Capítulo 2: "Una posible traición"

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Charlie Weasley despertó antes que nadie la mañana siguiente

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Charlie Weasley despertó antes que nadie la mañana siguiente. Resultó algo extraño incluso para él quien tendía a tener consciencia del mundo después de las doce del día; nadie podía culparlo, después de todo fue difícil acostumbrarse a las enormes diferencias que existían entre Rumania y el lugar tan frío en el que en ese momento se encontraba. Lo único que deseaba era quedarse en cama unos minutos más, cubrirse con las mantas y abrazar a Cécile antes de comenzar con sus tareas del día.

Sus planes se fueron abajo cuando, girándose al lado contrario de la cama, su brazo se encontró con un profundo vacío que antes correspondía al lugar que el cuerpo de Cécile ocupaba cada noche desde el desalojo del Grimmauld place. La madriguera podía no ser el lugar más amplio, cómodo o cálido de todos, pero ofrecía una buena sede para La Orden del Fénix donde cada uno de los miembros podían estar juntos con la certeza de volver sanos y salvos después de un día complicado. Charlie era feliz, compartiendo su pequeño hogar con Cécile y toda su familia.

Existieron días en que Charlie habló con Cécile sobre mudarse a un apartamento cerca de Hogsmeade, en donde ambos pudieran vivir decentemente y seguros ante las decenas de batallas que se avecinaban; de esa manera desocuparían dos lugares en la madriguera –que podrían usarse para los refugiados- e incluso tendrían un poco más de privacidad. Así, Charlie se dedicó los últimos meses a buscar un hogar que, si bien a muchas personas les parecía una decisión apresurada, a ellos no les importó. Eran tiempos difíciles donde nadie sabía si tendrían la oportunidad de vivir un día más o si morirían al anochecer, por lo que la mayoría de las personas se atrevieron a hacer cosas que antes no habrían imaginado.

A pesar de vivir en tiempos de guerra Charles creyó que las cosas iban tomando su propio rumbo. Quizá no era la mejor situación de todas, con Lara sin posibilidades de recuperar la vista y las decenas de personas que habían sido acogidas en casa de Sirius a causa de la guerra, sin embargo, las esperanzas estaban ahí en busca de una salida donde la Orden pudiera terminar lo que había empezado años atrás. Los mortífagos comenzaron a ocupar poblados asesinando a las personas de los rumbos aledaños anexando a sus filas lo que Remus y los Longbottom reconocieron como un ejército muy bien elaborado de inferis, gigantes y otro tipo de criaturas que se vieron incapaces de nombrar. Tal vez el aspecto que estaba tomando su situación no era el esperado, pero ese no era motivo para rendirse todavía.

Era temprano por la mañana, lo demasiado temprano como para que Molly no estuviese despierta aún, lo único que Charles alcanzó a escuchar fueron las pequeñas e infantiles risas de Aiden en la planta baja, jugando, supuso él, con Ginny frente a la chimenea donde siempre solían estar. Acarició el espacio vacío de Cécile una vez más antes de levantarse y, sin tomarse la molestia de colocarse una camiseta, salió de la habitación.

Hacía bastante frío gracias a la lluvia que azotó a la ciudad durante la madrugada por lo que la chimenea ardía ferozmente intentando calentar el lugar. Frente a ella se encontraba Ginny con un hipogrifo de juguete que se movía de un lado a otro con sus alas mientras hacía ruiditos con el hocico. Aiden reía bajito sosteniendo lo que parecía ser un unicornio de felpa con la cara manchada del chocolate amargo que Aiden solía comer por las mañanas. Charlie se acercó a ellos, arrodillándose frente al menor y despeinandole el cabello.

Without you²  [Charlie Weasley] LUNAE LUMEN SAGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora