tiempos y cosas.

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¿Por qué estoy aquí? Esa pregunta invade mi cabeza repitiéndose una y otra vez. Mi madre siempre me decía que este mundo era peligroso, es peligroso y será peligroso para personas como yo. ¡Demonios! Algo va siguiendo a mi padre, no se ve peligroso, pero todo en este mundo lo es. Lo único que tengo en mi poder es un cuchillo de obsidiana que me regalo mi madre antes de morir. ¡Ouch! Me he tropezado con una rama, ya no puedo ver por la gran cantidad de neblina que hay. ¡No puede ser! Perdí de vista a mi padre y por supuesto también el camino. Corrí, corrí y no pare de correr. Cuando corría, algo chocó conmigo, el golpe me dejó un poco aturdido, pero eso no me impedía moverme. Al ponerme de pie pude observar lo que causo mi caída. Era una mujer. ¿Una mujer? ¿Qué hace una mujer en este bosque? No es cualquier mujer, esta vestía con ropa muy extraña, esa ropa no es de oriente, ni por mucho del occidente. Sus rasgos son muy parecidos a los míos o de cualquier persona en este mundo.

-¿estás bien?- me preguntó.

-sí, gracias. Disculpa ¿Quién eres?-

Nuestra conversación fue interrumpida por un Dip.

-¿Qué es eso?-

Lo sabía, ella no es de aquí. No hace falta hacer una investigación tan profunda para saber eso. De inmediato saque mi cuchillo, no tenía experiencia en pelear, pero me defenderé como sea; me pregunto que pasara con ella, no parece que sepa luchar.

El Dip me atacó aprovechando mi distracción, lo único que pude hacer fue evitar que sus filosos dientes penetraran mi cuello. Ella soltó un grito de espanto que me imagino que se escuchó en todo el bosque.

Como me la imaginaba, el grito de la princesa fue escuchado por más criaturas; y yo que creí que esto no podía ir peor. No puedo hacer nada, mis manos están ocupadas tratando de detener el Dip. ¡Esto será mi fin! Eso es lo único que mi cabeza podía pensar.

De repente una gigantesca luz blanca apareció de repente haciendo que los Dips se alejaran. Cuando la inmensa luz empezó a decaer, pude ver el rostro de quien la portaba.

-¡padre!- grite de emoción al verlo.

En ese momento mi padre nos tomó de las manos y abrió un tipo de portal el cual fuimos introducidos.

Al cabo de un rato me desperté, al parecer me he desmayado, no tengo energía para moverme , lo único que hago es mirar a la ventana, me percato que el día sigue nublado, es curioso porque desde hace un año no ha podido salir el sol.

-¿te sientes mejor muchacho?-

Pregunto mi padre que al parecer lleva puesto la corona... otra vez.

Mi padre tiene la costumbre de dejar a mi hermano en el trono cuando tiene que salir o más bien cuando quiere salir del país. No tengo ni idea de a dónde va y que es lo que hace.

Igor: -sí, estoy bien, un poco cansado, pero estoy bien-

-me alegro mucho que estés bien, pero... ¿Qué estabas haciendo ahí? –

Igor: -solo salí a buscarte-

-¿buscarme?

Igor: -creí que no regresarías, por eso salí a buscarte-

-no deberías preocuparte por mí, para la próxima debes quedarte aquí-

Igor: -y ¿Qué le paso a ella?-

-¿Ella?

Igor: -sí, ella, la chica que estaba conmigo-

-es cierto, la chica con la que estabas-

Igor: -Si ¡ella!-

-ella está bien, solo está un poco confundida-

Igor: -¿supiste algo a cerca de ella?-

-solo su nombre, se llama Luisa-

Igor: -supongo que me quedare todo el día en la cama-

-está bien, debo regresar al salón, nos vemos luego-

Después de repetir esas palabras, mi padre salió de la habitación. Solo me quedaba ponerme al día de lo que pasaba, hace dos meses que mi hermano mayor me mando a buscar a mi padre. No soporto quedarme mucho tiempo en casa.

A pesar de que mi padre puede ser muy frio conmigo, la verdad es que lo preocupo. Esto lo sé porque yo nací con la habilidad de ver la verdad a través de las personas; esto es con lo único bueno con lo que nací.

Este día se pasó demasiado rápido, nunca había estado tanto tiempo en la cama, pero ahora me sentía con más fuerzas.

En la madrugada, sentía que había alguien más en la habitación. Me levante de la cama decidido a caminar hacia el patio, pero alguien me detuvo. Era esa chica, ¡ay no!

-necesito tu ayuda- pregunto desesperada.

Es extraño, no noto ninguna intención hostil hacia mí.

-¿que...que...que necesitas?-

-necesito salir de aquí-

-claro, te llevare a la puerta princi...

-¡no!, no quiero salir de aquí, sino de este mundo-

-¿Qué?, no entiendo de qué hablas-

En ese momento, mi hermano entro al cuarto, y eso no se veía bien. En seguida mi padre entro detrás de él.

Padre: espera Fernando.

Mi hermano se quedó mirando a la chica con ojos sorprendidos.

Fernando: ¿es ella?

Padre: sí.

Fernando: esta es nuestra oportunidad, debemos encontrar más.

No entendía lo que estaba pasando, pero en ese momento esa chica me miro con rostro asustado, ella tampoco sabía lo que estaba pasando.

Padre: eso ya lo sé, solo tienes que tranquilizarte.

Fernando: está bien.

Mi padre voltio a su alrededor y me miró fijamente, pero en su mirad no vea a mi padre, no lo reconocía.

Padre: salgamos de aquí Fernando.

Mi padre y Fernando salieron inmediatamente de la habitación dejando solos a mí y a luisa.

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