Delirio

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Esa luz me cegó. Estaba tumbada en una camilla. ¿Que coño pasaba? Tenía lagunas en la memoria. Intenté levantarme y una enfermera me sujeto las muñecas.

-Quédate quieta, las heridas aun son recientes- pronuncio esa mujer

Obedecí a la mujer y me quedé tumbada en la camilla. Cerré los ojos y me quedé tendida en la cama. Volví a abrir los ojos. Notaba los pies. Podía notarlos. Me levanté un poco y saqué un pie por las sábanas. Tenía el pie recuperado. No había ningún rastro de ninguna herida en mi pie. Saqué el otro pie. Tampoco tenía nada. Acabé de sacar la sábana y me levanté. Camine un poco por la sala, tenía los pies recuperados. Me volví a meter en la cama. Una enfermera entró por la puerta y empezó con el protocolo habitual. Observó el fichero que estaba al lado de la cama. Apunto un par de cosas y lo volvió a dejar. Se acercó a mi y me preguntó como me encontraba esa mañana. La agarré del brazo cuando acercó su mano a mi frente.

-¿Donde esta Eminem?-pregunté

-¿Perdona?-dijo extrañada

-Marshall Matters, ¿sabe donde esta?

-El señor Matters se encuentra en otra habitación, tiene restringidas las visitas por el momento

-¿Podría darle un mensaje?

-Claro, dime-contestó

-Dígale que estoy bien, soy __________

Le solté la muñeca a la mujer. Se acarició con la mano la muñeca que le acababa de soltar y salió por la puerta. No las tenía todas conmigo. Esa mujer tenía mala pinta. Me sonaba su cara, pero no sabía de que. Me levanté de la cama y miré por la ventana. Me sonaban esas vistas. La ventana daba a una verja de metal, esa verja me sonaba demasiado. Me dolía la cabeza. Me venían visiones a la cabeza. Visiones extrañas. Recordé como Eminem me llevaba cogida y corríamos buscando una salida. Volví a tocarme la cabeza. También un hombre con un cuchillo en la mano. Eminem rozándome con sus manos mi cuerpo. Saqué la mano de mi cabeza y caí al suelo. Me desperté encima de un sitio blando.

-Si sigue así tendremos que hacerlo ya-dijo una voz

-Solo nos dará problemas esta puta-dijo otra voz

-Ha de sufrir un poco más, la chica puede ser útil- distinguí esa voz

Esa voz me resultaba familiar. Era la voz de la mujer loca. Aquella que le disparó a Eminem en el brazo, era su mujer. Bueno no se bien bien si era su esposa o que era. Creo que era su ex mujer. Si, creo que era eso.

-¿Que esta pasando?-dije confundida

-Nada cariño-dijo la mujer

Se acercó a mi con una inyección y me la colocó en el brazo. Noté como el líquido penetraba en mi vena. Segundos más tarde perdía el conocimiento. Me desperté más tarde con el cuerpo desecho, notaba como poco a poco se iban despertando mis extremidades. Decidí quedarme allí quieta hasta tener el absoluto control de todo mi cuerpo. Pasó un buen rato hasta que fui consciente de en donde me encontraba. Seguía en aquella maldita casa, pero estaba con la puta loca que quería matarnos y con el loco del cuchillo de carnicero. Me levanté y me vestí con mi ropa que estaba encima de un sillón. Abrí con sigilo la puerta y salí de puntillas intentando no hacer ruido. Me acerqué a la puerta contigua y vi a Eminem. Esbocé una sonrisa al verlo, se encontraba bien, o eso me parecía. Miré hacía un lado y después el otro. Me metí en la sala hasta llegar a donde se encontraba Marshall tendido en una cama. Quité la sábana y vi que estaba atado de manos y pies. Saqué las correas que le apretaban la piel. Eminem hizo un movimiento brusco, un poco más y me da una cachetada. Me aparté y me lo quedé mirando. Tenía los ojos rojos de llorar, ¿llorar?. Me miró y sonrió.

The Marshall Mathers-EminemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora