Capítulo 21: Recuerdos

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POV. Normal

-¿Por qué tengo tantas cosas en mi habitación? Es difícil subirlas al ático- susurró mientras intentaba mover todas sus cosas al ático- En realidad yo quise pasarme para allá porque están empezando a llenar mi habitación de cosas para preparar la habitación del bebé.

-¡_____! Baja, tu padre está acá- gritó Kagura y ella dejó todo en el piso y bajó lo más rápido que pudo.

-¿Cuántas veces te he dicho que no bajes corriendo?- preguntó su padre al verla y Gakusuu se rió.

-¡Hola! ¿Por qué estás tan despeinada? Pareces un león- dijo Gakusuu y puso sus manos al lado de su cabeza simulando la melena.

-¡Oye! Es que estoy acomodando unas cosas y me despeiné ¡Juro que si me peiné!- gritó y Gakusuu empezó a perseguirla por el patio, Kagura solo sonrió y entró a la casa con Gakuhō sentándose en la mesa del comedor.

-Tus hijos se ven muy felices cuando están juntos, dime loca pero los he notado algo raros desde hace mucho tiempo.

-¿Raros?- preguntó el mayor y ella asintió.

-No lo sé, los dos tiene una sonrisa hermosa pero casi no sonríen y a veces al verme a mí o a ti bajan la cabeza, pegan los brazos al cuerpo y pasan sin hacer ruido. No seré su madre pero el poco tiempo que llevo conviviendo con ellos me ha hecho encariñarme y por eso me preocupan sus actitudes.

-Kagura, no hay nada de qué preocuparse, ellos dos están bien. Siempre han actuado así y no es por nada en específico, lo hacen desde pequeños para no interrumpir las juntas que yo tenía con los profesores y es algo que ellos solos se han creado- contestó Gakuhō y Kagura asintió feliz creyendo plenamente en su esposo y en sus palabras que no llevaban ni un cuarto de verdad.

-Eso me tranquiliza entonces- contestó mientras veían a los dos adolescentes jugando. La mujer se levantó y fue por un vaso con agua, en el instante en que ella se fue la mesa el adulto respiró silenciosamente.

-Esos dos mocosos me meterán en problemas algún día- susurró recordando los días en que los dos niños cuando tenían cerca de 3 años lo sacaban de quicio con sus preguntas estúpidas a su parecer. Puso los codos en la mesa y sin cambiar su expresión sería seguía observando como sus dos mellizos se correteaban por el patio jugando con la poca inocencia y alegría que les quedaba y que no les había sido arrebatada aún. Por momentos se sintió culpable pero al recordar que todo lo que hace es para el bien de sus dos hijos se calmó.

En su cerrada burbuja de pensamiento y de manera de educar no cabían las razones por las cuales podría pensar que estaba causando un daño en esos dos, el siguió creyendo que lo único que hacía era mantenerlos bien cuando en realidad estaba haciendo todo lo contrario a pesar de que sus intenciones eran buenas. A sus ojos todo lo que hacía estaba bien, sus hijos estaban bien, su familia estaba bien, su trabajo estaba bien y su pensamiento también. Él pensaba que sólo estaba abrumado por todo lo que tenía que cargar con respecto a su familia, no podía entender porque su brillante hijo no podía demostrar emociones enfrente de él o porqué nunca se acercaba a él. Tampoco entendía del todo porque su hija que al principio parecía normal terminó teniendo esquizofrenia y trastornos mentales ligados a ésta, se preguntaba del mismo modo porque si ______ tenía esa enfermedad porque Gakusuu no. Tampoco entendía las razones por las cuales Misaki quería el divorcio y mucho menos las razones por las cuales sus dos hijos querían saber la ubicación de la tumba de su madre si él les había dejado muy en claro que los muertos no reviven y que no tenía caso ir a ver una lápida vacía que ni siquiera contenía el cadáver de aquella mujer, y sólo era una manera de representar su pérdida y su falta.

-Cariño, he estado pensando bastante esto pero ¿No crees que sería buena idea que todos viviéramos en la misma casa?- preguntó Kagura haciendo que su esposo regresara de sus pensamientos.

¿Asano tiene una hermana? (Karma × TN) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora