Estaba amaneciendo, el cielo que estuvo oscuro poco a poco desaparecía y se volvía claro, la alarma del celular con un sonido típico de despertador antiguo se hizo sonar en toda la silenciosa habitación rompiendo el silencio de la noche que aun yacía en ella, Los oídos del joven hombre que se encontraba durmiendo en la cama individual de dicha habitación retumbaron al ser despojados del silencio tan relajante al que fueron sometidos durante toda la susodicha noche, la mente de Yuuri fue despertada por el repentino sonido de la alarma y tuvo que mandar ordenes al resto de su cuerpo para despertar, primero hizo que los párpados del japones se levantaran ligeramente para recibir la tenue claridad que apenas había en su habitación, un sonido similar a un suave ronroneo vibró desde su garganta hasta su cavidad bucal al igual que un escaso estiramiento con sus brazos, pecho y piernas aun contra el colchón se hizo presente. Se trataba de su breve y cotidiano "ritual" que hacía al despertar, al culminar estiró su brazo derecho a la mesita de noche donde tenía una lámpara y bajo ésta su celular, bastó sólo la yema de su dedo índice para deslizar a la izquierda el círculo que aparecía en la pantalla del celular y así desactivar su alarma, abrió más los ojos y estuvo por levantarse de la cama pero en medio de sus acciones para alzarse del colchón y de entre sus sábanas la repentina aparición de una mujer regordeta se hizo presente, se trataba de su cariñosa madre que venía a darle los buenos días y a darle una caliente y espumosa taza de chocolate como todas las mañanas, se encontraba sentado sobre su cama y al no verse sorprendido por la aparición sin previo aviso de su querida madre sólo sonrió dulcemente para esta mientras la mujer se acercó a él mientras le daba los buenos días y le hacía entrega de su taza de chocolate al igual que un beso sobre la frente.
Era algo bastante infantil o no acto para un hombre de su edad pero no podía negarle gestos tan maternos a su madre, no quería dañarla de ninguna manera, prefería que lo siguiera tratando como un bebé aun tuviera 25 años a pedirle que ya no tuviera gestos tan tiernos con él y terminará lastimando su sensibilidad aunque su padre dijera que su madre exageraba y era una dramática, ella siempre fue una madre muy protectora y cariñosa con él desde pequeño y lo fue aun más cuando se descubrió que era un Omega, siempre se excusó diciendo que los Omega debían recibir constante atención y cariño pero su padre decía que eso sólo era necesario cuando tenía una pareja y era ésta quien debía ser la única que le diera esas cosas. Aun así amaba a su madre, sólo quería lo mejor para él, creció en una familia muy calurosa, unida y feliz por lo que desarrollo una personalidad muy amable y flexible además de paciente, y al ser un Omega le hizo tener desde los 16 años un amor especial hacía los niños, durante su adolescencia cuidó gustosamente a varios de los hijos de sus familiares y hubo un tiempo donde ofrecía su servicio como cuidador de niños, amaba estar rodeado de niños, le parecían tan tiernos y adorables, siempre quiso ser parte de la enseñanza de los niños más pequeños por lo que terminó siendo maestro en una escuela y era maestro de los que tenían su primer año de escuela. Enseguida se encariñó con los niños y ellos de él en su primer año como maestro, y así fue durante más años y con nuevos niños que iban llegando, tenía un closet y varios cajones de su casa llenos de dibujos de todos los alumnos que había tenido, no podía deshacerse de ellos, significaban tanto para él y se los habían dado con tanta bondad, eran su mayor tesoro.
Sonrió ampliamente al pensar en sus alumnos o sus niños como solía llamarlos pues sentía que decirles "alumnos" no ilustraba bien el cariño que les tenía, sorbió un poco de la taza de chocolate que su madre le había entregado y después de dejar dicho objeto sobre su mesa de noche dio los buenos días a su madre y preguntó acerca de su padre, el día anterior había enfermado y estaba preocupado por él, una grata tranquilidad le llegó cuando su madre dijo que la medicina que le había recetado el médico familiar lo había puesto estable y estaba durmiendo tranquilamente, que no había de que preocuparse, más tranquilo dejó marchar a su madre y salió de la cama por fin.
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¿Ella es más importante que todas las personas que te amamos?
RomanceViktor Nikiforov, un alpha soltero con una hija a la que ama más que a su vida que emigra a un país que no es suyo por problemas en su casa. Yuuri Katsuki, un omega cuya pasión es amar y proteger a los niños en su trabajo como maestro. Dos almas que...