Green & Blue (Supercorp)

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Pasaron cuatro años de los cuales tres la busqué por mar y tierra, Maggie y Alex me ayudaron pero no encontraban nada, el último año empecé a rendirme, ella simplemente había desparecido.

Después del día que se fue, nadie volvió a verla, lloré por meses, Alex y Eliza siempre estaban a mi lado para sostenerme cuando no quería ni levantarme, gracias a ellas y a Maggie logré pasar el año, habia descuidado toda mi vida por buscarla.

Entré a la universidad casi obligada, me mudé a National City para estudiar, tenía la esperanza de encontrarla ahí, ñu tampoco había rastro de ella, su empresa había quedado en el olvido para ella, aunque seguía sacando nueva tecnología.

En ese tiempo ya me sentía mejor, le conté a mis amigos todo lo que sucedió, al fin y al cabo ella ya no estaba aquí conmigo, también les confesé que era una alienígena, Maggie lo supo dos años después por una casualidad. Comprendieron completamente, ellos fueron una gran ayuda para sacarme de mi casa.

Imra fue a verme tres veces a la semana por los meses restantes, su compañía siempre me alegraba un poco. Cuándo me mudé definitivamente a National City no supe más de ella, extrañaba su compañía.

No había cumplido mi sueño de ser superheroína, aunque seguía entrenando con Kal, pelear me relajaba un poco. Simplemente no quería proteger un mundo en el que que Lena Luthor no estaba a mi lado. Aparte ya tenían a Superman.

Poco a poco fui siendo la misma de antes, la que había sido cuando la ojiverde no estaba en mi vida, aprendí a vivir con el dolor.

Estudié periodismo, estaba haciendo algo así como una pasantía en Catco Worlwide Media, terminé siendo la asistente personal de Cat Grant. Era intimidante y parecía que me odiaba, pero podía odiarme todo lo que quisiera, era la reina de los medios.

-¡Kira¡ - Gritó Cat sacandome de mis pensamientos, corrí a su oficina.

-¿Si? ¿En que puedo ayudarla Señorita Grant? - Dije acomodando mis gafas.

-Llama a mi estilista, agenda una cita para ésta tarde, hoy tendré una cena con alguien importante, tal vez lo convierta en mi cuarto esposo, no sé - Dijo sonriendo - Bueno ¿Qué esperas?

Volví a mi escritorio, hice lo que me pidió, con ella todo debía hacerse a su manera y lo más rápido posible, la paciencia no era una de sus cualidades.

-¿Otro esposo? Pobre hombre - Dijo alguien a mis espaldas en un susurro.

-¿Que dijiste? - Cat Grant a veces podía tener "súper oído".

-N-Nada, lo siento - Dijo apenado.

Winn trabajaba con mi hermana, era algo asi como un técnico, arreglaba todo lo que estuviera funcionando mal, aparte de ser un hacer increíble también creaba nuevas armas. Él y yo estudiamos en la misma universidad, prometió que estaría conmigo en cualquier momento y lugar.

De Nia y Brainy no sabía mucho, mi amiga se fue de nuevo a Parthas a estudiar. Él al igual que ella se fue a estudiar supongo que muy lejos porque no supimos nada de él en varios años, cuando volvió retomó su relación con Nia, se quedó con ella en su ciudad natal.

Mi hermana y Maggie estaban viviendo juntas, hace unos meses mi hermana le había pedido matrimonio, obviamente dijo que si, en un mes se casarían, yo no podía estar más emocionada. Maggie obviamente retomo su trabajo como policía, ese había sido su sueño pero esperó hasta finalizar el año en la secundaria para poder cuidarme y asegurarse de que no arruinara mis notas.

Eliza se quedó en Midvale, ahí era feliz, la visitábamos todo el tiempo, algunas veces ella venía a pasar las fiestas con nosotras. Era extraño no vivir con ella, estaba acostumbrada a tenerla a mi lado.

El día fue lento pero al no tener a la Señorita Grant podía relajarme un poco más.

Ya me encontraba sola en mi apartamento viendo televisión, no había nada interesante que ver hasta que puse las noticias.

-El vuelo 237 de National City Airline con direccion a Ginebra está experimentando perdida de altitud - Me estaba empezando a asustar - El piloto parece estar circulando la ciudad después de una aparente falla en el motor ...

-Alex - Susurré. Me quité las gafas y salí volando. Comprobé que estuviera ahí con mi visión de rayos X.

Volé más rápido, el otro motor explotó, se desprendió y me golpeó. Agarré el avión por la parte de abajo para nivelarlo, lentamente fue bajando su velocidad. Tuve esquivar un puente, usé mucha fuerza para esto, lo dejé caer suavemente en el lago. Me subo al ala del avión, hay helicópteros de noticias por todos lados, cogí impulso y me fui.

Llegué a mi apartamento completamente mojada y sucia, me bañé, me puse algo más cómodo, veía las noticias sobre mi estaba emocionada, no podía creer lo bien que se sentía salvar a tantas personas.

-¿Ángel guardián o una demoledora humana? Hay destrucción por todo el puente... - Escuché a la periodista hablar.

-Trata de salvar un maldito avión por primera vez a ver si no haces haces un desastre - Dije enojada.

Alex abrió la puerta de mi apartamento, corrí para abrazarla muy fuerte, escuché sus huesos tronar un poco y me alejé.

-Lo siento, es que ¡Rao! Se siente tan bien todo esto - Dije con la sonrisa más grande que pude hacer. Mi hermana me respondió con otra sonrisa.

-No te había visto la feliz desde que estabas con ... - Paró en seco - Lo siento. Mi sonrisa disminuyó un poco pero me recompuse al instante - Por cierto muchas gracias por salvarme, hermanita.

-No te preocupes, no iba a permitir que dejaras a Maggie esperando en el altar - Dije con seriedad fingida.

-Me reviviría y me volvería a matar - Dijo riéndose - Cuentame como fue todo, te ves tan feliz, me gusta.

Le conté como fue todo, cada uno de los detalles. No podía parar de sonreír quería seguir salvando personas. Escuché la puerta sonar. Era Maggie. Le abrí y me abrazó.

-Pequeña Danvers, eso fue increíble - Estaba hasta más emocionada que yo misma - Gracias por salvar al amor de mi vida - Me dio una sonrisa de agradecimiento.

-No fue nada - Dije con falsa modestia.

-No le podemos subir el ego, mira como se pone con dos halagos - Dice Alex detrás de nosotras.

-Estaba tan preocupada, amor - Maggie corre hacia ella con preocupación. Se abrazan y se besan.

Les tenía un poco de envidia, yo tenía eso con Lena y la perdí, sin embargo, era feliz de que ellas estuvieran tan bien.

Luego de contar la historia de nuevo para Maggie estuvimos toda la noche viendo películas y hablando, despues de cuatro años me sentía genuinamente feliz.

Tenía a personas que me querían al rededor, por fin todo empezaba a marchar de la mejor manera.

Sólo serán un par de capítulos de relleno para que la historia tenga sentido.