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Gray:

El trayecto a casa de juvia transcurrió en silencio, excepto por los ronquidos del borracho de Natsu. Al llegar juvia bajó del auto y volteo inclinándose por la ventanilla.

— No deseas pasar? — me invitó con una sonrisa.

— Gracias por la invitación, pero debo llevar a mi amigo a casa. — respondí.

— Pero no puedes llevarlo así a su casa, ¿o no? — Cuestionó sonriente. —Pues yo conozco algunos remedios para la borrachera. — dijo divertida. — Vamos.

Me quedé algo pensativo ante su propuesta.

— Oye, no pensarás...? — empece a decir confundido. — no lo haré con mi amigo cerca.

Ella soltó una pequeña carcajada ante mis palabra.

— ¿Quien dijo que te invitaba para eso?, pervertido. — contestó fingiendo esta ofendida.

— De acuerdo. — accedí sonrojado.

Bajé del auto y fui a sacar a Natsu inmediatamente. Al entrar a casa de juvia fuimos directo a una habitación, allí deje a Natsu, que aún estaba en un sueño profundo. Juvia y yo salimos y fuimos hasta la Sala.

— Creo que ahí estará bien. — dijo tomandome por sorpresa.

— Pues, espero se le pase pronto y vuelva a ser el de antes. — respondí con preocupación.

— Por cierto... — dijo ella algo distraída. — Te ofrezco algo de tomar o quizás... De comer?

Cuestionó caminado hacia la cocina, yo la seguía a unos pasos de ella con mis manos en mis bolsillos.

— Tal vez si algo de comer. — la mire mientras abría el refri. — me apeteces tú.

Ella volteó a verme con una pequeña sonrisa.

— No que no ibas a hacerlo con tú amigo aquí? — me acerque borrando la distancia entre nosotros, mis ojos encontraron los suyos.

— Olvida lo que dije. — susurré uniendo mis labios con los suyos en un lento pero apasionado beso que no tardó en corresponder.

Mis manos viajaron por sus curvas con desespero hasta llegar a sus caderas. Mordí su labio inferior a lo que ella reaccionó con una sonrisa.

Sin perder más tiempo la tomé de las piernas posandolas alrededor de mi cintura, mientras ella atacaba mi cuello con besos y pequeños mordiscos que me enloquecían.

Caminé con ella torpemente hasta el sofá donde la recosté suavemente. Me saqué la camisa con tal rapidez que ni me di cuenta, sin ponerle mucha atención, me quité el cinturón desabrochando al instante mis pantalones, mientras que juvia paseaba su visita desde mi rostro hasta mi abdomen. Sonreí.

— Tienes unos lindos ojos. — dije sorprendiendola mientras me inclinaba hacia ella.

— Gracias... — dijo levantándose del sofá, lo cual me dejó algo confundido.

Ella se paró frente a mí, sus manos fueron a su espalda bajando el cierre de su vestido con tal facilidad que pareciera que lo había echo un millón de veces.

Saboreé mis labios al ver como el vestido cayó al suelo dejando su Cuerpo completamente desnudo. Caminó al sofá nuevamente y se sentó a Órcadas sobre mí.

— Valla, no dejas de sorprenderme. — susurré apretando sus caderas contra mi pelvis.

— Me gusta tener el control, joven Fullbuster. — contestó en un tono muy sexy cerca de mi oído.

Juvia:

Desperté, dándome cuenta de que estaba tumbada encima de Gray y estábamos completamente desnudos.

«Dios... »

Me puse de pie y tomé mis cosas para así dirigirme hacia el baño y darme una ducha. Al terminar había bajado y preparé un rápido desayuno para todos, abrí el refri en busca de la jarra de jugo, entonces sentí unos fuertes brazos rodear mi cintura.

— Buenos días. — Susurró cerca de mi oído.

— Buenos días, Gray. — le dí un rápido beso en la mejilla.

— ¿Puedo utilizar tu baño? — Cuestionó soltando su agarre.

— Por supuesto. — Respondí y le indiqué hacia donde estaba mi habitación para que utilizara el baño de ésta.

Más tarde, Gray ya se encontraba de vuelta y nos sentamos en el comedor, entonces vimos a su amigo acercarse.

— Buenos días. — dijo éste tomando asiento junto a nosotros.

— Buenos días, borracho. — respondimos al unísono.

Él solo se limitó a vernos por unos minutos mientras desayunabamos.

— No... — empezó a decir el amigo de Gray, llamando nuestra atención. — Ustedes... ¿¡Conmigo aquí!? — nos veía incrédulo y con una mueca extraña en su rostro.

— Pues... Si, lo hicimos. — empecé a decir con una sonrisa. — Pero tranquilo, no estuvimos cerca de tí.

Añadí para luego volver a mi desayuno.

— Gray... Dime la verdad. — siguió insistiendo.

— Es la verdad, amigo. — contestó Gray. — estábamos... En el sofá.

El chico estalló en carcajadas.

— Gracias a Dios. — dijo más tranquilo empezando a desayunar.

— Oye, Natsu, ¿Cierto? — dije llamando su atención. Él asintió. — Creo hacerte visto, ¿eres el hermano del vecino de al lado?

— Pues... Si. — noté cierta incomodidad en él.

— Perdón que me entrometa pero... ¿Porque evitas dormir allá?, Osea... — noté la mirada de Gray.

— Tranquila. — dijo Natsu rápidamente. Iba a proseguir, pero en ese momento su celular empezó a sonar. Él lo sacó de su bolsillo y al mirar la pantalla frunció el ceño. Gray lo miró con una ceja levantada y él suspiró. — Es Lucy... Otra vez.

— ¿No le vas a contestar? — Preguntó Gray a lo que Natsu negó.

— Disculpa... — ellos me miraron. — están hablando de... Espera, la mujer por la que te emborrachaste anoche, ¿es la prometida de tu hermano? — Me encontraba sumamente sorprendida, él se mostró algo nervioso, pero luego recuperó la compostura.

— Si, es ella, pero no sabe nada, solo me obsesioné un poco con ella.

— No te preocupes. — dije en un tono divertido. — aunque quizá este siendo mal amiga al decirte esto, pero... Ella estuvo aquí el día en que le fue infiel a su prometido contigo...














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Sate, sate, sate....

Hasta aquí el capitulo, espero les haya gustado :3

Lamento la tardanza al actualizar, estoy muy atareada con la escuela :'v

Pero en serio, esperamos que el capítulo haya sido de su agrado, déjennos saber con sus comentarios que son muy importantes para nosotras!

Y sobre todo gracias por apoyar y votar por la historia ♥

Que viva el Nalu!

Y hasta el próximo! ԅ( Ơ∀ Ơԅ✿)❤

El cuerpo del Deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora