silla con enojo.
– Escucha esta es tu primera vez en mi oficina, no voy a llamar a tus padres, ni tampoco reportare esto en tu expediente, pero si te quedaras tres días suspendida – quede perpleja por las palabras del director. En los pasillos corrían rumores de que sus castigos eran crueles, pero estoy empezando a sospechar que son puras mentiras.
