"Genius Lab"

YoonSeok

HOSEOK
Los efectos

—¡Ah! —Hoseok puso la mirada sobre el banco que estaba frente al sintetizador, pues el color blanco le había llamado la atención, bajo las luces del estudio—. ¡Esa camiseta es de Jimin!

Suga había hecho algo muy raro cuando aún no terminaba de hablar: se había colocado de espaldas al banco, de frente a Hoseok, y había tomado el suave bulto de tela con un movimiento de prestidigitador, sólo que de forma obvia. Ocultándolo tras su espalda, le dirigió a J-Hope una sonrisa de inocencia que él bien le pudo comprar, de no haber visto todo claramente.

—¿...Por qué la escondes? —Hoseok no sabía por qué le había salido la pregunta entre risas, pero es que había una especie de nerviosismo en el aire, que se le pegaba como lapa.

—Concéntrate en la tarea a mano, Hobi. Eres un desastre, Hobi. Nunca te concentras, Hobi.

Por supuesto, el que Yoongi hubiera dicho su nombre al final de cada oración había sido un fiel indicativo de que algo ocultaba, pero J-Hope no era una persona densa: si Suga no quería hablar de... ¡De lo que fuera que estuviera ocurriendo! (porque no se le ocurría nada), pues no iba a preguntar.

-—¡Vamos a darle de una vez, Suga! —dijo Hoseok, dando una palmada en el respaldo de la silla del productor, dispuesto a comenzar con el trabajo. Una de las canciones requería apoyo vocal y el resto del equipo de producción le había pedido a Hoseok que pasara al estudio de Yoongi, pues él estaba a cargo de dar los toques finales al álbum esta vez.

—¿A quién? —preguntó el mayor.

A J-Hope le tomó como medio minuto entender el doble sentido, y cuando al fin lo iluminó el Espíritu Santo, compartió con su hyung una risa de complicidad que comenzó un poco tímida.

—Hoy vas a gemir.

—¿Cóe...?

Hoseok había intentado escupir dos preguntas a modo de interjecciones a la vez, pero se le habían mezclado, fusionado, y ahora recibía la bien merecida mirada de extañeza de Yoongi.

—¿Qué? —se decidió por una. Sentía las mejillas ardientes y um misterioso deseo de salir corriendo. Al mismo tiempo, se quería quedar ahí para siempre.

Suga lo ignoró con una sonrisa en los labios, una algo extraña, que Hoseok era incapaz de colocar en el lado de los gestos amables o en el lado de los gestos burlones. De pronto, toda la confianza con la que J-Hope había entrado al Genius Lab se le había escurrido y filtrado hasta el subsuelo. Recordaba haberse sentido muy contento por poder entrar, lo cual estaba estrictamente prohibido para cualquiera que no fuera Jungkook (que, de alguna manera, había conseguido la clave del cerrojo hace tiempo).

Se sintió casi desvalido parado debajo del aire acondicionado; mientras tanto, Suga ocupó su sitio en la silla de respaldo alto, dejó una pista reproduciendo y se giró hacia él, muy serio.

—Esos sonidos que siempre haces, se llaman gemidos —le explicó, en un tono cansino—. Los efectos de sonido que le ponemos a las canciones.

—Oh... ¡A-ah, pues sí, cla-claro! —Hoseok se sentía como basura ahora, realmente. Era obvio, él siempre hacía esos pequeños acompañamientos: "hey", "yo", y demás... ¿Por qué rayos se había ruborizado y se había puesto tan nervioso por algo que le resultaba natural hacer? Tal vez por la forma en que Suga les llamó— ¿...Por qué siempre yo? —añadió Hobi, intentando hacer parecer que su extraña reacción de hace un momento era debida a eso y no a ninguna mala interpretación que pudo haberle hecho a las palabras de Suga.

—A ti te salen mejor —respondió el productor, sin más—, ya comenzó la pista, pon atención y hazlo.

Era como si Hoseok hubiera vuelto a nacer: como un chico tímido en frente de toda la escuela, y en ropa interior, intentando cantar el Himno Nacional. La pista comenzó a reproducirse a través de los auriculares que Yoongi le ofreció, y el menor supo cómo quería llenar los espacios, pero su garganta estaba colapsada y nada salía a través de sus cuerdas vocales. Sólo se quedó frente al micrófono, carraspeando y emitiendo apenas suspiros.La frustración comenzó a ponerlo de mal humor.