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Sobreviví a través del infierno, no por mi sino por ti. Si lo sabes no lo dudes y por favor salva mi vida. El desierto que atravesé sin ti estaba seco, así que por favor abrázame rápido sé que el mar sin ti solo será desierto...

Ahora lo entendía todo, Choi había estado desde el inicio y sin saber nada se disfrazó y ocultó su verdadera identidad para alejarme y mantenerme al mismo tiempo con Jungkook, su hijo. Maldición, estaba tan cegada que ni siquiera había caído en cuenta de esa realidad tan importante en nuestras vidas.
Ahora estaba de nuevo con mi familia, Jiminie estaba vivo, no podía creer que estuviera con mi pequeño y aunque habían aun muchas cosas que no comprendía ahora por fin seríamos felices.
Después de que Jungkook y Choi me habían rescatado del hospital, él y yo habíamos estado ocultándonos de la justicia coreana, incluso nos habíamos ido un tiempo a Europa y ahora después de 8 años nos encontrábamos en Michigan criando a nuestro hijo.
La pesadilla había terminado o al menos eso creía.

-Hablé esta mañana con mi padre -Dijo Jungkook mientras se colocaba la corbata vino viéndose al espejo -Dice que aun después de tanto tiempo nuestro "caso" sigue apareciendo en la televisión coreana, quizás nos hemos vuelto una leyenda urbana para las nuevas generaciones. -Eso último lo dijo con un tono burlesco.

-Mejor quedar como leyenda urbana ¿no? -Pregunté mientras lo veía sentada en la orilla de la cama. -Hoy el clima está un poco nublado, no sé si debería llevar a Jiminie después del cole al parque.

-No parece que vaya a llover -Se puso las mancuernillas y se acomodó el cuello de su camisa blanca -Deberiás llevarlo, bueno, hora de partir, amor, nos vemos en la noche.

Besó mis labios seguido de mi frente, tomó las llaves del auto y salió de casa, lo puse cuando cerró la puerta y el perro ladró.
Ocho años y yo seguía sin saber nada de mi madre, Choi nos decía que ella estaba bien pero algo en mi siempre me decía que no era verdad.
Cuando viajamos a USA temíamos que nos fueran a encontrar acá pero gracias a Dios el rumor no se expandió hasta América.
A veces aun pienso en Taehyung y es que si supuestamente habían enterrado a mi hijo y habían encontrado su cuerpo pero al final solo fue una mentira es posible que con Taehyung haya pasado lo mismo y al final de todo el siga vivo, ese pensamiento me rondaba casi todas las noches y aunque las pesadillas de mi desaparecieron aun lo veo en mis sueños no como el malo sino como el chico bueno que el siempre planteó ser ¿Aun tenía miedo? Vaya que si pero es casi imposible que si el sigue vivo sepa en donde estamos.

[...]


Aun faltaba un rato para la salida del cole así que dejé mi ropa puesta sobre la cama y me metí a dar un baño; mientras caía el agua sobre mi escuché ciertos ruidos en el cuarto, cerré la llave y paré oreja pero no logré escuchar nada.
Al salir del baño estuve confundida, hubiera jurado que mi ropa la había dejado sobre la cama pero no, se encontraba ahora en el sillón, como fuera que hubiera sido no le presté atención, me vestí y salí directo al super mercado.
Caminando por los pasillos sentía una mirada pesada incluso como si alguien estuviera siguiéndome, agité la cabeza y sin mas terminé las compras, me dirigí directo al colegio.

Jiminie y todos los pequeñines salieron como almas que lleva el diablo de la institución:

-¡Mami! -Gritó corriendo hacia a mi, no me lo pensé y lo cargué aunque la no podía sostenerlo tanto tiempo

-¿Cómo te fue el día de hoy, mi amor?

-Bien mami, me saqué una A en la tarea de ciencias -Rió quedito -Nadie supo que papi y yo hicimos trampa. -Se subió al auto y se colocó el cinturón.

-No sé si debería felicitarte a ti y a papá o a Google. -Reímos los dos. -Pasaremos un rato al parque ¿quieres? -El asintió con una sonrisa enorme sobre la cara, manejé hasta allá, cuando bajamos le coloqué un jersey y corrió directo a los juegos con su pelota. Yo me senté en una banquilla y tomé mi celular, marqué el número de casa pero al final no me atreví a marcarle a mi madre.
Alcé la mirada y no vi a Jiminie por ningún lado, me puse histérica y comencé a gritar su nombre hasta que lo vi cuando un hombre de negro con la capucha de su sudadera puesta le tendió en sus manitos su pelota color rojo. Mi pequeño no le dijo nada, mi camino hasta el parecía que iba en cámara lenta y cuando al fin llegué y puse detrás de mi a Jiminie el hombre ya se había alejado.

-¡Te he dicho que no te alejes! -Grité furiosa y Jiminie solo agachó la mirada

-Ma-mami... mi pelota se voló, no quise alejarme, lo siento. -Le sobé su mejilla enrojecida por el frío, estuvimos un rato más y partimos a casa.

Cuando llegamos Jungkook ya estaba sentado en el sofá con las mangas de su camisa dobladas y se le iluminó la cara cuando Jiminie corrió hasta el aventándose y dándole un besito en la mejilla:

-¡Papi! Me saqué una A en la tarea que me hiciste. -Jungkook lo mató con los ojos pero enseguida le dije que ya sabía que la había hecho el.

-Vale, vale, no te ayudaré mas porque mamá se va a enojar.

Comimos tranquilos y nos vimos una peli de Disney hasta que llegó la hora de ir a la cama, llevé a Jiminie a que se lavase los dientecitos y lo arropé.

-Descansa, Jiminie, nos vemos mañana para ir al cole.

Apagué la luz y fui directo a mi habitación.
Jungkook estaba en boxers acostado en la cama, me miró con una de esas miradas pícaras que el sabía lanzar y me despojé de toda mi ropa, nos besamos y nos quedamos dormidos abrazados.
La noche pasó hasta que a las 2 con 30 minutos de la madrugada se escucharon ruidos de nuevo y es que no estaba loca porque esta vez Jungkook los había escuchado también, se puso de pie, no me dejó que lo acompañara y encendió la luz de la sala, volvió y dijo que había revisado todo pero que no había sido nada.

-Seguro que fueron los malditos mapaches tirando la basura. -terminó de decir aquello y los llantos estrepitosos de Jiminie llenaron la casa, entonces tanto Jungkook como yo corrimos hasta su habitación, Jiminie estaba cubierto de pies a cabeza con la colcha mientras chillaba, lo abracé y le dije que mamá y papá ya estaban con el, Jungkook revisó su habitación y checó que las ventanas estuvieras cerradas:

-¿¡Qué ha pasado, hijo!? -Pregunté tan asustada como el.

-El hombre con la cara quemada tocó mi ventana y me saludó, traía mi pelota. -Chilló mas duro.

Jungkook y yo nos miramos, yo asustada y el claro, escéptico.

-¿De qué hombre hablas, campeón? -Esta vez fue JK quien hizo la pregunta.

-E-el del pa-parque, papi...

Agité la cabeza en negación y cerré los ojos, JK no me quitaba de encima la mirada, logramos que Jiminie volviera a dormir y fuimos hasta la habitación:

-¿De qué hombre habla?

-Esta tarde, en el parque un hombre le tendió a pelota a Jiminie cuando se le voló, seguro que se le ha quedado la imagen y tuvo pesadillas.

-¿Tu viste al hombre, es el mismo?

-No, no lo vi, cuando llegué hasta Jiminie él ya se había ido.

La madrugada pasó rápido, no pude pegar un ojo en toda la noche.
JK y Jiminie a la mañana siguiente desayunaron y partieron juntos. El clima había estado espantoso así que salí al jardín para limpiar las hojas secas del pasto pero al abrir la puerta tropecé con una caja que estaba en el suelo, la abrí y dentro solo había una nota:

"Tu eres mia, Mía."

Enseguida volteé a todos lados pero no había nadie.

 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇWhere stories live. Discover now