kv || S. AND C. O. ⥤En Edición⥢

02.

Pov jeongguk.

Solté un profundo suspiro, tomando con los palillos una generosa porción de Bulgogi, para después comerlo. Sentí una suave patada en mi pie que me hizo levantar la mirada a mi papá, que a su vez me fulminaba a mi señalando sutilmente con un movimiento de cabeza a la familia del novio de jimin hyung. Era un claro "comportate", pero sinceramente tenía tanta hambre que los modales en la mesa no me importaban en lo absoluto. Sentí a mi lobo removerse ansioso, haciendo que volviera a suspirar, sabiendo la razón: Nuestro omega destinado.

Desde que había llegado a casa y que aquel aroma a algodón de azúcar deleitara mi sentido del olfato, mi lobo no había parado de molestar. No malinterpreten, es el chico más lindo que he visto y su aroma es jodidamente delicioso, pero su actitud es otro caso. Pude notarlo cuando le extendí mi mano y el la examino como si estuviera sucia, así como también por la forma en que miraba a su alrededor, con desagrado.

―Y dinos Yoongi, ¿como se conocieron mi hijo y tú?― Oí decir a mi padre, llamando la atención de todos en la mesa. Curioso pose mi mirada en hyung y su pareja, notando al instante el amor y cariño con el que ambos se miraban.

Inconscientemente mi mirada fue a parar en el que era mi destinado, descubriendo que el también me miraba a mi, aunque la desvió avergonzando a su comida al verse descubierto.

—Pues fue en la Universidad— Comenzó el omega —Técnicamente en los pasillos. Yo iba en dirección a la oficina del director con algunos papeles en brazos, pero terminamos chocando, y me ayudó a recoger lo que se cayó, mi omega lo reconoció como nuestro alfa.

—Y mi alfa lo reconoció como nuestro omega, papá, desde ese momento me sentí atraído por el, pero tenía miedo de que se asustará de mi así que le di su espacio, y después de una semana decidí invitarlo a salir.

—Oww, se conocieron de una manera muy linda— comento mi hermano con una sonrisa tirando de sus labios —me hubiese gustado que namjoon y yo nos conociéramos así, el me tiro café encima.

Todos reímos, más pude notar que la familia de la pareja de mi hermano lo hizo más bien forzadamente, mientras que nam hyung se encogía de la vergüenza.

—Jinie, ese dato era innecesario, ¿lo sabías?

—Lo se amor, pero me parece una anécdota graciosa

—Y linda también— Me metí a la conversación, atrayendo al instante todas las miradas —Hubieras visto la cara de hyung cuando llego de clases, nam, parecía que en cualquier momento gritaría y se desmayaría.

Ahora fue el turno de Jin de encogerse de la vergüenza, al mismo tiempo que me fulminaba con la mirada, yo solo me encogí de hombros con una expresión de diversión.

...

—Y está es tu habitación— Le dije al pequeño omega de cabello azulado, colocando al mismo tiempo en el suelo de madera lisa las dos maletas que traía conmigo.

Observó cada rincón del cuarto con suma concentración, su ceño arrugándose al paso de los segundos y susurrando para si mismo palabras poco entendibles.

—Es muy pequeño...— Dijo mirándome fijamente, y con un puchero formándose en sus rosados labios.

Yo le observé con una ceja alzada, dándole una ojeada a la habitación, para después volver a mirarle con confusión e incredulidad —Es una habitación de tamaño normal— Respondí lentamente, rascando mi nuca con incomodidad ante su intensa mirada.

No me agradaba en lo absoluto.

Era lindo, si. Su aroma a vainilla nos había dejado a mi lado instintivo y a mi completamente cautivados, no lo voy a negar, pero su actitud era un caso aparte. Miraba a su alrededor con desagrado, miraba mi casa como si fuera una pocilga, y nos miraba a mi familia y a mi como si fuera un ser superior. Prácticamente casi me ordeno llevarlo a la habitación que ocuparía, haciéndome cargar sus maletas. Por lo que ví, nadie lo había notado, pero yo si y eso fue suficiente para que no me agradara.

Probablemente me esté adelantando, pero no puedo evitarlo. Eh conocido a personas de su tipo, que se creen jodidamente superiores por tan solo tener un poco más de dinero que el resto.

Y eso me enfermaba.

—¿No hay una más grande disponible?— Pregunto con una mueca tirando de sus labios, haciéndome alzar mis cejas con incredulidad ante su pregunta.

—Realmente no— Respondí con los dientes apretados, para después suspirar tratando de mantener la calma.

—¿Y qué tal la tuya?— Joder, ¿Por qué tenía que ser tan molesto. No le respondí, simplemente le deseé buenas noches y salí rápidamente de la habitación, haciendo caso omiso a sus llamados y entrando a mi habitación rápidamente cerrándola con seguro.

Apenas había llegado hoy, pero actuaba como si fuera el puto dueño de todo.

Me senté en la cama, frotando mi rostro con mis manos, sintiéndome frustrado con la situación. Jimin hyung me lo había advertido, pidiéndome que tuviera paciencia y yo le asegure que sería comprensivo, pero ahora dudaba que pudiera cumplirlo. Al menos agradecía que solo se quedarían aquí está noche, puesto que padre les había preparado una cabaña para ellos con anterioridad. Era lo suficientemente grande para que vivieran cómodos, pero conociendo ahora un poco el carácter de esa familia, dudaba mucho que fuera de su agrado.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño para así poder tomar una ducha, no queriendo seguir pensando más en ello. Media hora después salí completamente relajado, y con unas inmensas ganas de dormir, así que me coloque unos boxer y una camiseta de tirantes negra, y me metí bajo las sábanas sin importarme que mi cabello siguiera mojado. Un suspiro de alivio escapó de mis labios y paulatinamente mis ojos se fueron cerrando, hasta que el sueño por fin me venció.

E inconscientemente, con el omega de cabello azulado rondando en cada rincón de mi mente.