II

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Al día siguiente, Daigo se despertó más temprano de lo habitual, ya que en toda la noche no puedo dormir bien, se sentía nervioso por aquella salida que iba a tener con Ken.

Se dio un baño, se vistió y peinó su cabello para dar una buena apariencia ante su amado. Apenas había probado bocado, ya que los nervios no le dejaban. Decidió leer un libro para matar el tiempo y cuando el reloj dio las 02:00 p.m salió de su casa para ir al parque a esperar a Ken.

Al llegar al parque, observó en su reloj de mano la hora, faltaban 5 minutos para que fueran las 2:30 p.m. así que decidió sentarse en una banca que estaba cerca de él, y mientras esperaba, no se dio cuenta de que alguien le había tapado los ojos. Al darse cuenta de quién le había tapado los ojos, se puso rojo y de pronto se puso de pie ante el recién llegado.

Se saludaron, y posteriormente empezaron a caminar a través de ese parque. Ken estaba nervioso porque Daigo no le había dirigido la palabra, ya que éste estaba embobado viendo los arboles de cerezo en pleno florecimiento, cuando ya no podía más con los nervios, decidió preguntarle:

- ¡Hey muchacho! - dijo Keru con un tono serio

- ¿Qué sucede? - le respondió Daigo con cierta curiosidad

- ¿A dónde vamos a ir? - volvió a hablar Keru, esta vez con un tono de intriga

- Si, ¿a dónde iremos? - reafirmó la pregunta Besu, que a su vez, parecia que había nerviosismo en su voz

- Daremos una vuelta al parque. También cerca de aquí venden unos helados riquisimos - dijo con cierto interés Daigo, realmente quería impresionar a Ken.

- ¡Eso suena interesante! - le respondio sinceramente Besu

- ¿Y quedá lejos de aquí? - dijo Keru, estaba harto, el clima estaba demasiado soleado para su gusto

- No mucho - dijo algo preocupado Daigo, empezó a sentir nervios de que no le fuera a agradar su salida

Y sin más preámbulos, ambos caminaron para ir a la heladería. Disfrutaron del paisaje que les daba aquel parque, Daigo no podía estar más emocionado, el estar cerca de Ken lo hacia sentir más tranquilo. Mientras que Ken se sentía demasiado ansioso, no podía creer que estuviera con Daigo, no porque le sea desagradable la situación, sino porque sentía algo por él y le era difícil expresarlo.

Al llegar a la heladería, Ken no pudo evitar emocionarse al ver tantos sabores de helados, algunos más extravagantes que otros, Daigo le dijo que pidiera el que más le gustará y Ken no pudo evitar comportase un poco más infantil, ya que no decidía cuál sabor elegir.

Una vez que salieron de la heladería, con sus respectivos helados, se sentaron en el kiosko que estaba cerca del parque. Daigo no podía con su corazón, latía muy fuerte, y más cuando vio en la comisura del labio inferior izquierdo de Ken rastros de helado de chocolate, quería quitarle los restos con su lengua, pero Ken al sentir la penetrante mirada de Daigo sobre él, lo volteo a ver, y cuando lo hizo, se percató que sus rostros estaban a 30 cm de distancia, ambos se pusieron rojos de la impresión y en menos de un segundo Daigo estaba avergonzado por su comportamiento, que inmediatamente miró al piso, no sabia si debía preguntarle o darle su espacio a Ken para que se relajará.

Lo único que pudo decirle era que se había manchado al comer el helado, y lo único que hizo Ken fue limpiarse con un pañuelo el resto del helado que había en su boca.

Sin duda, Daigo sentía que había arruinado su salida con Ken.

Cuando te conocí (AU) BeyBlade Burst Donde viven las historias. Descúbrelo ahora