Nos dirigimos a la habitación y una vez más maldije a las cámaras de seguridad del ascensor,sino estuvieran, en ese mismo instante lo detendría y la haría mía, era una de mis fantasías que aún no cumplía.
Al entrar a la habitación se fue directo a la mesa para dejar su bolso, me acerqué y la abracé por la cintura acercándola a mi,su exquisito aroma me inundo y mí cuerpo empezó a reaccionar, comencé a besarla el cuello mientras masajeaba sus senos por encima de la blusa, desesperadamente le quite el abrigo y la giré para besarla desesperadamente acariciando sus nalgas, me enloqueceía su sabor,sentir como se iba exitando.
Después volví a besar su cuello hasta llegar a su oreja, le mordisque el lóbulo y la escuché gemir, entonces una idea cruzó por mi mente, quería saber si había hecho lo mismo que yo cuando estuve en Seattle.
Le pregunté si había seguido mi sugerencia y, para mí sorpresa, respondió que sí, así que le pedí que me lo mostrara y me miró desconcertada.
-Quiero que te acaricies para mí-le pedí rozando su boca, ella me miraba sin dar crédito a lo que le solicitaba-anda,compláceme,quiero ver como lo hiciste-insisti en tanto deslizaba mi dedo pulgar por sus labios.
Quise tentarla para ver hasta dónde era capaz de llegar por complacerme y me encanto su disposición y, sobre todo,ver cómo se deshacía de la timidez que mostraba en público y se convertía en la mujer más sexy.
Me senté en el borde de la cama,fui testigo del más espectacular y seductor striptease que había presenciado jamás.En algún momento liberé mi miembro y lo acaricié mientras la veía autosatisfacerse hasta que ya no aguante más y me acerqué a ella,me miró sorprendida,tomé sus dedos y los lamí disfrutando del sabor de su intimidad, después de colocarme el condón me introduje en ella y comencé a gemir en tanto me movía ávidamente haciéndola mía, luego de un rato se detuvo, provocando que me descontará y me fascinó escuchar su respuesta cuando le pregunté que era lo que hacía.
-Lo que me pediste, complacerte-musito en mi oído con su voz retorcida y sensual.
Hizo que me sentará y se montó en mi,puse mis manos en su cintura y me las tomo para entrelazarlas con las suyas, después las puso a los lados de mi cabeza mientras subía y bajaba con rapidez,lamió mi cuello y gimió en mi oído, haciendo que la sensación de placer incrementará al igual que sus movimientos, instantes después llegamos juntos al orgasmo,se dejó caer sobre mí y luego se sentó a mi lado emitiendo otro gemido delicioso que provocó que me riera,me encantaba ser yo el responsable de sus gemidos.
De pronto,se escuchó el rugir de su estómago y le propuse cenar,ella estaba apunto de contarme algo personal, pero el subconsciente me traicionó y levanté una ceja, así que emitió la información y sólo dijo que no había tenido tiempo para comer.Me levanté del sillón para tomar el teléfono y le sugerí las hamburguesas, que eran mis favoritas,se me hizo extraño que pidiera las papas en un plato por separado, que era diferente en todos los aspectos.
Me tumbé en la cama y encendí el televisor, necesitaba una distracción antes que la cuestionara sobre su fin de semana y con eso romper por completo las reglas, aún no estaba del todo seguro de querer hacer eso.Ella se metió al baño.Entonces,me reí de mi mismo,las reglas las estaba rompiendo de apoco,sobre todo la tercera,¿a quien quería engañar?, jamás me había tomado la molestia de verlas dormir como en mi primer encuentro con ella, aunque hayan sido escasos segundos; tampoco había explicado que estaría ausente como lo hice la segunda vez y mucho menos había compartido otra cosa que no fuera sexo como ahora que cenaríamos juntos,no tenía muy claro porque lo estaba haciendo, pero me inquietaba verla en otras circunstancias,conocerla en otros aspectos.
Me levanté para retirarme el condón y después me puse una bata que saque del clóset.Minutos más tarde tocaron la puerta, la abrí y me entregaron la bandeja con la comida, la puse sobre la mesa y ella salió del baño envuelta en una toalla.