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-¡Abre la maldita puerta Jungkook! ¡Carajo hazlo ya! -Grité y lloré golpeando la pared hasta que él de una patada tumbó la madera, Jiminie estaba tirado abrazando sus rodillas llorando y corrió hasta mi abrazándome.
Jungkook revisó la habitación encendiendo la luz, vimos que la ventana estaba quebrada.

-¿¡Qué pasó, hijo!? -Pregunté entre sollozos.

-¡El señor del parque entró y me haló, quería llevarme con el! -Gritó lloriqueando.

Miré a Jungkook con lágrimas, el tomó su teléfono y le marcó a los oficiales quienes no tardaron en hacerse presentes, JK les explicó todo y se quedaron afuera de la casa. Yo por mi parte me llevé a Jiminie a mi habitación y antes de entrar con el, Jungkook me tomó de la mano.

-Mía, por favor perdóname.

-Vi que te habías quedado dormido afuera de la habitación, no tenías que hacerlo. -Le dije con seriedad. -Entra -Le indiqué con la cabeza -Nuestro hijo nos necesita.

Dormimos los tres aunque a todos nos costó trabajo.
Toda la noche me rondó la misma pregunta: ¿Es Taehyung? ¿Regresó por nosotros?

Por la mañana Jungkook ya tenía a varios hombres en la casa poniendo cámaras por todos lados.
Me acerqué para ver los movimientos y JK me miró triste:

-Mía, escúchame por favor… -Quiso tomarme de la mano pero me alejé de inmediato interrumpiéndolo:

-Por favor no maltraten la pintura ¿vale? -Los trabajadores asintieron y me marché, fui con Jiminie y salimos al jardín a jugar mientras terminaban de colocar las cámaras.

[...]

Jungkook.

Estaba realmente arrepentido por haber lastimado a Mía y no me justifico pero el hecho de que cabe la posibilidad de que Taehyung y su obsesión por Mía haya vuelto me tiene loco pero si de algo estoy seguro es que volvería a matar una y otra vez por mi, por mi familia; estoy seguro que la sed de sangre, el usar armas, ver el cuello de alguien explotar en ese color carmesí nunca se ha alejado de mi, usaría mil veces mas la máscara de conejo solo por mantener mi tranquilidad y al monstruo de mi pasado sumergido en mi interior.

Todo el día Mía se la pasó ignorándome y no la culpo, el temor debió volver cuando volví a ponerle la mano encima.

-Papi ¿por qué tu y mami no hablan mucho el día de hoy? -Preguntó Jiminie y de inmediato crucé miradas con Mía quien solo se limitó a quitar rápido los ojos de encima mío.

-Mami está molesta conmigo pero ya se le pasará. -Dicho esto Mía azotó el bowl de ensalada encima de la barra de la cocina provocando que Jiminie diera un saltito y yo la mirara fijamente, ella río sordamente y entre susurros dijo:

-Claro, ya se me pasará como todo mi pasado ¿no? -Preguntó con sorna y sarcasmo y se dirigió a la habitación dejándonos perplejos a los dos.

-Hijo tengo que hablar con mami ¿vale? quédate aquí. -Le tendí el bote de helado y un cubierto y me fui directo a la habitación que desde el otro lado de la puerta podía escuchar sus sollozos.
Di dos golpes a la madera con mis nudillos y entré, ella estaba tendida en la cama llorando abrazada de una almohada, me senté a su lado pero ella parecía ida, como si yo no fuera mas que un ser invisible.

-Vete de aquí, Jungkook, quiero estar sola. -Fue lo único que dijo, se secó las lágrimas y se giró dándome la espalda.

-Mía, por favor escúchame.

-Bien, si no te vas me iré yo. -Se iba a poner de pie y la tomé del brazo, ella se quejó quedito y pude ver que le había dejado morado por la noche anterior.

 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇWhere stories live. Discover now