Luisa.

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Estando en el valle, recogí el as del suelo y me senté en un tronco que estaba cerca, en seguida respire profundo y decidí hablar:

Igor: ¿de dónde vienes?

Luisa: soy de Madrid

Igor: ¿dónde es eso?

Luisa: en España, en mi mundo

Igor: sabes algo, estas en España, pero nunca escuche de un lugar llamado así, normalmente las regiones tienen nombres de personas.

Luisa: ¿en serio?

Igor: si, a veces tienen nombres de objetos o cualidades, como la región de klee, es alemana por cierto y significa trébol. Eso me recuerda, ¿y ahora?

Luisa: y ahora ¿Qué?

Igor: no lo sé, mi plan llega hasta aquí, de hecho, no sabía que iba a funcionar.

Luisa: solo quiero regresar a mi mundo

Igor: puedes esperar, apenas si pudimos salir de ahí. Tenemos que ir a china, conozco un amigo que nos puede ayudar.

Saque de nuevo el as pero recordé que esto no me puede llevar tan lejos, tiene una habilidad de teletransportación limitada.

Igor: vamos al centro de teletransportación, ahí tomaremos un tren hacia china, y tenemos que correr por que mi padre no tardara en encontrarnos.

Al llegar a la central me encontré con la sorpresa de que la noticia de que éramos fugitivos del reino español había llegado hasta aquí, lo más seguro es que no nos dejen viajar, pero, saque la baraja y puse sobre el suelo el as de corazones, la habilidad de este as es hacer al portador invisible, lo partí a la mitad y le compartí a luisa para que ella también pueda tener la misma habilidad que yo, la desventaja es que podíamos ser invisibles pero no intangibles, así que teníamos que tener cuidado con lo que tacábamos y con lo que nos tacaban.

Yo alcanzaba a ver que el tren saldría pronto, pero tenía que medir mis tempos aunque eso no importaba ahorita. Le comente esto a luisa y ella me dio un aparato medidor del tiempo, yo le digo así, pero ella le dice reloj. Deje de perder el tiempo y empezamos a correr pero algo en el camino me detuvo, era increíble porque a lo lejos vi a Moloch. Hace mucho que no lo veo, lo que recuero es que él se fue para servir al reino, pensé que se quedaría como soldado, pero consiguió ser general.

Luisa: ¿Qué pasa?

Igor: no es nada, vámonos

Luisa: claro.

Rodeamos a la escolta en donde venía Moloch y nos subimos al tren, el viaje duraría 10 segundos paro todavía estábamos quietos.

Igor: ¡lo logramos!

Luisa: tienes razón

Justo cuando pensamos que lo lograríamos, el hechizo del as se terminó, ya no éramos invisibles pero ya estábamos adentro del tren pero... en ese momento Moloch miro hacia el tren y en seguida me reconoció pero para él ya era demasiado tarde, el tren comenzó a avanzar y los perdimos de vista. Sin pensarlo, active de nuevo el hechizo del as de corazones y nos bajamos del tren lo más rápido que pudimos.

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