Call Me By Your Name |Bucky x Peter| °WinterSpider°

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Los días seguían pasando, evento tras evento a los que no siempre asistía Peter y en lugar de acercarse más se distanciaron, no se veían mucho más que para cenar, el trayecto en auto o de vez en cuando se topaban al salir de sus habitaciones sin cruzar más palabras que un simple "hola" o "nos vemos", platica superficial. Sus conversaciones se interrumpieron de forma repentina y por las mañanas Bucky comenzó a ir por su cuenta a correr pero por la curiosidad que Peter seguía sintiendo por el en algunas ocasiones se descubría a si mismo espiando por los rincones al ex soldado que aunque se percataba de su presencia no hacía nada para que el contrario se acercara o intentara algo, solo seguía con sus actividades.

Aunque no lo admitía Peter extrañaba mucho hablar con James, se sentía desarmado quería que volviese a ser amable con él, que se riese como había hecho tan sólo unos pocos días antes pero no sucedía solo seguían tan distanciados que las 4 semanas que quedaban parecerían un infierno teniendo a su nuevo amor platónico paseando por su casa tan cómodamente. Por otra parte Bucky intentaba mantenerse ocupado la mayor parte del tiempo para no tener que pensar todo el tiempo en el joven Stark, no quería molestarlo después de escuchar que era más una molestia para el que un amigo ya ni pensar en algo más pero le era inevitable el tener esa sensación de querer estar junto al chico, de reírse de sus chiste y que le dijera datos sobre cosas que un niño de su edad no sabría comúnmente.

Steve le había dado un nuevo libro que leer a su hijo, lo encontró en uno de esos bazares con cosas usadas, le encantaba ir a ese tipo de lugares pues de vez en cuando se encontraba con algo que le parecía familiar de hace muchos años, a Peter le gustaba mucho esos detalles que su padre solía tener con él. El libro que le regalo era "El Heptamerón" que tenía varias narraciones pero una que llamo más su atención era uno llamado "la muerte de un caballero enamorado" que contenía una pregunta "¿Es mejor hablar o morir?" A su parecer nunca tendría el valor de hacer tal pregunta pero esta se mantenía en su cabeza durante prácticamente toda la noche y parte del día siguiente hasta encontrar a un muy tranquilo Bucky en el patio descansando. Con mucho cuidado de no ser inoportuno, como solía serlo, se sentó a unos cuantos pasos de él y comenzó a contarle sobre el libro y fue así como tan repentinamente retomaron las cosas.

— Entonces, ¿qué? ¿Lo hace o no lo hace? – Pregunto el mayor con ligera curiosidad

— Pues ella cree que es mejor hablar pero aun así está a la defensiva, cree que es una trampa

— ¿Así que habla?

— Nope, solo lo elude. – Peter jugaba con el pasto escondiendo una sonrisa

Aquel día a ninguno de los dos les apetecía trabajar o hacer algo de importancia, además los padres de Peter se encontraban fuera por unos asuntos de trabajo, se podría decir que era de verdad un día de descanso para el soldado. Pasaron una o tal vez dos horas hablando sobre diferentes temas, no sentían el pasar del tiempo por lo mucho que disfrutaba la compañía del otro y al encontrarse solos en su casa no les incomodaba que alguien llegara a interrumpirlos o algo por el estilo.

— ¿Hay algo que no sepas? –Pregunto Bucky interrumpiendo a Pet mientras le contaba cómo funcionaba la tecnología detrás del reactor arc

— No sé nada, James. Nada de nada.

— Sé que sabes más que la mayoría de aquí ¿Me equivoco?

— Si supieses lo poco que se sobre lo que en realidad importa. –Peter se levantó y comenzó a dar pequeños pasos de un lado a otro mostrándose algo nervioso.

— ¿Cuáles son las cosas que importan niño? –Seguia con la mirada cada movimiento que el joven daba

— Sabes que tipo de cosas, tu mas que nadie ya deberías saberlo.

Silencio. Y mas y mas silencio.

— ¿Por qué me lo estas contando?

— Porque pensé que debias saberlo.

— Porque pensase que debía saberlo –repitió sus palabras despacio, con la intención de sacarles todo su significado.

— Porque quería que lo supieras. –Se detuvo frente a él esperando algo que ni el mismo sabía que era— porque no hay nadie más a quien se lo pueda contar.

— ¿Tienes idea de lo que estás diciendo?

— Si, se perfectamente lo que digo y tú no estás malinterpretando nada. Solo que no me expreso muy bien y estarías en todo tu derecho de no volver a hablarme en tu vida.

Jugaba con el bode de su playera cuando el de ojos azules se levantó y tomo su mano lentamente dando de opción ir a la piscina. Peter no tenía idea de si había arruinado todo, o si seguiría todo igual, o si sería correspondido pero si esa sería su última buena tarde con él, la disfrutaría sin objetar.

Pov Peter

El trayecto del jardín a la piscina no era largo sin embargo me pareció una eternidad, seguimos hablando con tranquilidad ignorando la conversación de hace un rato y mi repentina confesión. Le había dicho que me gustaba pasar tiempo en la piscina pero solo me encontraba sentado en la orilla moviendo los pies dentro del agua intentando seguir con tranquilidad cuando James se acercó nadando posicionándose junto a mí y recargando sus brazos en el borde viéndome con una sonrisa.

— Eres el chico más afortunado del mundo —dijo.

— No tienes idea, pero aun así hay muchas cosas que están mal

— ¿Qué, tu familia o el pasar aquí todo el verano?

Como de costumbre se estaba mofando de mí. Sonreí con cierta satisfacción, pero no era eso a lo que me estaba refiriendo.

— ¿Entonces qué es? ¿Nosotros?

— Bueno, pues veamos... -Arrugue la nariz de forma divertida –No esta tan mal.

Y entes de que pudiese darme cuenta, se me acerco furtivamente sentándose junto a mí. Estábamos demasiado cerca, me miró fijamente a la cara como si le encantara y quisiera estudiarla y entretenerse en ella, después me tocó el labio inferior con un dedo mientras yo permanecía inmóvil; podría negarme y tomar un corto tiempo para reflexionar sobre lo que haría pero no me quedaba tiempo pues sus labios ya estaban en mi boca y me dio un beso cálido, conciliador, perfectamente medido.

— ¿Ahora mejor? –Me pregunto después alejándose para verme a los ojos

No le respondí, pero levante mi cara hacia él y lo bese de nuevo, casi de forma salvaje, no porque estuviese lleno de pasión, sino porque no estaba seguro de si me había llegado a convencer de algo sobre mí mismo.

No tenía ni idea de hacia dónde nos llevaba todo esto, pero me estaba rindiendo a él, centímetro a centímetro y él tenía que saberlo, pues notaba que aún mantenía cierta distancia entre ambos.