Capítulo 14

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- Altair no sé si puedo ayudar, realmente tu intención es loable. Muchas familias sufren en secreto la amenaza de una maldición de sangre hecha a su antepasado. Me gustaría avalar tu proyecto, pero un producto que no puede ser reproducido en nuestra tierra genera muchos gastos de transporte, además de que debe ser analizado - dijo la ministra sosteniendo su taza de té inglés - ¿No hay alguna forma de hacer una plantación aquí en Gran Bretaña?
- Desconozco el origen de la planta, pero sé que crece en determinadas condiciones que no tenemos aquí. Un encantamiento atmosférico sería ideal, pero ignoró de qué manera afectará al producto. Ya ves lo que demoramos para lograr que las moreras se adaptarán a nuestras condiciones climáticas - respondió Altair para luego beber un sorbo de su té de jazmín.
- Hagamos lo siguiente, yo voy aprobar el ingreso de hasta 3 cargas del producto exentos de impuestos, en la aduana harán un chequeo para verificar que no contenga algo peligroso y pasará. Hay una pequeña isla que el Ministerio tiene fuera del contacto o conocimiento muggle para emergencia, cuándo los pueblos mágicos estaban en auge, la isla se destinó cómo santuario natural y se pensó fundar un pueblo ahí. Actualmente sólo quedan 2 pueblos íntegramente mágicos en Gran Bretaña e Irlanda, el resto de los asentamientos son compartidos con los muggles. La isla quedó olvidada, mis predecesores ignoraron la isla y no concluyeron en darle un destino. Te ofrezco que la acondiciones y plantes esa planta ahí, o las que creas conveniente, busca cómo reproducirla, si tienes éxito, te cedere la propiedad para tus investigaciones. Eso sí, quiero que organices un grupo de profesionales del tema, Altair conozco tu tendencia a querer hacer las cosas tú misma y no es sano, piensa en tus hijos.
- Asombroso, aceptó tu oferta aunque... ¿Estás segura? No quiero te metas en problemas, alguien puede luego abrir una investigación y podrían acusarte de malversación u otra cosa irrisoria, así que mejor no... No iba decirte hasta no estar segura, pero estoy intentando adquirir una plantación en África, tengo ir a verlo todavía pero si se da, requiero permiso para importar. ¿Socias?
- Son palabras mayores, ¿comprendes el paso qué quieres dar?. Se me ocurre tal vez promoverlo como un proyecto de salud para San Mungo, deberías decidir si quieres o no ser reconocida - propuso la ministra Bagnold para tratar de minimizar complicaciones o insinuaciones de sus detractores.
- Hum, no me haces felíz - hizo un puchero - Pero comprendo tú intención, gracias. Qué tal esto, la primera fase sería una pequeña empresa de alimentación sana destinada al público mágico, producir golosinas, jaleas, etc. e introducirlas al mercado. Utilizariamos las 3 cargas ofrecidas al principio, puesto que se mezclará con otros ingredientes su volumen será suficiente, introduciriamos a la dieta de nuestra gente un producto preventivo en bajas dosis. La segunda fase sería hacer que los sanadores de San Mungo e investigadores con acceso al archivo contacté a todos aquellos con antecedentes de este tipo de maldición y ofrezca un tratamiento preventivo, de esta manera abrimos una brecha para la investigación y tendremos voluntarios para el estudio, sin contar que aplicariamos tu anterior idea, con esto es probable que puedas firmar los documentos requeridos para fundar un centro de medicina en la isla, tal vez también un instituto para obtener la maestría en Herbologia y Pociones - con cada palabra de Altair la ministra cambiaba su rostro, demostrando un semblante soñador.
- ¿Lo crees posible? Pero ¿y tu participación? Esto es algo distinto a lo que era cuándo comenzamos a hablar del tema.
- Ni tanto - sonrió enigmática - Ofrezco mis apuntes y teorías, fórmulas que obviamente ya están registradas, para que presentes a algunos catedráticos, estoy segura que se interesaran en el proyecto. Daré un paso al costado y te dejaré el prestigio de traer un avance a nuestra comunidad, ya no sólo sería trabajar con graviola, sino también con otros productos e ingredientes, y por qué detenerse en sólo lograr la cura definitiva de una maldición de sangre, hay tantas otras afecciones que requieren investigación.
- Wow, es mucha responsabilidad, y es un emprendimiento demasiado importante. Voy a estudiar los pro y los contra para presentar el proyecto.
- Muy bien, sabes que cuentas con todo mi apoyo, si está en mis posibilidades ayudar lo haré - respondió Altair - Entonces ¿tengo tu permiso para importar algunas frutas?
- Claro, te daré una exención por un año - respondió algo aturdida, solicitó un pergamino, tinta y pluma. Escribió el documento que permitía a Altair traer las frutas bajo el concepto de materia prima para manufactura de alimentos.
- Agrega ingredientes varios y no especifiques el producto en sí, de esa forma no sabrán que es con exactitud y la sorpresa será mayor. Además cómo te mencioné antes, mi investigación esta basada en la realizada por instituciones médicas muggles, hay personas que no les gustará eso, menos si saben que la proveedora será de origen muggle. Mejor si sólo realizan la comprobación mágica, de la muggle me ocupó yo, pero te aseguró que seré estricta con los controles de calidad y sanidad necesarios.
Millicent sonrió confiada y pidió a su elfo trajera sus sellos oficiales.
- Este documento lo archivare en su lugar correspondiente, debes guardar la copia en un lugar seguro.
- Confía en mí. ¿Más té? - ofreció amable Altair.

Efecto VacheronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora