Sonríe por mi, Ricky

Capítulo 9

RICKY'S POV.

Comencé a cantar mi canción favorita, A Trophy Father's Trophy Son, de Sleeping With Sirens.

Él escuchaba en silencio, fundiendose en la melodía y en la letra de la canción. Cuando llegué de nuevo al estribillo, pude ver una lágrima recorrer su rostro. Inmediatamente pare de tocar y cantar y baje la guitarra.

-¿Qué ocurre?¿Estás bien? -realmente estaba preocupada por él.

-Sí, yo...lo siento, solo me emocioné demasiado con la letra,no es nada.-Se limpió rapidamente la lágrima y me sonrió de la manera mas creible que pudo.

-¿Seguro?

-Estoy bien, tranquila.

-De acuerdo. ¿Quieres ver una película?

-Claro, por qué no. ¿cuál quieres ver?

-Estaba pensando en "En Llamas". ¿Qué te parece?

- ¡Estupendo! Me encanta esa película.

Bajé las escaleras e hice palomitas. Cuando estuvieron hechas, subí a mi cuarto y vi que Mike ya había puesto la peli y me estaba esperando sentado en la alfombra, tapado con una manta.

-He traído palomitas, hazme un sitio.

Palmeó un hueco a su lado, invitandome a sentarme.

Después de ver casi toda la película, sentí mis ojos muy pesados y me acabé durmiendo en su hombro.

MIKE'S POV.

Sentí algo apoyarse en mi hombro y me giré lentamente. Ahí estaba ella, durmiendo como un ángel. No quise despertarla cuando terminó la película,así que me quedé observando su rostro tranquilo. Como hoy no estaba Sam en casa decidí quedarme con ella. Después de unos minutos yo también caí rendido.

Me desperté por culpa de algunos rayos de Sol que se filtraban entre las cortinas. Me giré para ver si Rick seguía a mi lado y la encontré tumbada sobre mi pecho, con sus lavios entreabiertos.
Aquella imagen hizo que me sonrojara, realmente quería besar esos labios, pero no sabía cómo reaccionaría ella.
Lentamente, fui acercándome a su rostro y acabé por juntar nuestros labios. Al principio no hubo respuesta por su parte, pero pronto pude notar que me correspondía con ganas.
Me sorprendió, pero no me aparté. Poco a poco el beso se hizo más intenso y de un momento a otro, la tenía subida a horcajadas sobre mi, a lo cual yo solté un gemido.
Al final acabamos por separarnos y noté que ella estaba sonrojada.
-Buenos días.
-Bu-buenos días.
Me divirtió su tartamudeo, yo también estaba nervioso y me alegraba saber que yo causaba eso en ella.