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El chico no quería darme el bolso, eso fue muy frustrante ya que en ese momento había demasiado humo inundando el espacio, sabíamos que el fuego llegaría pronto donde nosotros estábamos, realmente no sabía hacía donde correr; el chico solo salió corriendo de el escondite así sin más, como si el bolso que tenía en las manos fuera de el.
Corrí tras el, sabiendo que iría a un lugar mejor que al que yo pudiera pensar en ir.

Llegamos a una cueva bastante grande, ahora el solo parece más grande de lo que había visto en esa escondite de la casa ahora quemada; el chico se asoma bastante alterado (por tanto correr) fuera de la cueva, parece que he dado en el blanco al seguirlo ya que este lugar se ve bastante seguro.... Nunca había ido tan lejos a esconderme, está cueva es bastante grande, por lo que puedo ver hay más cosas al fondo.

—Nadie nos ha seguido —afirma el chico, ahora que lo veo bien, sus ojos son azules profundos, cabello negro intenso, su test de piel es blanca con algo de suciedad debido a el polvo y el sudor.

—Necesito mi bolso, por favor —trato de actuar como si no tuviera en sus manos algo que a mí me interesa y también muy valioso.

—¿Por qué te buscaban esos hombres?... — lo dice en un tono bastante serio, es bastante atractivo, tengo que dejar de pensar en eso —se que ellos pueden ser bastante intimidantes pero no hacen todo lo que han hecho por solo.... Tu... —lo dice como si yo fuera una niña idiota que no vale la pena seguir, quemar una casa, buscar durante varias horas seguidas, amenazar a sus compañeros delincuentes para que regresen a la ladrona viva o muerta pero con el bolso intacto.

—Oh, no lo sé, solo he robado algunas monedas —lo digo lo más ingenua e inocente que puedo (eso lo he ido perfeccionando al practicarlo con mis padres, ellos siempre me creen, soy muy buena en esto) —solo tengo hambre.

Parece que el lo cree, camina hacía el fondo de la cueva, yo solo me quedo parada como idiota, voltea a verme.

—¿Vienes? —la sensualidad en la que lo pronuncia hace que me quede aún lo doble de idiota —Tengo comida, debes venir.

Lo sigo, recuerdo que el tiene mi reloj mega valioso, si llega a encontrarlo podría robarlo e irse.

Morgan Grover. Viviendo En Marte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora