Canciones de primavera

Equinoccio

Naruto

Sentía mi cuerpo pesado, poco a poco trababa de abrir mis ojos y a medida que los abría los reflejos de la luz se habrían paso a través de mis párpados, me fui acostumbrando a la luz.

Empecé a ver a mi alrededor girando mi cabeza ya que estaba acostado, pude ver qué era un cuarto blanco con una gran ventana, empecé a incorporarme en ese momento, podía ver los típicos par de estantes de color gris que usaban los doctores para guardar los medicamentos como esos jarabes de sabor dulce o las tabletas que son difíciles de pasar sino tienes la suficiente agua, las jeringas, los algo dones empapados de alcohol y como olvidar las bate lenguas con las que te revisan la garganta para ver si tienes intención, a mano derecha en el fondo había un escritorio metálico de color blanco con dos pilas de papeles perfectamente ordenados, alado tenía un lapicero metálico de color negro con muchos agujeros, en el portaba lapiceros de colore negro y con lápices de color verde.

Cuando puede incorporarme para poder sentarme, pude escuchar como la manija de la puerta giraba para así abrirla, dejando pasar aún hombre de cabello rojo cenizo, de ojos color café claro-cenizo, con una tes blanca sin exagerar y de facciones de un adolescente, vestía unos pantalones de color negro-azulado, además portaba un calzado de zapatos de vestir de un negro que parecía echo de charol, tenía una camisa de color gris, que hacía juego con su corbata, y para la cereza del pastel, vestías una bata de color blanca, se podría decir que era un hombre muy atractivo para cualquier doncel o mujer.

-Hola, veo que ya despertó-dijo con una amable sonrisa en su rostro que hizo que me sonrojara-me llamó Sasori, Akasuna no Sasori

-Eh hola, he si ya desperté-realmente me puse muy nervioso-yo me llamó Naruto, Naruto Namikaze

-Dormiste mucho, por lo menos una 10 horas-lo que mencionó fue con un rostro más serio

-Ya veo-lo dije de manera despreocupada, mirando al piso de color blanco y fue cuando todos los recuerdos vinieron a mí mente de cómo había atropellado al lobo de gran pelaje negro, inmediatamente me paré y al mismo tiempo empecé a preguntar por el-¿Dónde?¿Dónde está?¿Dónde lo tienen?

-¿Hablas del lobo negro?- me pregunto al momento que se sentaba a lado mío, yo solo asentí con la cabeza-El está en una veterinaria cerca de aquí

-Me puede decir en qué dirección está por favor-dije al momento de pararme

-Oye tranquilo- lo dijo de manera preocupada cuando se paró-no te preocupes de acuerdo es solo un animal

Ok eso que dijo realmente me hizo enojar, como pudo decir que es un simple animal

-No puedo-dije frunciendo el ceño-lo atropelle, lo puede haber matado o si no es que ya lo mate- fue ahí que me di cuenta de mis palabras-lo mate, ¡lo mate!-lo hable de manera más alterada

-No, espera no lo mataste, el está bien-trató de calmarme poniendo sus manos en mis hombros

-¡Entonces dime dónde está!- realmente la separa me está alterando más

-ok ok , está bien- el se separó de mi y se fue a su escritorio para centrarse, buscó entre sus cajones una libreta chica, tomó una pluma de su lapicero, empezó a escribir, cuando terminó arranco la hoja y me tendió el papel- ten esa es la dirección-tome el papel que me dio-espera un momento-está vez tomo blog de hojas y empezó a escribir para nuevamente arrancar la hoja-ten ese el medicamento que te debes tomar, para cualquier malestar-tome nuevamente el papel