YoonMin

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JIMIN
El vocoder.

En cuanto Jimin pudo entrar al Genius Lab, el famoso estudio de Min Yoongi, como resguardado por candados de oro y plata, quimeras y una fosa de agua púrpura (o eso decía Taehyung), se sintió conmovido.

Como pudo darse a entender, era inusual que Suga-hyung dejara pasar a alguien a su estudio de producción, pero esta vez, el rapero en persona había ido a pedírselo, después de practicar coreografías. Le había dicho a Jimin que necesitaba su punto de vista sobre la forma en que había utilizado esta vez el Vocoder -según se enteró después, era un instrumento que Suga usaba para emular segundas y terceras voces, y evitarse grabarlas de fondo-.

Jimin se sentía como si hubiese sido llamado al frente de toda la escuela para ser felicitado (es decir, Jimin era llamado a recibir premios, pero bajo el nombre: "BTS", y la cosa era... Que le gustaba la gloria personal).

Diligentemente, Jimin le entregó una memoria USB, roja, con forma de rábano.
Después, dejó que se hinchara su pecho mientras observaba detenida y curiosamente el estudio al que acababa de entrar. Todo estaba muy limpio y ordenado, a pesar de la gran cantidad de aparatos y cables de los que Jimin no tenía la menor idea de su funcionamiento. Lo único que reconocía era el sintetizador y la pantalla de la computadora, frente a la cual, Suga tomó asiento.

—Es la pista que grabé esta mañana, hyung. Por favor, haz que suene bien —comentó Jimin, aunque estaba de más. Suga sabía lo que tenía la USB.

Pero Suga le dirigió una mirada, breve y cómplice, mitad de incredulidad y el resto socarronería. Jimin no tuvo que preguntarse por mucho tiempo qué significaba esa expresión, pues Suga la acompañó de palabras que le supieron dulces y estimulantes, como alcohol:

—Tú ya la haces sonar bien naturalmente, Jiminie.

A Jimin le costó mucho trabajo no hacerse aire, del intenso calor que sintió en el cuello por el rubor descontrolado que le provocó el elogio.

Una vez que Suga tradujo la información y la voz del vocalista quedó plasmada digitalmente en el misterioso programa que Suga usaba para ordenar y retocar voces, efectos y melodías, el productor se puso a trabajar. Jimin se sentó derechito en el sofá del fondo, esperando los resultados mientras curioseaba el lugar. No estaba interesado en los fríos aparatos metálicos con los cables arrastrando, estaba interesado en las pequeñas cositas que no tenían utilidad práctica: las que Suga había puesto ahí sólo porque le gustaban. Le estaba costando trabajo dar con ellas.

"Ni siquiera puedes dejar de aparentar ser tan serio en un sitio que es sólo para ti".

Porque Jimin sabía que le gustaba aparentarlo. En el fondo, Jimin conectaba muy bien con él, porque era sensible. Sí, Min Yoongi era un sujeto sensible, y al igual que él, era capaz de leer el ambiente de las situaciones y actuar acorde.
Si tan sólo no le diera vergüenza demostrarlo.
Si tan sólo no se obligara a pensar que para ser genial había que ser frío y distante...

—Ya está lista tu parte —dijo, eventualmente, Suga. Jimin dejó de lado la contemplación del lugar y de Yoongi mismo para poderse conocentrar en la tarea a mano.

Suga movió su silla, que tenía rueditas y un respaldo alto y cómodo, hacia el sintetizador. Al lado había un banco, como le hizo notar a Jimin, al llamarlo con un pequeño movimiento de cabeza. Jimin tomó asiento, bastante confundido pero con total disposición, lo que se le notaba en la postura perfecta que adoptó. A Suga le gustaba sentirse como un profesor, como un mentor, como hyung y oppa, como un hermano mayor o hasta un padre de familia. Tener la superioridad moral o empírica le provocaba placer, aún si decía lo contrario (su máscara siempre debía tender al estoicismo).
Jimin sabía que le gustaba porque los ojos le brillaban y empezaba a utilizar un tono diferente: con más confianza, con un dejo de paternalismo o un tenue orgullo. Honestamente a Jimin, ver ese cambio, le aceleraba el corazón y después, empezaba a doler -llámenlo masoquista, pero era un dolor bonito, un buen dolor-. Era, como Suga (sólo Jimin lo sabía), una persona sensible.

"Genius Lab"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora