Capítulo 3: Clase E

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POV. Normal

Era bastante noche en Japón, en las calles en completo silencio solo se escuchaba el ladrido de los perros y el maullido de los gatos, pero pese a toda esa calma el ruido de un motor y de unas llantas sobre el negro y costoso pavimento de una de las secciones más adineradas de la cuidad logró llamar la atención de unos cuantos vecinos que se asomaron a ver qué pasaba, pero al notar que no era nada importante regresaban a sus sueños. De un pequeño taxi bajó vestida una elegante mujer con un largo y hermoso cabello rubio, ella tenía varias maletas que acercó a la puerta de una las casas y con cuidado sacó una llave plateada con la que accedió al lugar.

Al entrar se quitó los zapatos y se dejó caer exhausta en uno de los sillones, había regresado de un largo viaje de trabajos, una lujosa pasarela de ropa de diseñador en Nueva York la había contratado hace dos meses así que salió de casa para poder trabajar. La mujer no se esperaba que su joven hija estuviera en la casa, ella creía que la menor estaba aún en el internado pero de repente escuchó un grito de parte de la chica y corrió lo más rápido que pudo para llegar a la habitación.

Al entrar, la chica de ojos violetas estaba temblando en la cama tapada con sus cobijas como un bollo, acababa de tener una pesadilla que se había vuelto bastante frecuente desde hace un tiempo.

-Basta porfavor ¡Juro que no haré nada malo! Ya no me portaré mal, me comeré todo el arroz del tazón y pondré atención en clase pero porfavor, por lo que más quieran ¡No me lleven al sótano!

-¡______!

-De verdad, no volveré a exceder los cinco minutos de baño y me despertaré puntualmente a las seis de la mañana pero porfavor no me lleven al sótano y no me vuelvan a poner las jeringas, duele de verdad- la chica balbuceaba miles de cosas que parecían sin sentido, pero en su pesadilla habían sido cosas tan reales, como si fueran una copia exacta de lo que hace años le pasó.

-¡______ reacciona!- gritó su madre y le jaló la cobija haciendo que la menor diera un brinco llegando al otro lado de la cama

-¡¿Quién es y que hace acá?!- preguntó ella tomando una navaja de abajo de la almohada y lanzandola pero por suerte por su mala puntería falló y no acertó a darle a la mujer que se quedó en shock por unos segundos antes de acercarse a su hija.

-_____, mi pequeña imachidzuku, no tienes que preocuparte. Soy yo, mamá- le dijo a la chica y ella se la quedó viendo un rato sin aclarar su mente. Pasaron unos minutos en silencio, uno bastante incómodo y después de reconocer a su madre la abrazó lo más fuerte que pudo.

-¡Mamá! ¿No hay Internado?

-No, no estás ahí

-¿No estoy en el sótano?

-No, estás en tu cuarto

-¿No hay señores malos en la puerta?.

-¿Eh? ¿Qué cosas dices? Acá solo estamos tu y yo- después de escuchar eso la chica se calmó y se volvió a acostar en la cama mientras trataba de volver a conciliar el sueño, la mujer se fué y regresó con una taza de leche caliente con unos bombones flotando. Le entregó la taza a su hija y ella le dio un sorbo para después dejarlo en la mesita de noche.

-Mamá...

-¿Si?- preguntó ella mientras le acariciaba el cabello a ______ que solamente sonreía aún con unas pequeñas lágrimas en los ojos por la pesadilla que casi se desvanecía por completo.

-¿A dónde fuiste por tanto tiempo? ¿Fue una pasarela o una sesión de fotos? ¿O fue un comercial? Recuerdo que shuu~ y yo veíamos la tele todo el día para ver si aparecías en algún comercial ¡El mejor era el de la línea de ositos de peluche en el que eras la que promocionaba a la juguetería!- tras esos comentarios de la chica la mujer empezó a reir, pero algo que casi nadie notaba era la cansada y triste mirada azul que tenía.

¿Asano tiene una hermana? (Karma × TN) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora