Entre la oscuridad de la noche y la suave respiración del castaño, Jeon seguía con la mirada perdida entre las delicadas facciones del contrario, entre lo poco que la luz exterior a la habitación le permitía ver, acaricio suavemente las mejillas del castaño, Tae dormía tan profundamente que era ajeno a este momento, Jungkook sonrió, había extrañado esto, por tantos días y noches.
-Te prometo cambiar, ser el mejor, solo por ti- susurro y antes de que durmiera, dejo un tierno beso en la nariz de Tae.
Después de aquella noche, pasaron un día los cuatro juntos, salieron a cenar, ambas parejas estaban a gusto por convivir un rato como en los primeros días al conocerse.
Esa misma tarde Jeon se llevó el regaño de Tae y Jimin, al enterarse que después de lo sucedido con Tae y al descuidar su empleo, perdió su puesto en la cafetería donde trabajaba.
-Créanme que mi mayor prioridad era Tae, por eso, sin querer, descuide mi trabajo, incluso Hoseok hyung me regaño cuando fue al departamento- continuo comiendo, escuchando las risas de sus mayores, seguido de eso un tierno beso se instaló en su mejilla, se giró y pudo observar el pequeño sonrojo que en las mejillas de Tae se coloreaba.
Su relación se estaba reconstruyendo más rápido de lo que incluso ellos pensaban, Tae había regresado al departamento, extrañaba tanto ese lugar, la comodidad del silencio en su habitación, sus noches de desvelo con Jungkook y más.
Miraban una película en la sala, Tae se encontraba entre los brazos del pelinegro, apoyando su espalda en el pecho de este mientras ambos prestaban atención a la comedia romántica que Tae había elegido para aquella noche.
Jeon tomo entre sus manos las de Tae, apoyándolas en su abdomen mientras que en un gesto cariñoso, frotaba su mejilla contra el suave cabello castaño del mayor.
Bajo un poco más su rostro, posando sus labios repetidas veces en su cuello. Tae se acomodó un poco, dándole mayor acceso a aquella parte tan sensible de su cuerpo, cerró sus ojos, permitiéndose disfrutar del tacto.
Pequeños roces en sus muslos lo hicieron despertar de aquella ensoñación, la mano de Jeon se había colado dentro de su camiseta, el frio tacto le hizo estremecer, sin embargo él no se negó y le dejo continuar.
La película había pasado a segundo plano cuando el pelinegro hizo a Tae girar, haciendo que quedara sentado a horcajadas sobre su regazo y sus labios se encontraran en lo que empezó, como un beso inocente y que poco a poco se había tornado más pasional.
-Te he extrañado tanto- susurro, ocupando nuevamente sus labios en el cuello del castaño, quien inevitablemente y en forma de respuesta, comenzó a mover su cadera por sobre la entrepierna de Jungkook.
Soltó una pequeña risa al notar aquello, levantando un poco la vista, noto el sonrojo que se tintaba en el rostro de Tae. Lo tomo de sus muslos, levantándose con el enfrente y llevándolo a la habitación que ambos compartían.
Cuando llegaron a la habitación, Jungkook dejo al castaño suavemente sobre la cama, llenándolo de besos y caricias mientras que poco a poco lo despojaba de su ropa, de igual manera y con manos temblorosas, Tae quito primeramente su camiseta de Jeon.
Aquella noche nuevamente se entregaron el uno al otro, dejándose llevar por el momento y el silencio de la habitación, tocaron con suma delicadeza y dedicación sus cuerpos, y en cada caricia entregaron hasta el más sincero sentimiento y amor por el otro.
Su agitada respiración se acompaso con la del contrario una vez que ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo, descansaron sus cuerpos juntos, mientras intentaban recuperar el aliento. A pesar del calor aún presente, no se separaron del abrazo en el que habían caído.
El silencio se había instalado en la habitación, Jeon acariciaba el hombro desnudo de quien reposaba sobre su pecho, hasta que en un momento, aquel silencio fue roto por uno de ellos.
-Te amo- susurro el castaño con algo de dificultad.
Jungkook juro que en aquel momento había dejado de respirar, le tomo unos cuantos segundos hasta sentarse correctamente en la cama, haciendo que Tae imitara su acción.
-T-Tae... tu haz... haz hablado- el mencionado simplemente asintió y sonrió hacia su pareja, quien después lo había atraído a él en un gran abrazo, llenando después su rostro de varios besos. –T-tú, ¿puedes hacerlo de nuevo?-.
Esta vez el castaño negó, había hecho un gran esfuerzo por pronunciar aquellas palabras, pues las había estado ensayando, con sus hyungs y en su anterior terapia.
Aquella noche ambos durmieron tranquilamente, con una sonrisa en sus rostros. Necesitaban tanto estar juntos.
...
-¡¿Enserio Tae?!-.
Días después, Jimin había acompañado a Tae a otra cita, pues Jungkook había conseguido una entrevista de trabajo a la cual no podía faltar, así que el rubio con gusto se ofreció a acompañarlo.
Habían decidido pasar a una cafetería cercana, pues Tae tenía ganas de algo dulce aquel día, se encontraban sentados esperando por sus órdenes cuando Tae le paso su celular a su Hyung con un mensaje escrito en el.
"Hyung, quiero tintarme el cabello, ¿me acompañas?"
El menos asintió a su pregunta, estaba seguro, quería algo diferente.
-¿Y de qué color quisieras?-.
Esta vez Tae se quedó unos segundos pensando, hasta que una gran sonrisa se dibujó en su rostro.
...
-Tae, he llegado- grito esperando a que el mencionado lo recibiera.
Estaba tan cansado, aquella misma tarde en que asistió a la entrevista de trabajo, fue contratado.
Por parte de Hoseok se había enterado que una pequeña empresa necesitaba editores, para su suerte, contaba con horarios apropiados para cuando entrara a su último año de universidad, no iba a desaprovechar la oportunidad.
Escucho pasos cerca de él, cuando se giró de poner su saco en el perchero observo a Tae quien tenía una gran sonrosa en su rostro, Jungkook lo miro impactado.
Ahí estaba Tae parado frente a él, y su cabello, ahora era... azul.
Jeon juro que se había enamorado un poquito más.
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