XVI

244 15 5
                                    

A la mañana siguiente, Daigo se despertó por la luz del sol que estaba entrando en aquella habitación. Miró hacia un punto en especifico del techo mientras intentaba acostumbrarse a ésta. Cuando lo hizo, se levantó mientras se giraba lentamente hacia la izquierda para encontrarse con el rostro de Ken, empezó a contemplar cada facción del mismo y no pudo evitar sonrojarse.

Después se le ocurrió una manera divertida de despertar al titiritero, empezó a picotearle su panza, de forma que no fuera a lastimarle, y vaya que lo estaba logrando, Ken se removía de su lugar mientras intentaba alejar aquella mano que lo estaba molestando.

Daigo sólo sonrió burlonamente mientras empezaba a hacerle cosquillas, fue ahí donde Ken empezó a despertarse al mismo tiempo en que empezaba a reírse. Sin dudarlo, le hizo lo mismo a Daigo, sus risas se escuchaban en toda la habitación, hasta el punto de dejarlas por la falta de aire.

Mientras intentaban regular sus respiraciones, entró una enfermera a dejarle el desayuno al titiritero, Daigo se empezó a  levantar despacio de la camilla, pero antes de terminar dicha acción, sintió un leve tirón sobre su sudadera, volteó confundido mientras notaba como el rostro de Ken se ponía de un intenso color rojo:  

- ... - no dijo nada, se avergonzó por haber realizado esa acción tan improvisada

- Sucede algo? - le preguntó preocupado, temía que su salud empeorará

- M-me pre-preguntaba.. Yo.. Em.. - empezó a balbucear, no sabía como decirle a Daigo que quería desayunar con él, al mismo tiempo, que no quería que le dejará solo

- Tranquilo - le dijo en tono amoroso - iré a comprar algo para que podamos desayunar junto, te parece? - al terminar, le sonrió de una manera tan única que el corazón de Ken empezó a latir frenéticamente

Ken solo asintió, después vio como Daigo se alejaba de él, suspiro de manera triste, aún no sabía cuando le darían el alta y temía que aquel azabache lo abandonará. Esperó 5 minutos hasta que Daigo entró con una bandeja con su desayuno, al llegar, se volvió a sentar en la camilla pero esta vez estaba de frente a Ken.

Antes de desayunar, agradecieron por la comida, una vez hecho eso, comenzaron a desayunar. Ambos platicaban de cosas triviales y una que otra personal, ambos estaban felices de ese momento. En el transcurso de esa platica, Ken se había manchado de bajo del labio, cosa que Daigo tardó en notar.

Cuando lo hizo, se fue acercando lentamente con un sonrojo, Ken quedó en shock al ver la acción de Daigo y por inercia, cerró por completo sus ojos y entre abría su boca, esperando el posible beso. La distancia se iba haciendo más corta y cada vez podían sentir más cerca la respiración del otro, justo a menos de 5 cm de distancia, Daigo se detuvo por un instante, sus respiraciones chocaban entre si y cuando por fin lo iba a besar, fueron interrumpidos, haciendo que Daigo se separará rápidamente

- Buenos días joven Midori - dijo el doctor una vez que entró a la habitación

- B-buenos d-días doctor - dijeron ambos al unísono, estaban nerviosos y algo decepcionados

- Le traigo buenas noticias - habló mientras observaba una carpeta - parece que su resfriado ya esta desapareciendo, así que, lo más seguro es que, mañana le daremos el alta

- Es en serio?! - preguntó a través de Besu - No nos esta miemtiendo verdad?! - Keru habló con molestia

- Si, mañana ya podrá regresar a sus actividades diarias - decía mientras terminaba de anotar algunos datos en el expediente del titiritero y cuando terminó de hacerlo, se retiró de la habitación

- Que asombrosa noticia! - mencionó Daigo emocionado, con precaución le avisó a sus amigos, sin que lo notarán, para que le ayudarán en algo

- Menos mal, ya me aburría de estar aquí - dijo Keru algo "irritado" más que nada porque le aburría estar ahí, sin nada interesante por hacer

- Ya, Tranquilo - dijo Daigo divertido - Podrás soportar unas horas más? - preguntó curioso, quería ver la reacción de Ken tras esa pregunta

- Puede que si - dijo Besu neutral, sin embargo, ya quería salir

Daigo río por lo bajo, y así pasaron el resto del día, riendo, jugando y comiendo, ese día era el más especial para ambos, conociendo más a la persona que aman, virtudes y defectos, y así fortalecer su lazo.

Cuando la noche llegó, Ken ya no podía con el cansancio y, sin que Daigo se diera cuenta, se quedó dormido abrazando la sudadera del azabache de menor estatura, ya que éste se la quitó porque tenía calor, mientras sonreía, como sí de un peluche se tratase, quedándose profundamente dormido. Cuando Daigo lo notó, sonrío tiernamente mientras le daba un beso en la frente y, al mismo tiempo le dejaba una nota que decía:

Lamento no estar contigo en este día
tan importante para ti, pero me surgió
un pequeño inconveniente, espero que
no te molestes conmigo. Sabes que te
quiero muchísimo

Con amor, Daigo

Mientras salía rápido de la habitación mientras mandaba cierta cantidad de mensajes. Sin duda alguna, tenía el tiempo medido y debía apurarse si no quería que su plan fallará.

Cuando te conocí (AU) BeyBlade Burst Donde viven las historias. Descúbrelo ahora