Nos volvemos a ver.

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Partimos por la noche, todos los soldados estaban listo para avanzar, en menos de tres horas estábamos por llegar nuestro destino. En el transcurso del viaje, no podía evitar pensar en lo que le pasó a luisa y a Lee,

Soldado: ¡ahí están!

Volteé para mirar pero me lleve una sorpresa, su ejército era enorme. Era el triple o el cuádruple de grande que el nosotros; pero eso no nos detuvo.

Antes de que los ejércitos chocaran, las cabezas de ambos bandos se encontraron primero.

Como la cabeza del bando enemigo, estaba mi padre, el rey Luis Alfonso, y a su lado, el emperador Maximiliano y a un hombre que no reconocía. En nuestro bando, el que estaba a la cabeza es el zar y a sus costados estábamos el general Markosky y yo.

Rey Alfonso: ríndete Max.

Max: para ti soy Maxim y no me voy a rendir.

Rey Alfonso: bien.

Mi padre giró su caballo y se dirigió hacia su ejército.

Max: vámonos.

Cuando llegamos con nuestros soldados, el zar ordeno que formáramos una línea defensiva y yo fui directamente a la cabeza de esa línea. Saque mi anillo y me lo puse en mi dedo anular; a continuación invoque a los tres demonios que hay en su interior. A Leshiy y a Vodianoy les ordene que acabaran con todos aquellos padres de familia y que atormentaran las mentes de aquellos que esperaran un hijo o que tuvieran hermanos. A Adramelec le ordene que se encargara de una persona en especial: Lilith.

Rey Alfonso: ¡ataquen!

Mientras nuestras grandes catapultas y cañones lanzaban munición explosiva los soldados se quedaron quietos en su línea defensiva.

De repente, el cielo se abrió y de él cayeron grandes bolas de fuego hacia nosotros. Markosky y yo hicimos todo lo que pudimos para detener las bolas de fuego pero seguían saliendo. Markosky empleo un hechizo para crear un domo para cubrir a los soldados. Mientras tanto yo veía caer a los soldados debido a los demonios, pero no veía a Lilith o a...

De repente fui golpeado por una ráfaga de energía que provenía del suelo. Caí sobre un gran charco de sangre pero no amortiguo mi caída; active mi hechizo de regeneración y me dispuse a combatir. Al recuperarme, me di cuenta de quien se trataba: Moloch.

Igor: peleas en el bando equivocado.

Moloch: no lo creo.

Cuando me iba a abalanzar sobre él, markosky se interpuso y cambia mi lugar.

Gen. Markosky: yo peleare con él, tu ve a buscar a tu padre.

Igor: sí.

Me aleje lo más rápido que pude y me dispuse a buscar a mi padre. Corrí por todo el campo de batalla pero no lo encontraba hasta que... lo vi defendiendo a Lilith de Adramelec: me dispuse a acercarme y cuando me vio noté que en su mirada había una gran desesperación de poder.

Igor: ¿Qué has hecho padre?

Rey Alfonso: nos está claro, quiero un mundo mejor para las personas.

Igor: pero tus motivos son estúpidos, no puedes obligar la gente a cambiar.

Rey Alfonso: te lo demostrare.

Mi padre me ataco con una gran fuerza, aunque el entrenamiento me sirvió demasiado, pude esquivar su golpe y pude contratacar. Gracias a la luz del anillo podía materializar un espada con la cual taque ferozmente a mi padre, él era rápido e inmediatamente empezó a usar sus hechizos, eso era inútil porque todos esos movimientos ya los sabía.

Rey Alfonso: ¿Cómo sabes tanto?

Igor: no fue gracias a ti.

Mi padre me ataco con más rabia, pero ya no había oportunidad; mire a mi alrededor y comprendí que la guerra había terminado. Mi padre se puso de rodillas y me miro fijamente.

Rey Alfonso: nunca te lo dije pero la verdad es que yo... yo... yo soy un monstruo.

Después de decir eso, su cuerpo empezó a cambiar, las deformaciones e su cara decían que no se encontraba bien.

El cronovisor solo llegaba hasta aquí, no había más después de esto.

Rey Alfonso: mi madre estuvo con un incubo, de esta relación salí yo.

Su historia tenía sentido pero...

Igor: ¿Qué hay de mí?

Rey Alfonso: tú eres el hijo de un fenómeno como yo, pero tú tuviste suerte.

Igor: ¿y mi hermano?

Rey Alfonso: el no corrió con la misma suerte que tú.

No mentía, sus palabras eran ciertas...

Adramelec se puso en frente mío con el cuerpo de Lilith en sus brazos. Yo sabía que ella no era normal al parecer ella era un demonio; yo leí su nombre en el libro de salomón.

Igor: lleva a mi padre y a Lilith al tártaro y arrójalos sobre el pozo.

Todo por fin había acabado.

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