ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇ

06

A la mañana siguiente eché todas nuestras cosas dentro de la maleta, sin embargo, antes de hacer cualquier otro movimiento me aseguré de que Jungkook no estuviera en la habitación y así fue, al parecer no había vuelto la noche anterior.

-Jiminie pásame aquella maleta. -Sobre cuclillas le miré señalando la maleta donde estaba la ropa de JK y la mía, Jiminie la arrastró y me la pasó:

-¿Ya nos vamos mami? -Preguntó antes d elanzarse a la cama para brincar en ella, me dediqué a asentir y a pedirle que me ayudara a sacar la ropa de Jungkook, había tomado la decisión, me iría con Jiminie sin él de nuevo a USA, tomaría mis cosas y dejaría la casa. No podía permitir que me volviera a lastimar y mucho menos a mi hijo.
Ya había echado nuestras cosas dentro de la maleta cuando la puerta de la habitación se abrió de par en par, era él, Jungkook había vuelto y en cuanto puso un pie dentro, ya se había dado cuenta de lo que estaba pasando, creí que sus impulsos le iban a atacar pero en cambio su mirar fue triste y lleno de desilusión.

-N-nos iremos. -Dije finalmente con un nudo en la garganta, tartamudeando y es que era tanto mi terror que incluso las palabras no me salían, él seguía sin moverse en el marco de la puerta.

-Bien… -Dijo finalmente cabizbajo -¿Pero al menos puedes acompañarme a un lugar? Jiminie puede venir también, es una sorpresa para ti. -Rascó su nuca, no iba a mentir, tenía miedo y más por el hecho de estar llevando a Jiminie con él, dudé, él lo notó y se acercó con paso lento hacia mi, mi primer reacción fue poner detrás mío a Jiminie y en ese momento Jungkook dejó de avanzar, estiró su mano en mohín de que la tomara para hacer impulso y ponerme de pie, la tomé temblorosa. -¿Vendrás? -Asentí.
Quiso tomarme de la mano al salir de la habitaión pero yo me negué.

-¿A dónde vamos papi? -Preguntó al fin Jiminie quien me salvó de hacerle el interrogatorio a JK.

-A la azotea del hotel, he pedido que me den permiso porque tengo una sorpresa para mami. -tanto Jiminie como yo abrimos los ojos como platos, lo tomé fuerte de su manito y él encongió los hombros en aprobación.

Llegando finalmente a la puerta, Jungkook la abrió dándonos paso, no vimos nada, el lugar estaba vacío así que los nervios me recorrieron la espina dorsal.

-¿Y la sorpresa, papi? -JK lo tomó en brazos y me aventuró a caminar derecho hasta llegar a una de las orillas de la azotea, quedaba justo frente al mar y la arena blanca, ahí vi la dichosa sorpresa, muchísimos pétalos rojos color escarlata estaban regados sobre la arena formando un: “Perdóname, Mía” junto a una mesita llena de fruta y comida.

-¿Lo has hecho todo tu? -Dije seca, distante; en el fondo me hubiera emocionaba bastante pero él había arruinado todo la maldita noche anterior, las marcas de sus grandes manos en mi piel seguían ahí y la suciedad y culpa me ahogaban cada que cerraba los ojos.

-Si… -bajó a Jiminie de nuevo hasta tocar piso, se acercó a mi y yo retrocedí, el sacó de la bolsa de su pantalón una cajita de terciopelo azul, entonces se hincó y cuando lo abrió apareció un anillo con una piedra roja hermosa, mi boca formó una “O” enorme y Jiminie se emocionó abrazando a Jungkook por el cuello. -Perdóname, perdí el control Mía, no quiero hacerte daño jamás y menos a él. -Señaló a nuestro hijo con los ojos. -Realmente estoy arrepentido, Mía.

Bufé y hablé: -No puedes venir diciendo que has perdido el control cada que me haces daño, cada que lastimas nuestra relación y vuelves al pasado, cada que te vuelves la bestia que eras antes. No lo voy a aceptar, no quiero que compres mi perdón con regalos y detalles como los de ahora, ya no, he tomado mi decisión y Jiminie y yo volveremos esta misma tarde a USA, sin ti. -Sin darme cuenta, las lágrimas ya estaban brotando de mis cuencas, las sequé con mi brazo desnudo y proseguí -No quiero escuchar nada más salir de tu boca, adiós.