Faltan diez para las once
y yo pienso en tú mirar de bronce
mientras de fondo e escucha un tema de Rosalíay recuerdo tu voz diciéndome mía
aquella ultima vez que vimos
nunca voy a olvidar lo mucho que sonreímos
o aquellos nervios que nos consumían
mucho más de lo que debían.
Tampoco olvidaré la sensación que provocó
tu mano acariciando mi rostro
mientras nos mirábamos
contando verdades delatas por nuestros ojos
lleno de brillos anhelantes
con eso de que esto siguiera adelante
porque siempre hemos querido
que exista un nosotros.
Tus labios temblaban,
mis manos sudaban
y entre risa y risa
te abracé y escuche tu corazón por encima de la camisa
la recuerdo bien por eso olor
a ti que tenia impregnada; tu olor
tan peculiar como tu,
tan inolvidable como tú.
Miro el reloj y son las once esta vez
entonces recuerdo aquella otra vez
donde tu reías
y yo mirándote moría
porque es que pareces caído del cielo
y haces que me derrita como hielo
cuando admiro tu piel
y cuando muero por tocar tu piel.
En aquella cita no teníamos
rumbo alguno
y terminamos viajando a Neptuno
con el choque de tus labios
con mis labios
en una sincronía perfecta
como aquella tarde soleada, era perfecta
para danzar una melodía
inexistente mientras la gente se reía.
Pero no nos importó
porque estábamos viviendo
nuestro momentoy eso era lo único que importaba,
vivir era lo único que nos importaba
en aquellos instantes
que son inolvidables,
no nos importó porque estábamos locos,
porque, de amor estamos locos.
Ya son las once con diez
y sigo pensando en ti, otra vez
tomo mi celular
y te quiero llamar; y te llamo, esperando que me quieras contestar.
ESTÁS LEYENDO
Letal
PoetryUna recopilación que reúne mi viaje por encontrarme gracias al amor a las palabras, a la poesía en sí.