Capítulo 1

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Me levanto cada mañana y realizo la misma rutina hacer un poco de ejercicio, comer, y salir en dirección a la parada de bus para poder llegar a mi trabajo. Pero no sé por qué razón hoy era un día diferente para comenzar mi celular se descargó en el transcurso de la noche, por consiguiente, no sonó mi alarma y ahora estoy tarde para poder llegar a tiempo al trabajo. Llamé a la oficina para informar sobre mi retraso, algo bueno se saca de ser puntual la mayoría del tiempo, te otorgan privilegios o simplemente te creen la mentira que te salva el trasero en tu trabajo.

—Andrea soy yo Elena le podrías informar a Joseph que no me espere para la reunión me ha dejado el bus y he tenido que venir caminando.

—Claro, pero será mejor que te apresures, Howard vendrá hoy a hacer revisión, pero tranquila te cubro mientras llegas.

—Gracias de verdad, te debo una.

Salgo lo más rápido que puedo de mi apartamento y me dirijo hacia la acera para ver si puedo conseguir un taxi, pero para mí mala suerte no veo ninguno así que después de toda mi mentira se volvió realidad.

Corro hacia el ascensor antes de que se cierren las puertas. Me debo de ver hecha un desastre solo espero que el ascensor no sea mandado a llamar por muchas personas pero cómo hoy no es un día bueno para mí, en el edificio se va la luz y ahora me quedé encerrada entre cuatro paredes de metal junto a las demás personas. Solo espero que no me entre en un ataque de pánico porque ahí sí que la hago toda.

Llevamos aproximadamente más de treinta minutos aquí metidos y ya hay varias personas que están empezando a entrar en pánico al menos yo intento ayudar junto con otros colegas a calmarlos y mientras yo pienso en las palabras de mi madre mantén la calma, respira hondo escucha tu corazón y nunca seas cobarde vence el miedo con valentía ya verás que pronto todo pasará. Me repito a cada segundo eso en mi cabeza y supongo que eso es lo que me ayuda a no acabar como esas personas.

Al menos quince minutos más bastaron para que el ascensor volviese a funcionar y poder disponerme ahora si de ir hacia mi oficina y correr hacia el despacho de mi jefe antes de que el jefe de la compañía preguntara por mí.

Cuando veo la hora en mi computadora me doy cuenta que no he tomado mi descanso para el almuerzo y que solo faltan dos horas para salir del trabajo. Sacó una galleta que tenía en el bolso para saciar el hambre hasta que pudiese llegar a casa y comer como se debe.

Me despido de Andrea y le doy las gracias por cubrirme en la mañana, salgo del edificio y me dirijo hacia una cafetería para ordenar comida ya que no tengo ganas de cocinar porque a cómo ha ido mi día capaz y termino quemando la comida.

Al entrar en el local se oye la típica campanita que anuncia mi llegada, me dirijo a la caja para ordenar.

—Bienvenida, en qué le puedo ayudar. — le sonrió a la chica y veo el menú que me extiende. — El plato del día de hoy es pescado empanizado con ensalada verde, bebida de maracuyá y de postre un mousse de melocotón.

De verdad que hoy no era mi día hasta el especial contenía pescado y siempre era el platillo que estaba más rápido y barato pero prefiero esperar antes de terminar en el hospital por ingerirlo.

—Gracias, pero prefiero el pollo a la carbonara con extra de hongos, ensalada verde, una limonada con hierbabuena y un cheese cake, todo para llevar por favor.

La chica anota todo en la computadora y me sonríe me dice que tome asiento mientras está lista mi comida.

Tomo mi celular y le mando un mensaje a Christine y le pregunto por mi ahijada y mi ahijado son unos niños adorables de dos años.

Christine

Están bien, los he dejado con la niñera, Oliver y yo decidimos tener un momento a solas y relajarnos sin escuchar el llanto de los mellizos.

Lena

(Cara picarona)

Cuídense. Recuerden que este fin de semana me toca hacer el almuerzo de familia del domingo y no se les olvide llevar el postre.

Christine

De acuerdo nos vemos entonces y Oliver te manda saludos (emoji de corazón) te quiero.

Les mando un audio diciendo que yo igual y bloqueo mi celular.

La campanita vuelve a sonar, no vuelvo a ver quién ha entrado hasta que escucho la voz de un chico en la caja que no está largo de donde estoy sentada, vuelvo a ver al Chico he inmediatamente me arrepiento de haberlo hecho el chico también me ve, pero me hago la desinteresada y él dirige su atención al camarero para terminar de ordenar. Escucho el chirrido del asiento al sentarse una persona en el, observo por el rabillo de ojo y descubro que es el mismo chico que estaba ordenando.

—Hola soy Lu... — lo interrumpo antes de que termine de presentarse.

—Sí, se quién eres no hace falta que juegues a ser coqueto conmigo, Luke.

—Bueno pues estamos en desventaja porque al parecer yo no te conozco, chica misteriosa.

Mi celular suena con el sonido de un mensaje lo reviso y es de Christine.

Christine

Sorpresa hay novedades en la ciudad, Oliver me acaba de contar.

Lena

¿Qué clase de sorpresa es?

Christine

Hasta el almuerzo del domingo te cuento.

Lena

Si es por Luke de novedoso no tiene nada.

Christine

(Me manda una cara de sorpresa), 

Aburrida ¿Cómo te enteraste?, apenas llegó ayer por la noche.

Lena

Está sentado a mi lado en la cafetería del centro y al parecer no me reconoce, hablamos el domingo ya me voy de acá. Besos disfruten la velada.

Christine

De acuerdo, pero de esta no te salvas hablamos el domingo.

—Señorita aquí tiene que disfrute de su cena.

Le sonrío a la chica que llegó con mi pedido y dispongo a levantarme. Luke parece que está procesando de donde me conoce. Y hasta que me levanto y lo vuelvo a ver recuerda quien soy.

— ¿Lena? Vaya que has cambiado ahora eres castaña.

—Corrección siempre lo he sido solo que cuando nos conocimos estaba  en mi etapa de probar cosas diferentes y mi cabello era rubio.

Me doy media vuelta y me voy al llegar a la puerta lo observo y tiene el ceño fruncido quizás por haberlo dejado con las palabras en la boca.

Cuestión de tiempoWhere stories live. Discover now