capitulo 19

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(Disculpen los seguros errores cometidos, espero y disfruten el capítulo)

Narrador pov

- ¡Señor Deku! -

- ¡Eri! -

- Señor Deku...

- ¿Eri? -

- ¡¿Por qué estás lleno de curitas?! - (si no saben que es una curita, al menos aquí en México es una bandita que se pone en una pequeña herida, o algo así :v)

- Si...yo también me alegro de verte jaja... -

Un día después de los encuentros que se habían dado entre las clases de primer año, a Midoriya se le dió el permiso de ir a su casa por la tarde, esto para recojer a Eri y llevarla a U.A, aunque... su bienvenida no había sido la mejor.
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- Y así fue como me lastime... - contesto Midoriya ligeramente nervioso

- Ya veo...como quiera debería pelear con más conciencia Señor Deku - dijo Eri con un ligero puchero

- S-si - "¡¡QUE TIERNA!!" dijo/pensó el peliverde

- Bueno, supongo que deberíamos dormir -

- Oh, es verdad, se me pasó el tiempo bastante ra—

Un potente y estridente ruido interrumpió al peliverde, el cual rápidamente se puso alerta por si acaso se trataba de algo malo, aunque al prestar atención a su alrededor pudo distinguir el sonido de gotas cayendo, al parecer solo estaba lloviendo

- Ah... - suspiro Midoriya, se había preparado para nada - si que me asusté jaja - pensó que la albina le respondería, pero solo se quedó esperando la respuesta - ¿Eri? - Midoriya bajo un poco la mirada y vio a la pequeña temblando ligeramente - ¿Te dan miedo los rayos? -

- So-Solo un poco - dijo Eri en casi un susurro

- Ya veo, ¿Te parece si me quedo contigo un poco más? - pregunto el peliverde con una sonrisa

- Me gustaría - volvió a decir en un susurro la albina
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Ambos estaban en el cuarto de Midoriya, ahora mismo estaban viendo la televisión, más específicamente, una película cualquiera. Midoriya había buscado varias cosas que puedan hacer que Eri se pudiera distraer y se olvidará un poco de la repentina tormenta, pero nada servía, o al menos eso demostraba hasta ahora.

- Eri, ¿Puedo preguntarte algo? - dijo curioso el peliverde

- Si, claro - le respondió sonriente la albina, a pesar de que la tormenta no paraba, estar con el peliverde la hacia sentirse... Tranquila.

- ¿Qué te gustaría ser de grande? -

Algo que temía el peliverde, era que Eri pudiese guardar rencor por lo vivido en su infancia, y honestamente no la culparía, sería más que aceptable tener un increíble odio guardado por eso

- Yo... Yo quisiera ser una heroína, ¡Como el señor Mirio! -

- O-Oh ya veo jaja a m—

- No... También me gustaría ser como usted... Después de todo, ambos... ¡Ambos son mis héroes! - dijo una sonriente Eri

"Es demasiado adorable" pensó un Midoriya cegado por la luz que parecía emitir la albina

Un sentimiento inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora