Maraton (1/4)
Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama,mientras yo le sonreía.Me levanté después que él y caminé hacia el baño,cuando puse la mano en el picaporte sentí que me agarraba,me dio la vuelta y volvió a besarme apasionadamente,le correspondi unos instantes y después rompí el beso.
-Zabdiel,por favor,detente-dije seria poniendo mis manos sobre su pecho alejandolo.
-Es que no puedo evitarlo,me encantas ___-dijo mirándome a los ojos-pero,ganas otra vez,ya me debes dos.
-Anoche te cobraste una,¿ya se te olvidó tu amenaza?,me hiciste entrar en pánico.
-Disculpame,estaba cegado y fue lo único que se me ocurrió para verte a solas.
-Lo pensaré,claro que si te vas ahora ayudará a aclarar mi mente.
-Chantajista.
-¿Yo?,el ladrón cree que todos son de su condición.
Me sonrió y me dio otro pequeño beso en los labios,me quedé ahí parada para asegurarme que salía de la habitación,cuando lo hizo y cerró la puerta,entré al baño.Me metí a bañar y cuando termine de vestirme entró a la habitación,me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño.
Bajé a la cocina para preparar algo de desayunar y Vianey estaba ahí tomando un café y hojeando una revista.
-Buenos días,Vianey.
-Hola ___,buenos días-respondió y se levantó para saludarme de beso en la mejilla-justo estaba pensando en ti,estoy viendo un anuncio de la ropa de Daniela-agregó enseñándome la revista y la miré unos segundos.
-Por cierto,ahora que lo mencionas,tengo duda de algo que dijiste el día de la presentación-dije sirviendome una taza de café.
-Adelante,con confianza.
-Cuando te dije que Christopher estaba de viaje,me dijiste que él no cambiaba,¿porque?.
-Ah,es que el día que firmó el contrato con Zabdiel yo fui a la cena y estuvieron hablando de negocios toda la noche y mencionó que viajaba mucho y luego Zabdiel me ha contado que le llama y siempre está en juntas,por eso lo dije,¿pensaste que yo y él nos veíamos clandestinamente?
-No,para nada,no te creo capaz de engañar a Zabdiel-dije para ver su reacción.
-Jamás lo haría,lo adoro-aseguró
-Buenos días,señoritas-exclamó Zabdiel entrando a la cocina.
-Hola baby,buenos días-respondió ella y lo abrazó efusivamente.
Yo no respondí y le corrí la mirada con enfado,qué amigos tan cariñosos eran,alguno de los dos me estaba mintiendo y dudaba que ella tuviera alguna razón para hacerlo.Abrí el frigorífico para no mirarlos y escuché que Christopher los saludaba,me abrazó por la cintura,yo voltee y nos dimos un beso en los labios.Zabdiel carraspeo y nos sugirió ir a desayunar a un pequeño restaurante que estaba un par de calles.Todos estuvimos de acuerdo y salimos los cuatro.
Christopher y yo íbamos tomados de la mano y Vianey sostenía del brazo a Zabdiel,después él la cargó sobre sus hombros y tuve ganas de golpearlo y de paso yo darme de topes en un árbol,¿cómo era posible que me dejara envolver por ese embaucador de oficio?Sólo era un hermoso mentiroso,como dice una canción y,muy a mi pesar,me tenía vuelta loca sin remedio,jamás me imaginé perder así la cabeza por alguien,quizá debía recurrir a la ayuda de un psiquiatra.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en una pequeña mesa,Vianey frente a Christopher y Zabdiel frente a mí.La camarera nos llevó los menús,la verdad yo no tenía mucha hambre,así que sólo ordene un zumo de naranja y fruta con yogurt.en un recipiente por separado.
Vianey me miró de forma extraña y Chris empezó a explicarle lo rara que soy para comer mientras ella se reía,luego se pusieron a intercambiar anécdotas curiosas.
Yo sentí las miradas de Zabdiel y trataba de evitarlas lo más posible.Minutos después nos dejaron los platillos y al llevarme un pedazo de piña a la boca sentí que Zabdiel puso su pie sobre el mío y lo subió un poco.Yo retiré el mío bruscamente mientras lo miré frunciendo el ceño,él sonrió divertido,miré a Christopher,nerviosa y seguía hablando animadamente con Vianey,al parecer ninguno de los dos había dado cuenta.Zabdiel lo notó y siguió con su jueguito,yo ya no sabía para dónde moverme y tuve que ir al baño para tranquilizarme,ese hombre quería destrozarme los nervios.Al regresar ya habían pedido la cuenta y suspiré aliviada.
