Reencarnación de mi trágica vida para poder salvarlos (FINALIZADO)

La guerra comienza

Paso ya una semana, y no sabía nada de Indah, quizás ya se había ido, no sé porque pensaba en el ahora mismo pero tenía ganas de verlo, ese beso que me dio....

Fui a pasear a la aldea pera comprar esa arma que tanto quería, una espada lo suficientemente fuerte y resistente, pero liviana y fácil de manejar, y la encontré, la compre inmediatamente, estaba justamente de las características que yo quería y sería muy útil para la batalla que se avecinaba. Me dirigí hacia el bosque para poder probar esta espada en su máximo esplendor y saber si funcionaba incluso utilizando magia, por lo que obviamente tenía que estar lejos de las personas. Pasaron unas cuantas horas y ya se estaba oscureciendo, cuando de la nada aparece Indah, creí que se había ido pero, al parecer no fue así.

.- que quieres-. Fui precisa y concisa.

.- quería decirte que mi Clan cambio de opinión y que si ayudaran, las cosas se están moviendo mucho y decidieron actuar finalmente-. ¿Acaso creía que eso me iba a cambiar la actitud?, ya que me lo dijo tan alegre.

.- me alegro-. Se lo dije seria.- pero sé que esa no es el único motivo por el que viniste y te preguntare de una vez por todas, ¿Por qué me besaste? -.

.- eso fue... no lo sé, antes creía que los hombres no podían estar juntos pero ¿y si fuera así?, te amo, no se desde cuando estos sentimientos comenzaron a emerger de mí, pero después de lo que ocurrió no puedo dejar de pensar en ti y en ese beso... perdóname si te lastime o algo más, pero espero que me perdones-.

.- te perdono, pero, no olvido -. Si bien él dijo que me amaba yo le estaba mintiendo, todo lo que soy es una mentira, una obra de teatro.- yo te podría decir que te amo y se cierto, pero la verdad es que hay cosas que tú no sabes de mí y que te podrían lastimar querer hacer odiarme, yo no soy quien tú crees y nunca lo eh sido, lo siento-. Vi su rostro de decepción, pero aceptándolo igualmente.

.- ojala y fueses mujer, así hasta me casaría contigo, jajajaja-. Ahora esa tristeza en su rostro se convertían en risas, pero en su interior yo sabía que él estaba lastimado, lo siento, pero no te lo puedo decir, temo lastimarte y que te sientas engañado.

Tocaron las campanas de Clan Ominira, campanas que solo se tocaba en caso de emergencia, los ciudadanos gritaban que los Iku venían, y sin darme cuenta, bolas de fuego se aproximaban a la ciudad y cayeron matando a personas, las cuales ya estaban evacuando. Los soldados del Clan ominira ya se estaban preparando, pero no veía a ninguno del Clan Aye, miré a Indah y le dije.- ¿en dónde están los refuerzos de tu clan? ¿Cuándo llegaban?-.

.- oh no... para mañana ya será demasiado tarde para que mi Clan llegue-. Él estaba comenzando a desesperarse, cuando una de esas bolas de fuego impacto en una casa la cual se derrumbaba encima de una personas, aplastándolas y matándolas enseguida, Indah al ver tal escena gritaba desesperado .-¡ NO LLEGARAN A TIEMPO, TODOS MORIREMOS!-. Le di una bofetada para que calmase sus nervios, no nos servía de nada que estuviera así.- tienes que calmarte pedazo de idiota, eres un guerrero por sangre y tienes el deber de ayudar aquí representado a tu clan, es tu deber, en cuanto a mi... creo que no podré contenerme más-. Sabía que esta forma de hombre detenía una gran parte de mi poder, y como no estaba los refuerzos y los soldados de este clan no serían muchos, solo había una opción, convertirme en mujer y luchar con toda mi fuerza. Me dirigí al puerto en donde los soldados ya estaban peleando, pero antes vi a Indah me acerqué y puse mi mano en su pecho, cuando susurre unas palabras en idioma antiguo para protegerlo.

Jẹ ki awọn oriṣa

igbo ti o ṣe itọju rẹ ati ki

o mu ọ ni irora ti irora

ti o lero nitori eyi

ni ifẹ mi ati ọrọ mi

(Que los dioses del bosque te guarde y te alivien el dolor que sientes porque este es mi deseo y mi palabra)

Al hacerlo en idioma antiguo podría ser mucho más efectivo, cuando termine de susurrar esas palabras note una cierta calma en el rostro de Indah .- no permitas que te maten-. El asintió y luego se fue, pero antes de que lo haga, lo tome de la muñeca, acercándolo a mi y lo bese, devolviéndole el favor de antes, me reí en su cara y le dije.- quizás tu sueño de que nos casemos se haga realidad, jeje, pero no te enojes por ocultarte la verdad, y espero no morir tampoco-. Lo último quizás no se hiciera realidad, pero ahora tenía otra razón para volver a salvo.

Ahora que estaba en medio de la batalla intentaría no sobre esforzarme lo más posible, cuando de la nada aparece Eke y me apuñala con una lanza, junto con otros soldados más, dolía y mucho pero, ya no podía mantener esta forma.