Capítulo 20

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Corrian por la estación en dirección al andén 9 ¾ para llegar a la roja locomotora que llevaría a los niños a Hogwarts, Altair tuvo que ir al baño varias veces y perdieron tiempo.
- Sujetate Dona, vamos a ir más rápido - dijo Harry empujando el carrito de equipaje, a su hermana menor que estaba sentada sobre su baúl.
- ¡Sí! - respondió con entusiasmo la niña de cabello negro atado en 2 colitas, Belladona heredó los colores de su padre, la nariz y estructura de su madre.
- ¿La jaula de Hedwig? - preguntó el niño mayor de pelo alborotado.
- No te preocupes, yo la tengo bien sujeta - respondió Lesath sentado en el espacio frente al baúl con la jaula a su lado.
Lyra se sentó sobre el baúl de su hermano Scorpius, colocando frente a sus piernas la jaula de Watson, siendo impulsada por su hermano de cabello tan plateado como el de ella.
- Cariño ¿estás bien? - preguntó Severus a su esposa de redondo vientre, faltaban 2 meses para dar a luz sus gemelos.

Altair quedó sin habla cuándo su sanadora informó que tendría gemelos, 2 varones para perpetuar el apellido Snape, era su tercer embarazo, ella amaba a sus hijos pero no podía evitar pensar lo irónico de la cantidad, por años de niño se burló por la prole de comadrejas pelirrojas y ahora sería madre de 7 hijos, realmente irónico.
- Estoy bien Sev, deja de preocuparte. No me perdería despedir a nuestros hijos en su primer viaje.

Cruzaron la barrera que estaba en la columna entre los andenes 9 y 10, a segundos de cruzar tuvieron a la vista una locomotora de vapor escarlata que funcionaba en realidad con magia, podía verse un rótulo al frente que decía Expreso de Hogwarts, 11 hs., y en una arcada de hierro donde debería estar la taquilla, se leían las palabras "Andén Nueve y Tres Cuartos".
- ¡Qué bien que llegaron! Creimos que perderían el Expreso - se acercó Bella saludando a todos, junto con Remus, Sirius y su esposa Nova.
Saiph fue con los niños, Harry lo alzó para saludarlo, el pequeño tenia su cabello en color verde, algo que encantaba a sus primos.
Los adultos por turno aconsejaron a los mellizos y ayudaron a llegar más cerca del tren.

- Tienen su morral de viaje listo.
- Sí mamá - dijeron ambos.
- Nos vamos a turnar para llevarlo - expresó Harry.
- Guardaron sus abrigos livianos, se los deben colocar antes de bajar en Hogsmeade, hace un poco de frío allá en está época.
- Sí mamá, también un mazo de cartas, 2 libros, una botellita de agua y otra de jugo, además de los sándwiches que preparó Cherry, y las golosinas de Watson y Hedwig por si acaso - enumeró Scorpius.
- ¿Necesitan más dinero para comprar cosas del carrito?
- Querida, agobias a los niños - susurró Severus rodeando con un brazo a la bruja. Mientras las otras 2 parejas se divertían.
- Lo siento, pero los voy a extrañar... Hijos escriban tan pronto cómo puedan y cómo mínimo una vez a la semana - sus ojos estaban con lágrimas contenidas, abrazó a los 2 niños, besando sus frentes y mejillas. Ella estaba muy sensible por eso ignoró toda postura social propia de un Malfoy o Black.
- ¡Mamá, estamos en público! - se quejaban los niños sonriendo pero felices por el cariño recibido.

Los otros 3 niños llamaron la atención del trío hacia ellos, para ser parte de las muestras de cariño.
Severus sonrío y movió la cabeza, se rindió al grupo y abrazó a sus hijos aconsejandolos mientras el silbato del guarda anunciaba la partida.
Los mellizos se apresuraron a despedirse con un abrazo de sus tíos, algo poco inglés para ellos pero las emociones desbordaban y de alguna forma, Altair los enseño a ser efusivos entre familia, intentando ser diferente a lo que fue su propia infancia.
Severus ayudó a los niños subir sus baules al Expreso de Hogwarts, ambos tenían un encantamiento peso pluma para que ellos pudieran manejarlos.
Severus movió su varita sobre los baules y estos se elevaron unos milimetros del suelo flotando.
- Los seguirán hasta que encuentren su asiento, dura 5 minutos así que apresurense.
- Gracias papá - agradeció cada uno.

Harry lideró la búsqueda, mirando por las ventanas de los compartimentos buscando a sus amigos.
- ¡Chicos, por aquí!
- ¡Nathaniel!
- ¡Sorpresa! - dijo el niño de cabello caoba.
Dentro estaban Neville, Draco, Pansy, Blaise y Theodore, que los ayudaron a acomodar su equipaje y las jaulas.
- ¿El resto? - preguntó curioso Scorpius.
- Por ahí, luego vendrán o los encontraremos por los pasillos - respondió Draco haciendo lugar a Scorpius junto a él, mientras Harry se sentó con Neville frente a ellos.

Efecto VacheronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora