caminaba sin rumbo, lo único que quería era alejarse de la casa y de los recuerdos, quería alejarse de la persona que una vez había sido. ¿cómo podía vivir consigo mismo después de todo lo que había hecho?
se encontró una vez más en el mismo callejón, rodeado de las habituales prostitutas que ya había visto, rodeado de todo lo que ya había usado. pero en un rincón había algo, alguien, distinto. un desconocido en terreno conocido.
se acercó a él, queriendo conocerlo, tal vez era uno de los proxenetas que no conocía, o quizá... sólo quizá, podría ser la próxima adquisición de namjoon.
se acercó a él, analizando cada pequeño detalle, sus ojos, sus brazos, su nariz, su cabello. y decidió hacer una estupidez que había visto en redes sociales.
le tendió un fajo de billetes.
—¿esto es suficiente para que vengas conmigo y me hagas piojito mientras te cuento todos mis problemas e inseguridades? —tomó aire—, sin sexo.
el desconocido rió.
—guarda ese dinero —su sonrisa. su maldita sonrisa—. ésta va gratis.
