Necesito de tu ayuda

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Cuando desperté vi a mi lado a Indah, durmiendo a la orilla de mi cama, te toque el hombro y le dije.- hombre despierta -. El se despertó lentamente y le corrió un rayo de luz por su rostro, luego me miro sorprendido y me dijo .- eres un idiota, que hubiera pasado si un estuviese ahí, alguien te hubiera descubierto y quizás expulsado por desobedecer el toque de queda, sin mencionar que entraste a la habitación de alguien mas y con un sello de protección -. Parecía un lobo rabioso, me di risa su cara, el nunca hubiera puesto esa cara antes.- jajajaja, te vez tan gracioso enfadado, ya párale a tu jaleo que tenemos clases-. Note un sonrojo en sus mejillas, ¿acaso le dio vergüenza?, bueno si que era vergonzoso que el me regañase, pero se lo permitía porque era mi amigo .- no lo vuelvas a hacer, ¿entendido? -. Me dijo.- vale, pero gracias de todos modos -. Nos fuimos a clases como si un hubiera pasado nada.

Ya paso un mes desde que descubrí lo que harían los del Clan Iku, ahora debía de actuar, ellos tenían un plan, pues yo también lo tendría, fui a buscar a Indah para contarle a ver si tenía suerte, sobre lo que ya sabia y de lo que harían en ese clan, eran demasiados como para enfrentarme sola, perdería mi vida en vano si lo intentase, pues si bien yo tenia la utilización de la magia y las artes ocultas a mi lado, se me haría difícil poder contra ellos sola, necesitaba ayuda y que mejor que la ayuda de mi mejor amigo.

Lo encontré en la sala de entrenamiento de la academia, estaba todo sudado y con una expresión concentrada practicando sus artes marciales y sus artes ocultas, se veía tan... guapo. Deseche de esos pensamientos de inmediato, me tenía que concentrar en la próxima jugada por mi parte, tenía una misión y una razón del porque volví, me recordé. Fui directo hacia él y como el estaba tan concentrado y yo fui la imprudente casi recibo su patada, pero logré esquivarla por lo menos .- ¿eh?, Sai que haces aquí -. Se detuvo de inmediato .- vine porque tengo algo de que hablar -. Note un ligero sonrojo, quizás en que carajos pensaba este idiota .- ¿de qué quieres hablar? -. Me dijo con un poco de nerviosismo, se le notaba mucho .- vamos a mi habitación, necesitamos privacidad -. Le dije seria .- ¿Qué, es algo mu- muy importante? -. Que le pasa a este idiota, ahora tartamudeaba .- vamos -. Se lo dije seriamente, para que borrase ese nerviosismo de su sistema. Fuimos a mi habitación y utilizando las artes ocultas puse una runa de silencio para que no se oyera nada en la habitación .- siéntate -. Se sentó .- estas raro Indah, ¿ya relájate quieres? -. Me miro con sorpresa .-¡ ya vasta no podemos hacer esto, los dos somos hombres y va en contra de las reglas! -. Me lo dijo gritando, nervioso y muy sonrojado, casi que parecía un tomate .- ¿eres un idiota? -. Le dije .- ya para tu escándalo, no se en que piensas, ni en que crees que te haré, pero te traje aquí porque necesito decirte una cosa, bueno en realidad muchas, y siquiera se si me creerás -. Ahora ese nerviosismo de el se apaciguo, por lo menos en su mayoría .- que me dirás, soy todo oídos -. Me lo dijo con un todo de seriedad .- El Clan Iku planea atacar a las aldeas y apoderarse de todas para poder ser el Rey de todas -. Se lo solté todo de una vez, pero vi su cara de incredulidad, quizás el no me creería .- se que suena de lo más loco que yo te lo diga tan serio, pero es importante que avises a tu aldea de esto, lo que ellos planean es primero atacar al Clan Ominira y luego a tu Clan-. Le dije con un tono de desesperación .- espera -. Me dijo .- lo que me estas diciendo es una acusación muy seria, ¿estas seguro de lo que dices? -. Lo mire con toda seriedad .- lo que te estoy diciendo quizás si sea una acusación muy grave y es por eso mismo que yo estoy dispuesto a dar hasta mi vida para que esto solo sea una ilusión mía, pero no lo es, es la verdad y pido tu confianza para que la creas-.

.- confió en ti, pero necesitamos pruebas -. Me dijo, saque el mapa el cual tenía el sello del Clan Iku, un sello el cual permitiría que mis palabras fuesen verdad, ya que solo el Jefe de una familia tiene permitido su utilización, cuando fui a esa oficina me robe ese mapa, así que probablemente ellos ya sepan que alguien lo tiene en su posición y que los demás clanes se enterasen era cuestión de tiempo.

Indah miro el pergamino y su sello, recién pudo comprobar la veracidad de mis palabras .- ¿de donde conseguiste esto? -. Me dijo .- de donde lo saque no es de gran importancia, escúchame, atacaran en poco tiempo al Clan Ominira y luego a tu Clan, tienes que ayudarme a que eso no se haga realidad -. Se lo dije ya con un tono de desesperación .- ¿Por qué te interesa lo que pase entre clanes, después de todo te expulsaron verdad? -. Me puso una mirada de preocupación .- ¡PORQUE SI NO LOS DETENEMOS! ... si no los detenemos muchos morirán... -. Se me salieron lagrimas al recordar lo que sucedió -.

.- ¿por que no me dices la verdad de porque quieres salvarlos?, ¿acaso el Clan Ominira te expulso? -. Me dijo.

.- algo así... no es que me expulsaran, yo provoque la situación en la que estoy, pero no es lo que crees, no mate a nadie ni nada por el estilo -. Se lo dije con tristeza.

.- jajaja, nunca en todo este tiempo vi esa cara en ti, ya deja de ponerla, esta bien le pediré al Jefe de mi clan que ayude a la derrota del Clan Iku, y después avisar que el clan Ominira será su principal objetivo -.

No lo podía creer, ¿acaso el destino nefasto de mi familia y mi clan se detendría?, por fin estaba sucediendo, Indah se percato de mis lagrimas que no paraban de salir y me abrazo, cuando lo hizo sentí una paz tremenda en mi alma, es como si todas esas preocupaciones se fueran de mi ser y cuando nos miramos... nos empezamos a acercar más y más, pero luego de recordar, lo aparte .- no podemos hacer esto, somo hombres, como dijiste -. Else fue corriendo lleno de vergüenza y cuando lo hizo mire a la puerta con gran tristeza y una mano en mi corazón.

"Después de todo es una ilusión" dije.

Reencarnación de mi trágica vida para poder salvarlos (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora