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Caluroso día de marzo,el sol estaba demasiado bonito como para desperdiciar el día en casa haciendo absolutamente nada . Un caso especial,las jovencitas debían aprovechar,todas con shorts de jeans y minifaldas,cada una mostrando su encantó físico .Todas coquetas moviendo sus caderas exageradamente,muchas de ellas guiñandome uno de sus maquillados ojitos o tirándome un beso desde sus fuertes labios rojos,no entiendo porque,no necesitan arreglarse demasiado,no necesitas mostrar mucho para demostrar tu belleza.
Salieron todas,muchas,todas totalmente diferentes,una más linda que la otra, Rubias,Morenas,Castañas,Pelirrojas,
Hermosas y perfectas,pero por alguna razón ninguna llamó mi atención,ninguna me encantó como para voltear a verla,no voltee a ver a ninguna mujer hasta que paso ella,una linda castaña,alta,ni muy delgada ni muy rellenita,pelo debajo de la cintura,lindas piernas largas cubiertas por ese hermoso vestidito azul que le llegaba mucho más abajo de las rodillas . La vi venir desde lejos,entre más ella se acercaba mi corazón más fuerte palpitaba,la veía venir,con la frente en alto,sonriendo al ver un bebé en un coche,una linda flor o simplemente sonriéndo porque si,con sus pasos firmes pero sin movimientos bruscos,su largo pelo danzando con la cálida brisa,misma brisa que arrastró su dulce aroma hasta mis sentidos . Sentia que una misma diosa venia hacia mí,una belleza,misma belleza que dejó caer su libro justo cuando estaba pasando por mi lado,me agache al mismo tiempo que ella,fue un impulso,el mejor jodido impulso que pude haber dejado fluir en mi vida,mire su libro y sonrei,levante mi mirada,viendo su precioso rostro talladoo por las mismas diosas de la belleza dejandole un poco de todas ellas para por último perderme en esos gloriosos ojos color miel.

—William Shakespeare—solté aún viéndola a los ojos mientras le entregaba su libro

—Willian Shakespeare—Sonrio y se me fue el aire—Gracias,gracias por ser mi caballero hoy—Nos paramos y me extendió su mano

—Un gusto linda dama—tome su mano,sueve mano con olor a vainilla,la misma que segundos después Bese

—Porfavor—Solto una Sonora carcajada—Necesito conocerte,invítame a tomar un café así digo que si—se sonrojo y tapo si boca porque tal vez no pensó sus palabras

—Esta bien,por favor mujer preciosa valla conmigo a tomar un cafe—hice una reverencia manteniéndome en esta—Acá es en donde decis que si—susurré

—Esta bien...digo,si,si quiero—dijo eso y automáticamente hice cinco pasos para después mirarla y extenderle mi mano la cual tomo. — Pero es por el café no por vos—Me sentí en el cielo

Camino a mi lado hasta el café así como camino a mi lado durante toda mi vida.

Acá estoy,otra vez...escribiendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora